¿Por qué el anuncio de Estados Unidos de su visita de más alto nivel a Taiwán en cuatro décadas provocó tanta ira en Pekín? Aquí un resumen de los temas claves en las complejas y delicadas relaciones que involucran a China, Estados Unidos y Taiwán.
La profunda grieta entre China y Taiwán se remonta a la guerra civil que estalló en 1927 en el gigante asiático y enfrentó a las fuerzas alineadas con el Partido Comunista y al ejercito nacionalista Kuomintang (KMT).
Finalmente, derrotado por los comunistas de Mao Zedong, el jefe del KMT, Chiang Kai-shek, huyó a la isla de Taiwán, que en ese entonces era controlado por el KMT. A partir de ese episodio, Chiang continuó reclamando la totalidad de China, de la misma forma que el continente reclamó a Taiwán.
El nombre oficial de Taiwán sigue siendo República de China, mientras que el del continente es República Popular de China. Ambos dicen representar a toda China.
Taiwán se transformó en una democracia vibrante y desarrollada cuya presidente, Tsai Ing-wen, enfatizó la identidad separada de la isla. El KMT, ahora en la oposición, apoya cultivar lazos con Pekín, especialmente en el comercio.
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¿Por qué tanto alboroto?
Washington reconoció a Taiwán como el representante legítimo de China hasta enero de 1979, cuando restableció relaciones con Pekín y pasó a reconocerlo como único representante de China, que pasó a convertirse en un importante socio comercial.
No obstante, mantuvo sus relaciones informales con Taipéi, manteniendo un apoyo decisivo, aunque a veces delicado. El Congreso de Estados Unidos aprobó entonces una ley que exige a Washington vender suministros militares a Taiwán para garantizar su autodefensa frente las muy superiores fuerzas armadas de Pekín.
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Política de “una China”
En 1992, Taiwán y China continental afirmaron la existencia de “una sola China”, aunque difieren respecto a lo que ello significa. Solo 14 países, todos emergentes, y el Vaticano reconocen a Taiwán, mientras Pekín se esfuerza por detener cualquier reconocimiento internacional para la isla.
Estados Unidos, aunque reconoce a Pekín, es muy cuidadoso en cómo aborda el diferendo: "reconoce" el reclamo de Pekín a Taiwán, pero deja que ambas partes encuentren una solución.
En la práctica, Taiwán saca buen provecho de sus relaciones informales con Estados Unidos. Aunque no tienen embajadas, Washington dirige en Taipéi el Instituto Americano en Taiwán, mientras que los diplomáticos de la isla disfrutan del estatus de las otras naciones acreditadas cuando visitan Estados Unidos.
Pekín es sensible a cualquier movimiento que pueda significar el reconocimiento oficial de Taiwán, como cuando Tsai habló por teléfono con Trump tras su elección, aunque antes de la toma de posesión.
Estados Unidos ha presionado para que se incluya a Taiwán en agencias de Naciones Unidas, como la Organización Mundial de la Salud. Este punto seguramente surgirá durante la visita a la isla del secretario de Salud, Alex Azar, quien, replicando a muchos expertos en el mundo, elogió la respuesta de Taiwán ante la pandemia de coronavirus.
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Fuente: AFP