La Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) manifestó su preocupación por la situación sanitaria en las cárceles bolivianas, donde el hacinamiento y la precaria asistencia médica ponen en riesgo la vida de los detenidos ante la expansión del coronavirus.
"La OMCT urge a las autoridades a modificar el Decreto Presidencial de Amnistía e Indulto para asegurar que un número más elevado de presos pueda beneficiarse de medidas alternativas a la pena privativa de libertad, y a tomar las medidas necesarias para garantizar el derecho a la salud de los detenidos", dice la ONG en un comunicado.
Señala que a la fecha se contabilizan al menos 159 presos infectados y 40 fallecidos en las cárceles bolivianas por COVID-19.
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El caso más preocupante, señala, es el de la cárcel de San Pedro, en La Paz, donde fallecieron 23 personas, varias de ellas sin haber recibido tratamiento médico adecuado. La precaria situación sanitaria está incrementando la violencia y los motines al interior de los penales, dice la ONG.
El hacinamiento en las cárceles no permite cumplir con el aislamiento y el distanciamiento físico recomendados para prevenir los contagios del nuevo coronavirus.
Según el Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y la Violencia de Estado (ITEI), los centros penitenciarios bolivianos presentan una sobrepoblación del 269%, entre las más altas de la región.
La OMCT asevera que el Decreto de Amnistía e Indulto aprobado en mayo pasado para descongestionar las cárceles con medidas de detención domiciliaria no ha sido eficaz, pues benefició solo a un reducido número de presos.
Se estima que en el país hay cerca de 19.000 presos, de los cuales el 66% carece de sentencia. Bolivia registra a la fecha más de 68.000 infectados con COVID-19 y supera los 2.500 muertos.
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