Ecuador, uno de los países latinoamericanos más azotados por la pandemia, superó los 80.000 casos desde que registró el primer positivo del nuevo coronavirus en su territorio el 29 de febrero, según el informe oficial difundido este sábado.
El país, el segundo en notificar la presencia del virus en la región después de Brasil, alcanzó los 80.036 casos al sumar 987 nuevos positivos en las últimas 24 horas, de acuerdo con el balance diario sobre la situación del COVID-19, que también reportó 5.507 muertos.
A eso se agregan 3.438 probables víctimas fatales a causa del virus en el conteo oficial. En cuanto a los contagios, hay actualmente 457 por cada 100.000 habitantes en el país andino, de unos 17,5 millones de habitantes.
Desde el jueves, Quito se convirtió en la ciudad con mayor número de casos en la nación. Según el informe del primer día del fin de semana, la capital llegó a 12.340 positivos y sigue por delante de Guayaquil (11.814), epicentro de la pandemia, donde las morgues y los hospitales se vieron desbordados.
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Ecuador, donde el nuevo coronavirus ha matado a un promedio de 40 personas por día desde el primer fallecimiento el 13 de marzo, registra una tasa de 31 muertos por cada 100.000 habitantes.
Ocupa el sexto lugar en la región en cifras de decesos por COVID-19, sin considerar los casos sospechosos que también registra el gobierno, detrás de Brasil (85.238), México (42.645), Perú (17.843), Chile (9.020) y Colombia (7.975), según un conteo de la AFP.
El gobierno ecuatoriano extendió hasta mediados de agosto el estado de excepción que rige en el país desde marzo para frenar la expansión del virus. La medida faculta al gobierno a mantener restricciones, entre ellos el toque de queda de hasta 11 horas al día, la movilización de las Fuerzas Armadas y la suspensión de derechos como la libertad de reunión.
No obstante, las medidas se empezaron a aligerar desde mediados de mayo, mediante un semáforo que contempla el nivel de riesgo, en el que el color rojo prevé normas más rígidas.
El 80% del territorio está en color amarillo, con un toque de queda que inicialmente era de seis horas, pero que tras un notable incremento en los contagios las autoridades subieron a nueve en toda la zona andina y parte de la región amazónica desde esta semana.
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Fuente: AFP.