Los bares y restaurantes de Río de Janeiro reabren sus puertas al público este jueves tras más de tres meses de paralización por la pandemia del coronavirus, en un proceso paulatino de “vuelta a la normalidad” criticado por expertos.
En esta nueva fase de reapertura económica, los bares, restaurantes y cafés de la “cidade maravilhosa” –que durante este tiempo operaron solo con entregas a domicilio– están autorizados a recibir hasta un 50% de su capacidad, con una distancia de dos metros entre las mesas y prioridad para los espacios abiertos. También podrán funcionar gimnasios, salones de belleza y casas de tatuajes, con turno marcado para evitar aglomeraciones. “No hay nada que celebrar, pero estamos en esta lucha desde marzo”, dijo el miércoles el alcalde Marcelo Crivella.
"La baja demanda de camas de cuidados intensivos y de enfermería y el número de muertos, que está estabilizado, nos muestran que tuvimos un pico tenebroso en mayo y que después caímos para los niveles actuales", añadió.
La capital del estado de Río registró 68 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, un número que ha oscilado en las últimas semanas, tras registrar su máximo el 3 de junio (227 muertes computadas en un mismo día). Aunque la enfermedad está migrando hacia el interior –un fenómeno que se observa en todo Brasil– y la capital tenga camas de hospital disponibles, especialistas advierten que la tasa de contagio todavía es alta y que flexibilizar las medidas de aislamiento social puede colocar el sistema de salud bajo presión nuevamente.
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Cuando se inició el proceso de reapertura hace un mes, cada contagiado transmitía la enfermedad a una persona y hoy ya la transmite a 1,51, explica Roberto Medronho, director de la División de Investigación del Hospital Universitario Clementino Fraga Filho, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). ”Con la ampliación de la apertura [ese número] aumentará aún más, acarreando problemas de salud a nuestra población”, advierte Medronho, que considera la reapertura “precoz e inoportuna”.
El estado de Río de Janeiro, el segundo más golpeado por la pandemia en Brasil, después de San Pablo, ya superó los 10.000 muertos (6.618 de ellos en el municipio de Río) y acumula más de 115.000 contagios. En todo Brasil ya se registraron más de 60.600 muertes y 1,44 millones de casos de COVID-19, aunque los especialistas estiman que el número real de casos puede ser mucho mayor, debido a la falta de test para diagnósticos. Según Medronho, el número acumulado de contagios podría ser hasta diez veces superior y la cifra real de muertos sería el doble.
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Fuente: AFP