La ministra taiwanesa de Digitalización, Audrey Tang, es el primer miembro de un gobierno que se declara abiertamente transgénero, una identidad sexual que a sus ojos es más bien una ventaja.

“Creo que es más fácil para nosotros, ya que no tenemos una visión binaria”, explica a la AFP Tang, de 39 años, a pocos días del Desfile del Orgullo Gay que se celebra en Taipéi el domingo. ”Nosotros no pensamos que la mitad del planeta es diferente a nosotros”, estima la ministra de Digitalización.

Desde su más tierna infancia, su recorrido ha sido inusual. A los 14 años abandonó la escuela y dos años más tarde creó una empresa de programación informática. Esta autodidacta, que se considera una “anarquista conservadora”, se fue a hacer carrera en Silicon Valley, Estados Unidos, y regresó a Taiwán como ministra de Digitalización.

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El gobierno de la presidenta Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista (PDP), la llamó en 2016, seducido por carecer de etiqueta política y por su visión iconoclasta. Poco después de cumplir 20 años, cambió sus nombres inglés y chino y adoptó el pronombre ‘ella’. Sin embargo, en los documentos administrativos, no ha cambiado de género.

Y es que el hecho de haber vivido bajo dos identidades diferentes le permiten tener diferentes puntos de vista y asegura que los "sentimientos mixtos" y "experiencias de vida" le permiten tener "mayor empatía con las personas que sufren por pertenecer a minorías". "No tengo una posición particular. Tengo todas las posiciones", afirma.

En sus funciones de ministra, Tang también se sale de la norma. Va caminando a su trabajo y se hace selfies con los habitantes que le hacen propuestas. Ha elegido no tener un ministerio físico y prefiere ir de ministerio en ministerio para resolver los problemas y dar consejos.

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“En vías de integración”

Los principales problemas para su equipo son las informaciones falsas y la manera de utilizar las tecnologías para responder a la epidemia del coronavirus. El gobierno taiwanés gestionó eficazmente la pandemia pese a su proximidad con China, donde surgieron los primeros casos a finales de diciembre. La isla ha reportado 440 casos y 7 muertos.

En tanto que "anarquista conservadora", Tang dice no trabajar ni para el gobierno ni para el pueblo, sino que sirve de correa de transmisión entre los dos.

La ministra considera que hay que cambiar la manera de gobernar. En un mundo donde vídeos virales pueden activar movimientos como la Primavera Árabe o Black Lives Matter (La vida de los negros importa), asegura que la "propia democracia se está democratizando" y aboga por la participación directa de la población en la política gubernamental.

Durante el mandato de Tsai, China ha incrementado la presión económica, militar y diplomática a Taiwán, a la que considera como una provincia rebelde, y ha jurado tomar un día el control aunque sea por la fuerza.

El éxito de su lucha contra el coronavirus le ha valido el reconocimiento internacional. Para Tang, el sistema democrático taiwanés se ha fortalecido con la pandemia frente al modelo chino “más coercitivo”. “Creo que la pandemia ha servido de amplificador para estos dos modelos diferentes de gobernanza”, subraya.

Aunque es una de las personalidades políticas transgénero más visibles del planeta, asegura que Taiwán, que es el primer país de Asia que legalizó el matrimonio homosexual el año pasado, debe hacer más en los avances sociales y reconocer el cambio de sexo en el documento de identidad nacional. En este sentido, piensa que el país “está claramente en la vía de la integración”.

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Fuente: AFP

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