Estados Unidos superó este lunes los 120.000 fallecidos por COVID-19, al sumarse 425 muertes en 24 horas, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
El país es el más afectado en todo el mundo por la pandemia, con más de 2,31 millones de casos, de los que unos 640.000 se han recuperado completamente, según la universidad con sede en Baltimore, a las 20H30 locales (00H30 GMT del martes).
El domingo, el conteo diario había arrojado una cifra de 305 decesos en 24 horas, el más bajo en meses, pero el registro tiende a ser menor durante los fines de semana e inmediatamente después, porque depende del suministro de información por parte de las autoridades sanitarias locales.
Muchos estados del país han levantado prácticamente todas las medidas de confinamiento.
Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos, permitió el lunes la reapertura a los negocios considerados no esenciales.
Sin embargo, unos 20 estados, en su mayoría del sur y el oeste, registraron repuntes en el número de infectados.
Entre ellos, Florida superó los 100.000 casos, de los que casi 3.000 se diagnosticaron el lunes, de acuerdo a las autoridades sanitarias de ese estado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo más temprano que su país podría superar los 150.000 muertos por la pandemia, pero insistió que de no haberse tomado medidas para contener la propagación de la enfermedad ese número podría haber llegado a entre 2 y 4 millones de fallecidos.
Fuente: AFP.
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