Esperanzada en reactivar el sector del turismo vital para su economía, Italia reabrió sus fronteras a los europeos este miércoles en un crucial paso de vuelta a la normalidad tras ser azotada con fuerza por la pandemia del coronavirus, que ahora continúa avanzando en América Latina, especialmente en Brasil.

En Italia y en el resto de Europa sigue la normalización, gracias a que bajan las muertes y contagios. Pero el virus, que apareció en diciembre en China, hace estragos en una mal preparada América Latina, actual epicentro de la epidemia que ha dejado más de 6,3 millones de casos y unos 380.000 muertos en todo el mundo.

Italia, primer epicentro de la pandemia en Europa y donde han muerto unas 33.500 personas por el COVID-19, también permite a sus ciudadanos desplazarse libremente entre regiones a partir de este miércoles, y reanudó los vuelos internacionales en al menos tres ciudades importantes: Roma, Milán y Nápoles.

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“El país está volviendo a la vida”, expresó el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.

Desde el lunes, el Coliseo de Roma o los museos del Vaticano reciben de nuevo a los visitantes en Italia, pero aún continúan cerradas las fronteras fuera de la Unión Europea, un tema que aún debaten los gobiernos.

“Esperamos ver algún movimiento a partir de hoy, no tenemos turistas extranjeros (por lo pronto). Pero somos cautelosamente optimistas”, dijo Alessandra Conti, recepcionista del hotel Albergo del Senato, cerca del Panteón en Roma.

Poco a poco Italia vuelve a la normalidad. Foto: AFP.

Italia, Francia, España y otros países europeos tratan de salvar una parte de la temporada turística de verano, al menos con sus ciudadanos y a escala continental. Alemania decidió este miércoles poner fin a partir del 15 de junio a las restricciones para los viajes turísticos en Europa.

España, con casi 28.000 muertos, levantará la cuarentena para los extranjeros el 1 de julio, y Reino Unido, el más enlutado de Europa con unas 40.000 muertes, se plantea recibir turistas de algunos países considerados como seguros.

En Francia, donde el virus causó casi 30.000 muertos, cafés y restaurantes ya reabrieron y se permite ya viajar a cualquier punto del país.

“Gasolina sobre fuego”

Pero a diferencia de Europa, la situación es muy preocupante en América Latina, donde se registran más de un millón de contagios y unos 52.000 muertos.

En los próximos días, Brasil podría superar a Italia en número de muertes. Es el país más castigado en la región con unos 555.000 casos y más de 31.000 decesos.

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Aún así, el estado de San Pablo reanudó actividades de ventas en centros comerciales. Y Río de Janeiro permitió ya ir a lugares de culto y practicar deportes acuáticos.

En el país de 210 millones de habitantes, las medidas de cuarentena o desconfinamiento han sido competencia de estados y municipios, para disgusto del presidente Jair Bolsonaro, que llama a levantar de una vez las restricciones.

“En la situación actual, cualquier relajación de las medidas de contención equivale a rociar gasolina sobre el fuego”, advirtió Rafael Galliez, infectólogo de la Universidad Federal de Río (UFRJ).

Otros de los países latinoamericanos más afectados por la epidemia, como México, Perú y Ecuador han anunciado pasos más o menos importantes hacia un desconfinamiento.

En Estados Unidos, expertos temen que la ola de protestas iniciada a raíz de la muerte de un ciudadano negro a manos de un policía blanco provoque un repunte de los contagios.

El país es el más afectado del mundo en términos absolutos con 106.180 fallecidos y 1.831.435 casos de COVID-19, según un recuento de la Universidad de Baltimore.

Futuro económico sombrío

En otras regiones del mundo, Rusia también avanza hacia la normalidad y ya convocó a un referendo constitucional para el 1 de julio, aunque siguen los temores a un rebrote. En Irán, por ejemplo, hay un nuevo pico de la pandemia.

Según el Banco Mundial, la economía mundial enfrenta pérdidas “abismales” y la recuperación se verá obstaculizada por la escasez de recursos. La recesión global llevará a 60 millones de personas a la pobreza extrema.

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En América Latina, la pandemia agravó la tendencia a la baja de las exportaciones que se venía observando desde el año pasado, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado este miércoles.

Fuente: AFP

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