La Policía Federal (PF) de Brasil allanó el martes la residencia oficial del gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, en el marco de una investigación de un supuesto esquema de desvío de dinero en la construcción de hospitales de campaña por la emergencia del nuevo coronavirus.
Las pruebas iniciales “apuntan a la existencia de un esquema de corrupción que involucra a una organización social contratada para la instalación de hospitales de campaña y funcionarios de la cúpula de la gestión del sistema de Salud del Estado de Río de Janeiro”, informó la PF en un comunicado.
El gobernador, un adversario político del presidente Jair Bolsonaro, negó cualquier participación en el esquema.
TV Globo mostró vehículos y agentes de la PF apostados en el Palacio de Laranjeiras, residencia oficial del gobernador, así como en la casa donde Witzel vivía antes de asumir el cargo y en el apartamento del ex subsecretario de Salud Gabriell Neves, en el acomodado barrio de Leblon.
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Varias personas fueron detenidas a principios de mayo, entre ellas Neves, sospechosas de integrar un esquema de compra fraudulenta de respiradores, esenciales para tratar casos graves del nuevo coronavirus.
Negó participación
Witzel, un ex juez que fue elegido en el 2018 con un fuerte discurso anticorrupción, niega haber participado en cualquier irregularidad.
"No hay absolutamente ninguna participación o autoría de mi parte en ningún tipo de irregularidad", afirmó en un comunicado, en el que dijo estar "a disposición de la justicia" y "tranquilo sobre el desdoblamiento de los hechos".
El gobernador criticó el hecho de que en la víspera una diputada oficialista se refiriera públicamente a futuras investigaciones contra gobernadores, "lo que demuestra que hubo filtraciones".
Inicialmente aliado de Bolsonaro, Witzel es hoy uno de sus más firmes opositores, especialmente en relación a las medidas de aislamiento adoptadas en Río, San Pablo y otros estados para contener el avance de la enfermedad, que el presidente critica por su impacto en la economía.
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De los nueve hospitales de campaña previstos en el estado de Río de Janeiro, solo tres han sido inaugurados hasta ahora, dos de ellos construidos y gestionados por la iniciativa privada, según informaciones del gobierno.
Río de Janeiro ya registró más de 4.000 muertes y 39.000 contagios por COVID-19, que en todo Brasil se ha cobrado 23.473 vidas y ha infectado a 374.898 personas.
Especialistas advierten sin embargo que los contagios podrían ser hasta quince veces superiores debido a la falta de pruebas de diagnóstico generalizadas.
Fuente: AFP