Tras ensayos positivos sobre ratones, la directora supervisó el sábado inyecciones a un primer grupo de 13 monos.
Su equipo trabaja en colaboración con la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos y se basa en una nueva tecnología, jamás usada para fabricar una vacuna: el ARN mensajero (ARNm) que transporta el código genético del ADN a las células.
Este método tiene como objetivo dar al cuerpo las informaciones genéticas necesarias para desencadenar preventivamente una protección contra el coronavirus.
Una de las vacunas experimentales más avanzadas en el mundo, el de la sociedad estadounidense de biotecnología Moderna, a la que el gobierno de Estados Unidos otorgó 500 millones de dólares, está también desarrollado según esta tecnología.
Te puede interesar: Millonaria inversión del Reino Unido en busca de la vacuna contra el COVID-19
Si los test sobre los macacos son positivos, los ensayos sobre humanos podrían empezar en octubre y estar disponibles en “un año y medio”, según Kiat Ruxrungtham de la Universidad de Chulalongkorn en Bangkok, asociada el proyecto.
Su deseo es poder ofrecer la tecnología de la vacuna anticoronavirus a los países pobres de la región, como Camboya, Laos o Birmania.
Fuente: AFP
Leé también: Con importantes cambios para trabajadores, hoy inicia la fase 2