Buenos Aires, Argentina. AFP.
La ciudad de Córdoba, la segunda de Argentina con 1,4 millones de habitantes, dio marcha atrás a partir de este martes a la flexibilización de la cuarentena, luego de detectarse un fuerte aumento de personas contagiadas con COVID-19, informaron las autoridades.
En Argentina, el aislamiento social obligatorio está vigente desde el 20 de marzo, pero algunas autoridades municipales y provinciales fueron autorizadas a flexibilizar medidas en sus respectivos lugares, especialmente los que presentan pocos casos.
Córdoba, capital de la provincia homónima, situada a 700 km de Buenos Aires, había habilitado la semana pasada actividades como comercios, peluquerías, profesiones independientes no vinculadas a la salud, visitas a sedes religiosas, además de salidas recreativas los fines de semana.
Pero las autoridades resolvieron volver a la fase anterior a raíz de la aparición de 55 casos positivos en los últimos tres días, entre ellos los vinculados a un foco en el Hospital Italiano local y otro en el Mercado Norte en el centro cordobés.
"Vamos a dar un paso atrás en la flexibilización. Pedimos tolerancia. Quedan suspendidas las actividades de recreación para el fin de semana. Los comercios no pueden abrir desde las 00H00 del martes. Las profesiones esenciales y la actividad industrial de la ciudad siguen", anunció en rueda de prensa el ministro de Salud cordobés, Diego Cardozo.
La nueva restricción solo afecta la ciudad de Córdoba y no el resto de la provincia homónima, donde es prioritaria la actividad agrícola y agroindustrial.
La nueva disposición estará vigente hasta el domingo 24, plazo dispuesto por el gobierno federal de Alberto Fernández para anunciar una nueva fase de la cuarentena.
Las personas contagiadas en Argentina ascienden este martes a 8.358, de los cuales 384 murieron y 2.872 se recuperaron. En la provincia de Córdoba los casos suman 418.
Lea también: Se restablecerán servicios de transporte de pasajeros a nivel país
La zona con mayor cantidad de casos es la capital argentina y su supepoblada periferia, donde viven 15 de los 45 millones de argentinos.
Otras localidades también dieron marcha atrás a la flexiblización de la cuarentena, como las vecinas ciudades de Castelli, Chascomús y Baradero, a poco más de 100 km al sur de Buenos Aires, tras aparecer casos en dos de ellas.
En la localidad de Jacobacci, 1.200 km al sudoeste, el intendente Carlos Toro suspendió la actividad minera, la obra pública y la construcción privada y limitó la actividad comercial a alimentos y medicamentos, luego de confirmarse dos casos.