Manaos, Brasil. AFP.
La auxiliar de enfermería luce una mascarilla y un tocado de plumas azules mientras recorre los caminos de tierra del Parque de las Tribus, una comunidad autóctona instalada cerca de Manaus, en el noroeste de Brasil, para vigilar la salud de los ancianos ante el COVID-19.
La mujer de 32 años, que trabaja en un centro médico de Manaus, es miembro de la etnia Witoto y ha decidido ayudar a sus vecinos gratuitamente en su tiempo libre.
“No tenemos ninguna asistencia (de los poderes públicos) y yo soy la que debe hacer este trabajo. Aquí la gente no tiene forma de ir al dispensario”, dice.
Situada a unos 20 km del centro de Manaus, cerca del aeropuerto de la ciudad más grande del norte del país, la comunidad del Parque de las Tribus se compone de unos 2.500 indígenas de 35 etnias distintas. Todos viven en viviendas precarias instaladas en la linde de la selva amazónica.
Ortega va de casa en casa equipada con guantes, una bata de protección y una mascarilla en la que se puede leer: "La vida de los indígenas importa", un mensaje inspirado del lema "Black Lives Matter" de los militantes negros en Estados Unidos.
En su bolsa de tela lleva un tensiómetro, y sobre todo un móvil con el que llama a médicos de San Pablo que hablan con los pacientes por videoconferencia.
"Esos médicos forman parte de un grupo de asistencia en línea y me han ofrecido sus servicios", cuenta Ortega.
A través de la pantalla, un médico le pregunta a Luiz Mendes, un miembro de la etnia Baniwa, de 72 años, si tiene tos.
"Me gotea la nariz", contesta.
"No tenemos forma de ir al hospital. ¿Qué voy a hacer si estoy enfermo? ¿Ir caminando? Todo es más complicado para nosotros", lamenta Mendes.
Ortega sabe lo peligroso que puede ser el COVID-19 para unos pueblos indígenas que ya fueron diezmados varias veces en la historia por virus procedentes del exterior.
"Atiendo especialmente a 40 personas de nuestra comunidad, sobre todo a cinco ancianos diabéticos o hipertensos que no pueden ir a buscar medicamentos a la ciudad porque podrían ser contagiados por el coronavirus. Así que yo los compro para ellos", dice.
La joven también recoge donaciones de alimentos y telas con las que mujeres indígenas fabrican mascarillas que se reparten entre los habitantes de la comunidad.
Lea también: Esperanza por medicamento para COVID-19, mientras EEUU cae en recesión
Dejanos tu comentario
El buque P-01 llegó a Carmelo Peralta en trayecto de asistencia hacia Bahía Negra
El buque P-01 “Capitán Cabral” de la Armada Paraguaya llegó por la noche de ayer martes al puerto de Carmelo Peralta a fin de abastecerse de alimentos, combustible y provisiones en general para llevar posteriormente la asistencia a los pobladores de Bahía Negra, informó el Ministerio de Defensa Nacional, en el marco del operativo del Gobierno desplegado ante las inundaciones que provocan el aislamiento de varias comunidades del departamento de Alto Paraguay.
Estos trabajos de asistencia del Estado se llevan adelante, en el marco de la ayuda humanitaria al Chaco, ante las constantes inclemencias del tiempo que ha dejado intransitables muchos caminos chaqueños; sumando a la lejanía de los centros urbanos para su correspondiente abastecimiento de los insumos que sean necesarios.
Desde la institución castrense señalan que el comandante del Buque P-01 “Cap Cabral”, capitán F Dem Rodrigo Galeano, informa que en la tarde del martes, siendo las 19:30 horas la unidad arribó al puerto Carmelo Peralta con el propósito de realizar tareas de abastecimiento de alimentos, combustibles y provisiones en general, que posteriormente será destinados a la asistencia de la población de Bahía Negra.
Mencionan además que, una vez concluida la maniobra de abastecimiento, el buque proseguirá su navegación rumbo a la ciudad de Bahía Negra, estando en condiciones de transportar pasajeros durante todo el proyecto.
Finalmente, señalan que esta navegación se inició el pasado sábado 5 de abril, desde el Apostadero Sur de la Flota de Guerra en Asunción para llevar adelante una travesía de más de 813 kilómetros, por instrucciones del presidente de la República y comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, Santiago Peña, como muestra firme compromiso del Gobierno del Paraguay de brindar apoyo a las comunidades más alejadas del país.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el ministro de Defensa Nacional, Óscar González destacó que esta mañana continúa el buque P-01 “Cap. Cabral” en Puerto Carmelo Peralta cargando combustible de Petropar, para los generadores de la ANDE en Bahía Negra.
Recordó que el buque está transportando un total de 1.025 kits de víveres, que serían unos 25.000 kilogramos en productos enviados por la Secretaría de Emergencia Nacional. Mientras que la Gobernación de Alto Paraguay, igualmente estará enviando otro lote de insumos para las comunidades del norte. “Es importante señalar, que el buque va a alzar igualmente pasajeros para que puedan llegar hasta Bahía Negra, que van a aprovechar el viaje del buque de la Armada nacional.
Datos calves
- Carga prevista o estimativa para el Patrullero P-01 “Cap. Cabral” para el día miércoles 9 de abril en Carmelo Peralta:
- 1.025 kits de víveres, lo que sería unos 25.000 kilogramos aproximadamente enviados por la SEN
- 15.000 litros de Diésel para Ande de Bahía Negra.
- 30 personas aproximadamente como pasajeros y personas que acompañan la carga.
Le puede interesar: ANR convoca a sesión extra para tratar campaña de afiliación masiva
Dejanos tu comentario
Chaco: envían 9.600 metros de caños para que familias indígenas tengan acceso a agua potable
Este martes, camiones del Comando del Ejército partieron rumbo al Chaco paraguayo para llevar caños que servirán para que las familias de comunidades indígenas puedan tener acceso a agua. Este envío se realizó en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a pedido de las familias que estaban pasando por una situación difícil.
Los miembros de la comunidad indígena tenían acceso al agua mediante un tajamar que fue construido por el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), pero debían acarrear el agua de forma manual. Durante la última visita de los miembros de la Corte Interamericana, los líderes solicitaron los caños para que el agua llegara a la comunidad.
“Con esto, se evitará el acarreo manual y contarán con agua en sus domicilios”, expresó el ingeniero Fernando García, titular de Senasa. Afirmó que se enviaron 9.600 metros de caños de PVC a la comunidad indígena Xamok Kasek y que, con la instalación, unas 125 familias de dicha comunidad tendrán acceso al agua.
Puede interesarle: Guarambaré: un hombre huyó de la Policía y protagonizó accidente fatal
“Técnicos de la institución ya se encuentran esperando en el sitio, quienes planificaron el trayecto y realizarán la colocación de las cañerías para llegar a las aldeas, junto con trabajadores de la Gobernación de Presidente Hayes. Seguimos trabajando en la implementación de medidas que aseguren el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y el acceso a los servicios esenciales”, refirió.
Los camiones pertenecientes al Comando de Ejército se encargaron de transportar las cañerías y partieron desde el Cuartel General del Comando de Ejército, la salida contó con la coordinación del ministro de Defensa, Óscar González; así como de la directora de Derechos Humanos de la vicepresidencia de la República, María Teresa Peralta, y el director general del Senasa.
Dejanos tu comentario
Una mirada descolonizadora al arte indígena
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
El actor, antropólogo, sociólogo e investigador Julio de Torres presentará en Alemania una investigación que está realizando sobre las comunidades ayoreo, guaraní occidental e yshir en el marco del doctorado que está llevando adelante en Barcelona.
El joven antropólogo, sociólogo, actor y dramaturgo paraguayo Julio de Torres aborda actualmente sus trabajos de investigación sobre manifestaciones culturales de las comunidades originarias ayoreo, yshir y guaraní occidental, poniendo en el eje la compresión de expresiones o rituales como el arete guasu.
En ese marco, durante la primera quincena de junio próximo ofrecerá una ponencia en el Congreso de la Federación Internacional para la Investigación Teatral en Colonia, Alemania. Además, también expondrá en la Universidad de Cantabria en el marco del 11.º Congreso de la Asociación de Antropólogos Iberoamericanos en Red (AIBR).
Allí presentará el tema del doctorado que viene realizando en la Universidad de Barcelona (UB), España, a partir de investigaciones etnográficas en Paraguay.
De Torres, quien tiene una trayectoria como actor, tanto en teatro como en cine, busca profundizar con estudios la compresión de la cultura ancestral del país desde una mirada descolonizadora.
–¿Podrías comentarnos en qué consiste tu investigación en curso?
–Es un doctorado enmarcado en el programa “Sociedad y cultura: historia, antropología, arte y patrimonio”, específicamente en la línea de investigación de artes del espectáculo. Me interesó de este programa, a diferencia de otras universidades, su multidisciplinariedad. Mi tema de investigación son los procesos performativos de tres comunidades indígenas: Ayoreo, Yshir y Guaraní Occidental, partiendo de tres ejes: lo festivo a partir del arete guasu de los guaraníes occidentales; lo ritualista a partir del debylitá yshir, que es un ritual de iniciación; y lo performativo a partir del goñangai ayoreo, que son relatos dramatizados que coadyuvan a la preservación de la memoria ancestral.
DESAFÍO
–¿Cuál es el objetivo que te planteaste en el trabajo?
–El objetivo es explorar una teorización desde el punto de vista de las artes vivas, que se aleje de la perspectiva europea de concebir el teatro en la contemporaneidad. El desafío es mayor cuando la investigación se realiza a la luz de la academia europea, cosa que me parece intrépido y, por ende, interesante. Si bien la metodología es etnográfica, pues comporta trabajos de campo, registros, entrevistas, entre otros, el objeto de estudio no debe deslindarse de la perspectiva del teatro.
–¿Cuál sería el punto de acercamiento con las comunidades guaraníes y qué antecedentes de investigación encontrás en ese sentido?
–Me interesa del arete guasu, su concepción como carnaval en la sociedad actual, concepto occidental que merece atención para analizar este fenómeno. En esta línea hay trabajos de gran importancia como los de Ticio Escobar, reflejado en “El mito del arte y el mito del pueblo”; de Guillermo Sequera y Carlos Colombino, así como registros audiovisuales de Fernando Allen que son sumamente valiosos como punto de partida. Existe un problema actualmente que, fuera de la esencia de la manifestación cultural de una cultura comunitaria, las sociedades hegemónicas intentan turistizarla con el pretexto de lo exótico. Eso ocurre con muchas comunidades de varias culturas americanas que, para subsistir incluso, han tenido que adaptarse a ciertos parámetros.
–¿Cómo se interceptan en tu línea de investigación tus temas de interés y formación en teatro, sociología y antropología?
–El teatro es un acontecimiento social y, ya sea desde la perspectiva del espectador como del intérprete o del creador, son ejercicios críticos necesarios que pueden propiciar cambios en estos tiempos de incertidumbre a nivel global. El teatro como acontecimiento interesa tanto a la sociología como a la antropología. En cuanto a esta última disciplina, el teatro antropológico es una rama que en Paraguay tiene mucho terreno gracias a los trabajos del maestro Wal Mayans, por ejemplo. Seguir explorando este terreno es cautivante y consolida un compromiso de humanidad que los profesionales tanto de las artes como de las humanidades tenemos con nuestras comunidades. En “La presentación de la persona en la vida cotidiana”, del sociólogo Erving Goffman, un libro fundamental en la profesión, el autor utiliza la metáfora del teatro para explicar el rol de la persona en una sociedad, quien “actúa” presentando su yo en diferentes contextos o “escenarios”. Esa perspectiva es una de las tantas que explican la relación entre la sociología y el teatro.
TRABAJO DE CAMPO
–¿Cómo desarrollarás tu investigación de campo?
–La idea es llevar a cabo la investigación de campo en Paraguay, que es fundamental, y también la investigación bibliográfica, pues tenemos bibliografía especializada en el campo etnográfico solo obrante en Paraguay. Esta es inédita y a ella no tenemos acceso en bibliotecas de España. Mientras espero respuestas de ayudas o becas, me encuentro adelantando lo que pueda en materia teórica para no dejar de escribir la tesis. La idea es finalizar el doctorado en dos o tres años.
–¿Qué otros trabajos te tocó realizar anteriormente?
–Aparte del trabajo con los ayoreos, he realizado un acercamiento con el pueblo yshir en aras de arrancar con la investigación en el debylitá. La idea es proseguir ese trabajo para el doctorado. Por otro lado, he realizado trabajos con los ava-guaraní de Alto Paraná. He realizado una consultoría para el Instituto Paraguayo de Artesanía sobre la situación de los artesanos a nivel país.
–¿Qué similitudes y diferencias se pueden observar en los conceptos de arte y entretenimiento en las culturas indígenas y en la occidental?
–Son conceptos diferentes porque ambas cosmovisiones son contrarias. Una, la cultura originaria local, parte de la necesidad de la preservación de su cultura y la otra, la occidental, busca su rentabilidad para “respetarla” en el contexto paraguayo. Existen esfuerzos por visibilizar culturas, pero sin una política pública que no se solape con intereses de otros sectores no sería posible defender las alteridades que nutren la diversidad.
Dejanos tu comentario
Hace cinco años, la OMS calificó al covid-19 como “pandemia”
- Ginebra, Suiza. AFP.
“Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”. Hace cinco años, el 11 de marzo, el jefe de la Organización Mundial de la Salud soltó la frase que hizo tomar conciencia al mundo entero de la gravedad de la situación.
Pero ya desde el 30 de enero, la OMS había declarado su más alto nivel de alerta frente al nuevo coronavirus detectado en China a mediados de diciembre de 2019: la Urgencia de Salud Pública de Alcance Internacional o USPPI. Una fórmula que no impactaba en la opinión pública.
Presionado por las preguntas de los periodistas, Tedros Adhanom Ghebreyesus también mencionó “la amenaza de la pandemia” el 9 de marzo, pero el electrochoque tuvo lugar dos días después.
Lea más: El papa “pasó una noche tranquila”, informó el Vaticano
Una sala, un ambiente
El miércoles 11 de marzo, muchos periodistas se agolparon en torno a las mesas en forma de U en una pequeña sala en las entrañas de la imponente sede de la OMS en las alturas de Ginebra, no lejos de la frontera francesa.
La conferencia de prensa, prevista para las 17H00 locales, pudo ser seguida en las redes sociales, por teléfono y por Zoom.
Frente a los periodistas, Tedros, a su derecha Mike Ryan, encargado de urgencias en la OMS, y a la izquierda la directora general, Maria Van Kerkhove, encargada del expediente del covid-19. Esta científica desconocida del gran público encarnará desde entonces la lucha contra la pandemia.
El jefe de la OMS sacó dos bolígrafos de su saco, ajustó sus gafas y leyó su declaración.
“Estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y de gravedad, así como por los niveles alarmantes de inacción” en el mundo, dijo.
Y entonces declaró: “Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”.
En ese momento, menos de 4.300 personas habían muerto en el mundo, según cifras oficiales.
Cinco años más tarde los muertos se cuentan por millones, pero a mediados de marzo de ese año todavía no habían empezado los confinamientos, los hospitales no estaban desbordados y el hundimiento de la economía no se avizoraba.
Lea también: Bahía Blanca: falleció el chofer que intentó salvar a niñas desaparecidas
“Todos empezaron a actuar”
“La palabra ‘pandemia’ cambió la situación”, recuerda John Zarocostas, periodista que cubre para la AFP las agencias y ONG internacionales desde hace más de 30 años. “Tengo la impresión de que tenían que hacerlo” porque no lograban la reacción esperada de los Estados miembros desde el desencadenamiento de la USPPI
Para este veterano de las relaciones internacionales, “eso modificó la dinámica en términos de reacción de los gobiernos nacionales: todos empezaron a actuar”. Un retardo que frustró a la OMS. “El mundo está obsesionado por la palabra pandemia”, dijo Mike Ryan, para quien la advertencia de enero era más importante.
Nuevo botón de alarma
¿Puede repetirse una catástrofe similar? Para la OMS, la próxima pandemia solo es cuestión de tiempo. En diciembre de 2021, los Estados miembros de la organización, conscientes de las graves fallas frente al covid-19, comenzaron a trabajar en torno a un acuerdo internacional y obligatorio sobre la prevención y la preparación a las pandemias, para tratar de evitar que vuelvan a repetirse los mismos errores.
Las negociaciones son difíciles y una última sesión de negociaciones está aun prevista del 7 al 11 de abril, para finalizar el proyecto a tiempo para la asamblea anual de la OMS en mayo.
En espera, los países miembros lograron desempolvar el reglamento sanitario internacional. Y a partir de septiembre de este daño, el jefe de la OMS podrá declarar una “urgencia pandémica”.
En los cinco años transcurridos desde marzo de 2020, la OMS declaró la USPPI en dos ocasiones, ambas por epidemias de mpox.
El jefe de la OMS advierte regularmente a los países que no repitan el ciclo de negligencia seguido de pánico que caracterizó la pandemia de covid-19.