Una publicación del medio inglés, Daily Mail, refiere que en los mercados de China, donde se originó el brote del nuevo coronavirus, volvió la venta de carne de murciélagos y otros animales domésticos, silvestres y exóticos, para ser consumidos como alimentos o utilizados como productos medicinales, como si nada hubiera pasado y actualmente no hubiera una pandemia en curso y más de 33.551 personas fallecidas.
Así lo relató George Knowles, corresponsal del diario británico, quien asegura que en el lugar nada cambió. Siguen sin tomarse medidas de higiene para evitar un nuevo brote, todo esto, en medio de una importante aglomeración de personas.
En el mercado que visitó Knowles, Guillin, observó jaulas apilonadas con diferentes animales, entre gatos, perros, murciélagos, escorpiones, patos, y otros. Esto, sin ningún tipo de cuidado sanitario.
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En el lugar, los pobladores y clientes creen que el Covid-19 terminó, principalmente, por el levantamiento de la cuarentena en Hubei, provincia desde donde se extendió el virus hasta llegar a 177 países.
Hace unos días, China anunció que prácticamente ya no registraba contagiados locales y los pocos que tenían eran “importados”. El hecho, esperanzador, animó a las personas a volver a su vida normal y reactivar así la economía tras casi dos meses de cuarentena.
Animales silvestres y exóticos
En el país asiático, la gente consume carne fresca de perros y gatos, “plato tradicional” que se come caliente. Lo mismo que la carne de otros animales, como el pangolín, un mamífero pequeño y escamoso que se encuentra en partes de África y Asia y que es el más traficado del mundo. Existen ocho especies y todas están en peligro de extinción, según la Organización de las Naciones Unidas.
En los países asiáticos, su carne es considerada un manjar y sus escamas son utilizadas como ingrediente de medicina tradicional. Hace unos días, se habló de la posibilidad de que haya sido la fuente del nuevo coronavirus. Sin embargo, las investigaciones continúan en una carrera contra el tiempo para tratar de frenar al Covid-19.
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Hasta el momento, tampoco se llegó al paciente cero, en parte, porque el brote se mantuvo en silencio y se “acalló” a quienes lo denunciaron. Recién el 31 de diciembre del año pasado la Organización Mundial de la Salud notificó la existencia del virus.
“Junto a determinadas especies de murciélagos, los pangolines son los únicos mamíferos en los que se detectó coronavíridos como el que ahora castiga a los humanos”, refiere Edward Holmes, virólogo evolutivo de la Universidad de Sidney, Australia, y coautor del estudio que encontró un virus de la familia Coronoviridae en pangolines malayos.
Pero, la mayoría de los ojos parecen fijarse sobre los murciélagos como fuente del nuevo coronavirus. Susan Weiss, viróloga e investigadora de la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Philadelphia, Estados Unidos, considera que el murciélago puede ser la fuente, así como lo fue con los anteriores coronavirus SARS y MERS.
La científica explica que, para estar completamente seguros, debe encontrarse un virus idéntico en un murciélago. “Estos animales portan los virus y no mueren por ellos”, precisa Weiss. Dicho esto, lo mejor que puede hacer el hombre es evitar exponerse a los animales salvajes y a los mercados que venden animales vivos, pero, al parecer, es una lección de no aprender.
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