La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) dio a conocer su mensaje, bajo el título “Una palabra de esperanza”, un documento que expresa su cercanía espiritual con los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y comunidades cristianas, ante la difícil situación que se vive, generada por la rápida expansión del covid-19.
La Iglesia acompaña las medidas tomadas por los Estados pertenecientes al CELAM, pues estas acciones tienen por objetivo el bien común. “Acogemos la protección de las personas más susceptibles de padecer la enfermedad con mayor rigor”.
Al dirigirse a los laicos, asegura que los religiosos están en constante oración, e insta a los feligreses a comprender estos momentos tan excepcionales como el que estamos viviendo. “En cumplimiento de leyes gubernamentales, de las cuales no estamos exentos, en muchas Diócesis se ha debido reglamentar el cierre de los templos”, indica.
No obstante, el comunicado sostiene que los pastores no les dejan solos a los fieles, puesto que diariamente rezan, ofrecen eucaristía y procuran implementar espacios de encuentro a través de las herramientas tecnológicas. “La presencia de Dios no se queda encerrada en los muros de la iglesia, cada bautizado es un templo viviente donde habilita Dios”, indica.
Se dirige también a los sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos que acompañan físicamente a los enfermos, a las personas sin techo, a los migrantes y les desea que su misión sanitaria sea protegida “por el Señor y el Espíritu Santo confirme sus gestos concretos de caridad con palabras de fortaleza, consuelo y esperanza”.
Por último, a las personas que fueron contagiadas les desea fortaleza en medio de la debilidad. “Estamos rezando por ustedes para que recobren la salud”, concluye el documento.