Buenos Aires, ArgentinaRío de Janeiro, Brasil | por Ana Paula Pedrosa. Incluye datos de Paraguay en base al MSPBS (nota de la Editora de La Nación)
Cada dos minutos, cinco personas reciben un diagnóstico de cáncer en Latinoamérica. En el subcontinente, donde se producen 1,4 millones de nuevos casos y 673 mil muertes cada año, la enfermedad sigue avanzando.
En septiembre de 2018, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), vinculada a la OMS, actualizó el Observatorio Global del Cáncer y trazó un panorama alarmante: en todo el mundo, para 2040, la incidencia de la enfermedad crecerá un 63%, y el número de muertes trepará un 71,5 por ciento.
Sin embargo, en regiones menos desarrolladas, como América Latina, donde el diagnóstico precoz y el acceso al tratamiento son más difíciles, el escenario es aún más grave: el número de casos crecerá 78% en los próximos 22 años, llegando a los 2,5 millones anuales, y las muertes por cáncer prácticamente se duplicarán, llegando a 1,3 millones de fallecimientos cada año. Paralelamente, el acceso a la atención sanitaria en la región enfrenta serios problemas: según un estudio de The Lancet, más de 156 mil personas mueren cada año debido a la falta de acceso a servicios de la salud. La creciente necesidad de atención se enfrenta con sistemas de salud fragmentados, con falta de infraestructura, recursos humanos, diagnóstico, tratamiento y financiación.
La dificultad para hacerse una mamografía, principal herramienta para detectar un tumor mamario en las primeras etapas, es un ejemplo de ello. De acuerdo con el informe “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina: Una historia de luces y sombras”, publicado por The Economist Intelligence Unit, la cobertura del examen llega solamente a 46% de las mujeres argentinas. La tasa es más del doble de la de México, por ejemplo, donde solo los 22% de las mujeres hacen el examen, pero todavía está lejos de lo recomendado por la OMS. Según el órgano internacional, para que tengan efecto, los programas deben alcanzar por lo menos al 70% de la población.
Argentina
En Argentina, la previsión de la IARC es que los nuevos casos aumentarán 47,8% para 2040, pasando de los actuales 129.047 a 190.779. Las muertes, a su vez, pasarán de aproximadamente 69 mil hasta alrededor de 105 mil al año, un alza de 53,9 por ciento. El cáncer de mama es el más importante, tanto en incidencia como en número de muertes, según los datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC). Ese tipo de tumor representa 17% de los casos totales y casi un tercio de los cánceres en las mujeres.
El avance de la enfermedad requiere intervenciones inmediatas para superar los problemas de fragmentación del sistema de salud, que afectan el acceso a la atención. La Constitución de Argentina prevé que el Estado garantice 100% de cobertura a los pacientes con cáncer, pero los órganos reguladores del país todavía no han reglamentado cómo debe ser dicha cobertura. El país tiene siete subsistemas de salud pública, y alrededor de 20% de la población tiene doble cobertura, factores que, de acuerdo con el oncólogo Eduardo Cazap, una de las más importantes autoridades sobre el cáncer de la región, volvieron compleja la tarea de universalizar la atención a la población.
El país enfrenta problemas comunes al resto de Latinoamérica: poca inversión en prevención, dificultad en el diagnóstico precoz y en la atención primaria de la salud. “Una de las grandes dificultades es la capacidad resolutiva en los primeros niveles de atención, la escasez de médicos generalistas o de familia”, afirma el director de la Universidad Isalud, Rubén Torres.
Cazap afirma, además, que la prevención no recibe la atención necesaria del gobierno. “Programas de prevención son fundamentales para cuidar de la salud de nuestra población. Pero, lamentablemente, la mayor parte de los esfuerzos están dedicados al diagnóstico y el tratamiento. Se trata de un fallo en los sistemas, pues los políticos buscan resultados a corto plazo, y los resultados de la prevención solo se ven de forma evidente pasados muchos años”, explica el especialista, fundador y primer presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica (SLACOM), y que también presidió la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC).
Brasil
En Brasil, el número de casos anuales llegará a casi un millón en 2040 — 78% más que en la actualidad. Se estima que el número de muertes se duplicará, llegando a 476 mil anuales. “Por tener dimensiones continentales y por las desigualdades regionales, en nuestro país el acceso a la sanidad de manera general, y a la prevención y al tratamiento del cáncer de forma particular, es difícil”, declara el director clínico del Hospital de Amor, Dr. Paulo de Tarso Oliveira e Castro. El hospital es una de las mayores instituciones filantrópicas de prevención y tratamiento del cáncer en el país.
El médico añade que hay dificultades para la realización de los exámenes preventivos básicos y también para iniciar el tratamiento. La falta de acceso a los exámenes capaces de detectar los tumores tempranamente es uno de los factores que aumenta el riesgo en el país. En 2017, por ejemplo, 8,8 millones de mujeres brasileñas no consiguieron hacerse la mamografía periódica a través del Sistema Único de Salud (SUS), pagada por el gobierno — o sea, 76% del total del público objetivo.
Eso significa que tres de cada cuatro mujeres se han quedado sin el procedimiento, que es el principal medio para detectar el cáncer de mama de manera precoz. Este es el tipo de cáncer que mata más mujeres. El escenario ha empeorado en los últimos cinco años, de acuerdo con el presidente de la Sociedad Brasileña de Mastología, Antônio Luiz Frasson, quien recuerda que cuando el diagnóstico de la enfermedad es hecho en edad temprana, la probabilidad de curación puede ser de hasta 95 por ciento. Para alcanzar a toda la población femenina con 50 años o más, sería necessário realizar 11,5 millones de exámenes, pero solo se hicieron 2,7 millones — 24% del total. La Organización Mundial de la Salud recomienda una cobertura mínima del 70% de la población con mamografía.
Claudinéia Custódio de Oliveira es una de las mujeres que no han podido hacerse el examen a través del sistema público. En febrero del año pasado, el médico le había prescrito una mamografía para verificar si el nódulo que tenía en el seno era maligno. Para hacer el examen por el SUS, tendría que haber esperado aproximadamente cinco meses. Por eso, prefirió pagar no solo por la mamografía, sino también por todos los exámenes necesarios antes de comenzar el tratamiento. “Hice en 21 días lo que llevaría por lo menos un año por el SUS”, declara. Ocho meses después, ya estaba en fase final del tratamiento.
Paraguay
El Director del Instituto Nacional del Cáncer INCAN, Dr. Nelson Mitsui, en noviembre destacó el compromiso de los funcionarios que hacíaposible que el servicio siga funcionando, a pesar de los inconvenientes con suministros y falta de equipamiento.
En octubre, el Dr. Julio Mazzoleni, titular de la cartera de Salud hablaba de asegurar la atención universal, pero sobre todo la atención sostenida. "En cáncer, el tratamiento que no es sostenido no es tratamiento. Este marco que nos puede proveer la ley va a permitir también un canal de cooperación, va a permitir que se integren los esfuerzos de tanta gente que quiere ayudar en este tema”, señaló.
En Paraguay, el Cáncer de Mamas es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en general.
En enero de 2019 se promulgó la Ley “De Atención Integral a las Personas con Cáncer”, para lograr un tratamiento oportuno para los enfermos oncológicos.
La nueva Ley que fue sancionado el 13 de diciembre pasado por el congreso, establece la creación de un programa nacional de control del cáncer para unificar los esfuerzos de las instituciones de salud pública en todo el país.
"Con la promulgación de esta ley, se nos facilitará mucho más sobrellevar nuestra enfermedad. Para nosotros es un gran logro, porque lo veníamos peleando para conseguir”, destacó Maru Vera, presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares (APACFA).
Unos Gs. 112.000 millones, asignados por la Comisión Bicameral de Presupuesto serán destinados como fondo fijo, del programa nacional para este 2019.