Atenas, Grecia | AFP

El parlamento griego validó este viernes el nuevo nombre de Macedonia del Norte, la vecina república balcánica, en una de las decisiones más importantes de la historia reciente de Grecia.

Una mayoría de 153 diputados de los 300 que componen el parlamento pusieron fin a cerca de 30 años de disputa entre los dos países vecinos.

El acuerdo greco-macedonio que bautiza a la antigua ARYM como "República de Macedonia del Norte", fue adoptado al cabo de 40 horas de tumultuosos debates, y una acalorada sesión de abucheos y gritos cuando se anunciaban los "sí" y los "no".

Un diputado de extrema derecha gritó incluso "¡no a la traición!" al votar "no".

Tras la votación el primer ministro Alexis Tsipras se congratuló por el "día histórico". Su homólogo macedonio, Zoran Zaev, felicitó a "su amigo" Tsipras por esta "histórica victoria".

"De los 300 diputados, 153 votaron sí, 143 votaron no (...)", anunció el presidente de la cámara Nikos Voutsis, un resultado aplaudido de inmediato por la izquierda Syriza de Alexis Tsipras.

Este acuerdo allana el camino de la adhesión de la República de Macedonia a la Unión Europea (UE) y la Organización de la Alianza Atlántica (OTAN), bloqueado hasta ahora por el veto griego.

"Con este acuerdo, Grecia (...) recupera su historia, sus símbolos, su tradición", había afirmado previamente Tsipras, al instar al parlamento a "acabar con 30 años de inercia".

- Nacionalismo -

El acuerdo greco-macedonio, firmado el 17 de junio bajo la égida de la ONU, puede parecer anecdótico para los demás occidentales, pero ha generado gran debate en Grecia.

Para muchos griegos, especialmente del norte del país, donde se encuentra la provincia helena de Macedonia (lugar de nacimiento del antiguo rey Alejandro el Grande), la palabra "Macedonia" solo pertenece al patrimonio histórico griego. Algunos incluso temen que el país vecino tenga deseos de anexionar la provincia griega homónima.

Partidarios de rechazar el nuevo nombre del país vecino se congregaron desde la noche del jueves ante el parlamento.

"Hasta el final nos opondremos a este acuerdo. Incluso si lo aprueba el parlamento, continuaremos mostrando nuestra disconformidad y Macedonia seguirá siendo griega para siempre en nuestros corazones" declaró uno de los asistentes a la manifestación, Michalis, que vino de Kalamata (sur).

El domingo, una manifestación de 60.000 a 100.000 personas provocó enfrentamientos con los efectivos antidisturbios, dejando unos 40 heridos.

El gobierno acusó directamente a "extremistas" del partido neonazi Amanecer Dorado, que intentaban penetrar en el Parlamento.

La mayoría de los partidos políticos griegos se oponía claramente al nuevo nombre de Macedonia del Norte, ya sean de extrema derecha, los socialistas de Kinal, los comunistas de KKE o la gran formación conservadora Nueva Democracia, que cuenta con 78 diputados.

Pero el gobierno pudo contar su ligera mayoría en la cámara: los 145 diputados de su partido, Syriza, además de media docena de diputados más, disidentes de los pequeños partidos de centro-izquierda Kinal y Potami.

- Una vieja disputa -

Después del sí de los diputados de Macedonia del Norte, hace dos semanas, la ratificación por parte del Parlamento griego era el último acto de una disputa que se remonta a los años 1990, cuando se creó este pequeño país de los Balcanes, tras la disolución de Yugoslavia.

El acuerdo greco-macedonio suscita en Grecia la oposición del 62% de las personas interrogadas, según un sondeo de Pulse SKAI TV publicado el jueves. Los opositores sumaban eran 69,5% según un anterior sondeo de Proto Thema difundido el domingo.

La coalición gubernamental de Alexis Tsipras fue la primera víctima de este controvertido acuerdo la semana pasada, cuando la salida del partido soberanista de los Griegos Independientes (Anel), fiel aliado del primer ministro, y la dimisión de su líder, Panos Kammenos, de la cartera de Defensa, debilitaron a la mayoría del gobierno.

En un voto de confianza, Alexis Tsipras pudo asegurarse el apoyo de 151 diputados, aunque la suya sigue siendo una mayoría frágil.

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