Teherán, Irán | AFP |
El presidente iraní Hasan Rohani prometió este sábado una respuesta "terrible" de su país tras el atentado durante un desfile militar que causó 29 muertos en el suroeste de Irán, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El atentado, calificado de "terrorista" por las autoridades iraníes, que acusaron a un "régimen extranjero" apoyado por Washington de estar detrás, tuvo lugar en Ahvaz, la capital de la provincia de Juzestán, con mayoría de población árabe.
El ataque, reivindicado por el EI, se produjo en un clima de tensiones muy fuertes entre Irán y Estados Unidos, que en noviembre ampliará las sanciones contra la República Islámica.
"La respuesta de la República islámica a la más mínima amenaza será terrible", declaró Rohani, según un comunicado publicado en su página web oficial. "Quienes aportan apoyo en materia de inteligencia y propaganda a estos terroristas tendrán que responder por ello", añade el texto.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, había antes acusado a un régimen extranjero apoyado por Washington.
"Terroristas reclutados, entrenados y pagados por un régimen extranjero atacaron Ahvaz. [...] Irán considera que los padrinos regionales del terrorismo y sus maestros estadounidenses son responsables de tales ataques", tuiteó Zarif.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, había acusado previamente a los atacantes de estar vinculados a un grupo separatista árabe apoyado "por Arabia Saudita".
"Hasta ahora este atentado terrorista dejó 29 mártires y 57 heridos", anunció el canal de TV oficial en lengua árabe Al Alam, citando al diputado Mojtaba Zolnuri, miembro de la comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores. Un anterior balance dio cuenta de 24 muertos.
"Entre los mártires hay una niña y un excombatiente que murió sobre su silla de ruedas", declaró un general de brigada, Abolfazl Shekarshi, portavoz de las fuerzas armadas iraníes en la televisión de Estado.
“Alimentados por Arabia Saudita”
"De los cuatro terroristas, tres fueron enviados al infierno en el mismo lugar del ataque, y el cuarto, que resultó herido y fue detenido, se unió a ellos en el infierno poco después debido a la gravedad de sus heridas", añadió este general de los Guardianes de la Revolución.
Ali-Hosein Hoseinzadé, vicegobernador de la provincia de Juzestán, citado antes por la agencia semi oficial Isna, dijo que un periodistas y "ocho o nueve militares" figuraban entre los muertos.
Varios medios iraníes señalaban que los asaltantes iban ataviados con vestimenta militar.
"Quienes abrieron fuego contra la gente y las Fuerzas Armadas están vinculados con el movimiento Al Ahvazieh", declaró por su parte Ramezan Sharif, portavoz de los Guardianes de la Revolución, citado por Isna.
"Están alimentados por Arabia Saudita e intentaron hacer sombra a la potencia de las Fuerzas Armadas" iraníes, añadió.
El atentado ocurrió en un día de desfiles militares para conmemorar el inicio por Bagdad del conflicto Irán-Irak (1980-1988) y la resistencia de la "defensa sagrada" iraní durante esta "guerra impuesta", según los términos oficiales.
El presidente ruso Vladimir Putin dijo estar "horrorizado" por el ataque y presentó su pésame a Rohani, según el Kremlin.
"Esto nos recuerda la necesidad de una batalla sin compromisos contra el terrorismo bajo todas sus formas", dijo Putin, aliado junto a Irán en apoyo al régimen sirio de Bashar al Asad.
Juzestán fue una de las provincias iraníes más afectadas por los combates durante la guerra Irán-Irak. El líder iraquí Sadam Husein pensaba que la población árabe de la región recibiría a sus soldados como liberadores, pero aquella se mostró fiel a Irán en su conjunto.
“El valor de nuestros misiles”
Irán ha sido escenario en los últimos años de varios ataques, en muchos casos contra los Guardianes de la Revolución.
El 20 de julio de 2018, al menos 10 miembros de los Guardianes de la Revolución murieron en un ataque llevado a cabo por los insurgentes contra una de sus bases en la localidad de Dari, en el noroeste del Kurdistán iraní.
El 7 de junio de 2017, unos hombres armados y kamikazes atacaron el Parlamento y el mausoleo del imán Jomeini en Teherán, provocando 17 muertos y decenas de heridos, que fueron los primeros ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irán.
Los Guardianes de la Revolución denunciaron entonces la "implicación" de Arabia Saudita y de Estados Unidos en los atentados.
Irán es acusado regularmente por Arabia Saudita y su aliado estadounidense de querer desestabilizar la región.
En un discurso pronunciado en la capital, el presidente iraní, Hasan Rohani, declaró el sábado poco antes del atentado que su país aumentaría “día a día” sus “capacidades defensivas”, en referencia a los misiles que desarrolla su país, algo que preocupa a los occidentales.