Lima, Perú | AFP
El presidente peruano, Martín Vizcarra, promulgó este viernes una ley que crea un banco de perfiles genéticos que ayudará en la búsqueda de desaparecidos durante el conflicto armado interno (1980-2000), cuya cifra se estima en 20.000 personas.
"En memoria de los miles desaparecidos y de sus familiares que incansablemente siguen en su búsqueda firmo este decreto legislativo para en algo compensar este sufrimiento", dijo Vizcarra al promulgar la norma en una ceremonia en el palacio de gobierno.
"Este banco de datos genéticos es para que las personas que perdieron a sus familiares tengan algo alivio de poder identificar a sus familiares", añadió Vizcarra en la ceremonia, a la que asistieron dirigentes de organizaciones de familiares de desaparecidos.
El ministro de Justicia, Vicente Zeballos, explicó que con el banco "se podrá realizar el cruce de los perfiles genéticos de familiares con las muestras del ADN hallado en los restos óseos de las personas desaparecidas" que sean recuperados.
La presidenta de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados Detenidos y Desaparecidos, Juana Carrión, destacó que "muchas madres, muchos hijos fallecieron (sin conocer el destino de sus parientes) porque no había este banco genético".
Perú elevó en abril a más de 20.000 la cantidad de desaparecidos en el conflicto armado interno vivido entre 1980 y 2000, un tercio más de la cifra que manejaba hasta entonces la fiscalía.
En detalle, la lista incluye a 20.329 personas reportadas como desaparecidas durante las dos décadas de violencia política, desde que la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso lanzó una "guerra popular del campo a la ciudad", hasta su derrota militar ante las fuerzas de seguridad.
El listado menciona, por primera vez, el nombre de cada desaparecido, lugar y fecha de la desaparición, circunstancias en que ocurrió y fuentes que sirvieron de base para confeccionar el registro.
De los 20.329 desaparecidos, solo han sido hallados los restos de 865 personas, restituidos a sus familiares para su sepultura.
La región surandina de Ayacucho, epicentro de la violencia y cuna de Sendero Luminoso, concentra un 40% de los casos.
La guerra interna iniciada por Sendero se destacó por la crueldad de sus acciones, que abarcó una estrategia de tierra arrasada en zonas rurales y atentados terroristas en las ciudades.
La represión de las fuerzas de seguridad registró de su lado "ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada de personas, torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes", según el informe de una Comisión de la Verdad y Reconciliación, difundido en 2003.
Dicho informe cifró en unas 70.000 personas las víctimas del conflicto. También resaltó que existían más de 4.000 fosas comunes en las zonas donde se focalizó el conflicto.