Roma, Italia | AFP |
El barco humanitario "Aquarius", otra vez frente a la costa de Libia, anunció que seguía su misión tras haber rescatado a 141 personas en dos operaciones separadas el viernes.
Las oenegés SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmaron en Twitter que su navío "sigue en la zona de búsqueda y rescate, atento a cualquier otra embarcación en peligro".
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, líder de la Liga (extrema derecha) precisó el sábado en una entrevista radial a la cadena Rai que el Aquarius, "propiedad de un armador alemán con bandera de Gibraltar", "jamás verá un puerto italiano".
Por su lado, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, celebró en un video divulgado en Facebook una importante disminución de los desembarcos de inmigrantes en las costas italianas en el transcurso de sus dos primeros meses en el poder (-85% en relación a junio-julio 2017). Un objetivo que a su juicio se alcanzó "sin perder de vista jamás la protección de los derechos de los refugiados y de los solicitantes de asilo y la garantía de un recibimiento digno", resaltó.
El viernes por la mañana, el barco rescató a 25 migrantes que se encontraban a la deriva en una pequeña embarcación de madera, a 26 millas náuticas de las costes libias, al norte de Zuara.
En una segunda operación, el "Aquarius" rescató a 116 personas, 67 de ellas menores no acompañados, en su mayoría originarios de Somalia y Eritrea.
Según las oenegés, su embarcación de madera, "sobrecargada", sin agua ni comida, se encontraba a 26 millas náuticas de las costas libias, al norte de Abu Kammash.
El "Aquarius" en junio a rescató a 630 migrantes también cerca de la costa de Libia. Salvini, como ministro del Interior, se negó entonces a dejarlos desembarcar en Italia. Las autoridades maltesas cerraron también sus puertos al navío. Su odisea acabó en el puerto español de Valencia.
Las autoridades italianas también dijeron que están observando la llegada de veleros que transportan migrantes desde Turquía.
La guardia costera italiana anunció que había interceptado un velero que transportaba a 61 hombres paquistaníes desde Turquía, de bandera estadounidense, la noche del jueves al viernes.
Los migrantes, que llegaron a Sicilia dijeron que cada uno pagó 5.000 euros por el viaje.
En otro caso similar, 72 personas, en su mayoría kurdos, iraquíes y afganos, entre ellos 12 menores y 29 mujeres, llegaron el viernes a Calabria tras viajar en un velero de bandera turca.