Bagdad, Irak | AFP, por Paul HANDLEY / con Ahmad AL-RUBAYE en la base aérea de Tal Afar.
El secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, inició el martes una visita a Bagdad para reafirmar el apoyo de Estados Unidos a Irak en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), cercado en uno de sus últimos bastiones en ese país.
"De momento, la prioridad es vencer al EI en Irak y restaurar la soberanía y la integridad territorial" del país, afirmó Mattis a los periodistas antes de llegar a Bagdad. Allí se reunirá con el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, y con otros responsables iraquíes, así como con Massud Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, en Erbil.
En 2014, durante una fulgurante ofensiva, la organización extremista se apoderó de casi un tercio del país. Desde entonces, las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la coalición internacional antiyihadista y por unidades paramilitares, han ido expulsando a los yihadistas de sus feudos progresivamente. A principios de julio recuperaron Mosul, segunda ciudad del país.
El domingo lanzaron un asalto contra Tal Afar, una ciudad histórica de 200.000 habitantes en manos del EI, a 70 km al este de Mosul, en el norte del país.
– ‘El EI no desaparecerá tan pronto’ –
El martes, las fuerzas iraquíes agrupadas a las puertas de Tal Afar combatían a los yihadistas, atrincherados en la ciudad -habría un millar, según responsables locales-, que respondían con tiros de artillería.
"El asalto fue lanzado contra la misma ciudad", indicó a la AFP Ahmed Al Asadi, portavoz de Hashd Al Shaabi, unas unidades paramilitares dominadas por milicias chiitas.
Este portavoz mencionó combates "violentos, mientras que las diferentes unidades del ejército, la policía y del Hashd están desplegados en varios frentes, rodeando toda la ciudad.
El enviado del presidente estadounidense, Donald Trump, para la coalición internacional en Irak, Brett McGurk, indicó que en las primeras 24 horas de su ofensiva, las fuerzas antiyihadistas habían conquistado 235 km². "Será una batalla muy dura", matizó, no obstante, antes de que Mattis llegara a Bagdad.
"Los días del EI están contados, seguro", consideró Mattis, pero el grupo ultrarradical, que la semana pasada reivindicó unos mortíferos atentados en España y Rusia, "todavía no ha desaparecido y eso no ocurrirá tan pronto".
En 2014, la toma de Mosul por el EI frente a las fuerzas gubernamentales en plena debacle hizo temer a algunos un derrumbe completo del Estado iraquí.
La "liberación" de la ciudad, proclamada con gran pompa en julio por Abadi, restauró la confianza, aseguró Mattis, si bien las fuerzas iraquíes registraron "más de 1.200 muertos y de 6.000 heridos".
Esta victoria, afirmó, no habría podido producirse "sin la mano firme del primer ministro Abadi, que reconstituyó este ejército, destrozado en 2014, un ejército que heredó" al suceder a Nuri Al Maliki, ni sin el apoyo de Estados Unidos.
– Desafío kurdo –
El jefe del Pentágono espera mantener a algunas fuerzas en el país para entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes, con el objetivo de impedir un resurgimiento del EI, explicó Nicholas Heras, experto del Center for a New American Security, en Washington. Pero, advierte, se topará con la resistencia de las milicias chiitas y de Irán.
Mattis dijo que hablará con sus interlocutores sobre cómo aprovechar el frente común contra los yihadistas, formado desde hace tres años, para impedir las fracturas políticas en el país y limitar la influencia del vecino iraní.
Uno de los primeros desafíos que tendrá que enfrentar el gobierno federal es el referéndum sobre la independencia del Kurdistán iraquí, previsto el 25 de septiembre.
Washington se opone firmemente al mismo pues, según McGurk, "podría ser catastrófico para la campaña anti-EI". "No solo Estados Unidos, todos los miembros de nuestra coalición creen que no es un buen momento para organizar este referéndum", recalcó.
Mattis, cuya gira de cinco días lo llevará a Jordania, Irak, Turquía y Ucrania, también discutirá sobre la reconstrucción y el realojamiento de los cientos de miles de desplazados, principalmente de Mosul. "Eso no ocurrirá de un día para el otro", advirtió.