Lima, Perú | AFP |
El encarcelado expresidente peruano Alberto Fujimori compartió frazadas y panes con queso con su compañero de presidio y adversario político, el exmandatario Ollanta Humala, en su primera noche preso en la misma cárcel, reveló el lunes su hijo Kenji Fujimori, portador de la encomienda.
"Llévale esto", le dijo su padre al benjamín de los Fujimori, quien señaló que el exmandatario "sacó unas viandas y preparó él mismo unos panes con queso", según una crónica que escribió este lunes en el diario El Comercio.
Kenji Fujimori narró con detalles que el viernes, al visitar a su padre en la prisión policial limeña donde se encuentra recluido, pidió a las autoridades permiso para ver a Humala, quien llegó a ese mismo recinto el último jueves.
Cita que duró horas
La cita se concretó y duró varias horas. Kenji dijo que quedó impactado al percatarse de que Humala carecía de vituallas.
El expresidente Humala cumple desde el jueves 18 meses de prisión preventiva en un caso de lavado de activos por recibir fondos irregulares de la brasileña Odebrecht y de Venezuela para financiar sus campañas electorales de 2011 y 2006, según un fallo judicial. Su esposa, Nadine Heredia, cumple similar fallo en una cárcel de mujeres.
"No tiene nada de nada, ni toalla", le comentó Kenji Fujimori a su padre. Ello gatilló la solidaridad entre los dos únicos presos de la base policial: "llévale esta frazada y este sacón, para que se abrigue", dijo Alberto Fujimori a su hijo.
El encuentro de Kenji con Ollanta Humala fue confirmado por allegados a los dos expresidentes. El menor de los Fujimori volvió a visitar la prisión este lunes, según imágenes difundidas por televisión.
"Nadie sabe lo que es la primera noche en la cárcel", escribió Kenji Fujimori, quien evocó el primer día de su padre preso, como una fecha "que nunca podré olvidar". Su visita a Humala provocó gran revuelo mediático. "La política es una cosa, la vida es otra. Es la hora de curar heridas", resumió Fujimori hijo.
Humala, un teniente coronel del ejército, lideró en octubre del 2000 una asonada militar contra el entonces presidente Alberto Fujimori. El alzamiento sólo fue acatado por un pelotón de soldados, pero Fujimori renunció dos semanas después arrastrado por un escándalo de corrupción.
En 2013, Humala rehusó indultar a Fujimori. El gobernante alegó que la salud de Fujimori no estaba en riesgo, condición esencial para un perdón presidencial humanitario.