• Por Viviana Orrego
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• FOTOS: Nadia Monges

Docentes de la Universidad Nacional, con formación terciaria, ganan 10 veces menos que un ascensorista del Congreso, cuyo salario es mayor al de un rector de la alta casa de estudio, responsable de la formación de miles de paraguayos. Hoy, mientras el Estado sigue despilfarrando dinero en el prebendarismo, los educadores piden la reivindicación de su rol y la nivelación salarial.

En nuestro país, el salario de un ascensorista del Congreso, sin título de grado, es 10 veces mayor al sueldo de un docente encargado de cátedra de una facultad de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), con formación terciaria, y mayor al sueldo de un rector de la alta casa de estudios, encargada de la formación de miles de paraguayos. Si bien ambas labores son igualmente dignas, no hay dudas de que el rol de un docente es más significativo en la vida de cualquier ser humano, ya que la enseñanza de las primeras letras del abecedario y sus sonidos, así como la formación y la motivación a un futuro profesional en una carrera dejan huellas imborrables.

Dicho esto, no se explica porqué un oficio que no requiere de tanto estudio ni formación cuenta con mejor paga que la noble y sacrificada labor de enseñar que, sin embargo, requiere de mucha capacitación y constante actualización, sin mencionar el tiempo invertido a diario en relación a las horas pagadas.

Para la socióloga Milda Rivarola, la causa de esta brecha salarial injusta es que el Estado malgasta en rubros que no son necesarios. “Se gasta mucho en todo lo que es el prebendarismo, el clientelismo, por eso el funcionariado de los legisladores tienen salarios altísimos en comparación al funcionario de la educación”, precisa.

Afirma que tanto el profesor de escuela como el universitario no ganan bien. Sostiene que los docentes universitarios deberían tener incentivos salariales para dedicarse por completo a la enseñanza y a la investigación. “El sueldo que perciben no les alcanza para vivir. Muchos deben dedicarse a otras actividades. Sin embargo, los legisladores se autoasignan sus salarios. El Estado paraguayo sigue despilfarrando dinero para asegurar el apoyo político”, sostiene Rivarola.

En este escenario, los docentes paraguayos piden hoy la reivindicación de su rol y la nivelación salarial. Ellos no se sienten respetados. Factor elemental al momento de lograr el éxito en un sistema educativo, como es el caso de Finlandia, uno de los mejores del mundo, donde los profesores sienten el respeto tanto de parte de los alumnos, padres y Estado, a decir de la pedagoga sueca Inger Enkvist. “La labor docente es fundamental en el proceso educativo, los desafíos son cada vez mayores ante los avances de la ciencia y tecnología, que nos obligan a capacitarnos más en nuevas técnicas pedagógicas y en el manejo de herramientas informáticas, que complejizaron la tarea pero la tornaron más interesante”, asegura Carla Decoud, docente técnica de la UNA.

Cuando un profesional se inicia en la docencia en la UNA, el primer cargo al que accede es al de encargado de cátedra de una asignatura o materia que no tiene un profesor escalafonado. Después de cierto tiempo, puede solicitar escalafonar y acceder a profesor asistente. El siguiente nivel es profesor adjunto y el último titular. Para llegar a este punto, se habla, como mínimo, de 13 años de trayectoria.

Atendiendo a esta realidad y con la mira puesta en conseguir la tan ansiada nivelación salarial, gremios docentes de la UNA hicieron brazos caídos durante una tensa semana de confrontaciones con el Ministerio de Hacienda, al que exigen cumplir con lo prometido: destinar G. 28.000.000.000 para el segundo semestre del 2019 y otros G. 56.000.000.000 para los dos semestres del 2020, para así nivelar la brecha salarial existente entre unos 12.000 docentes de aula y de gestión académica. Tanta es la necesidad que incluso la rectora Zully Vera de Molinas, el vicerrector y los decanos cedieron su nivelación para que sus pares reciban una mejor paga.

Rubén Franco, encargado de cátedra y profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Agrarias y presidente de la Unión de Gremios y Sindicatos de Profesores de la UNA (UGSPU), explica que 20 o 30 años atrás, cada facultad de la Universidad Nacional gestionaba su propio presupuesto, tanto en el Ministerio de Hacienda como en el Congreso Nacional. A raíz de esto, se crearon al menos 200 categorías docentes y para una misma categoría salarios diferentes entre una facultad y otra. “Hoy, un profesor titular en una facultad X gana G. 1.700.000 mientras otro de la misma categoría pero en otra facultad gana G. 5.000.000. Con la nivelación salarial lo que buscamos es disminuir la brecha con respecto a los que ganan más”, precisa Franco.

Actualmente, tras un trabajo de reingeniería en busca de la nivelación, se eliminaron 175 rangos y quedaron solo 25 categorías docentes, que se dividen en de aula y de gestión.

Los maestros de aula y catedráticos escolares no están exentos a la injusta paga. Si bien en el 2016 hubo un acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos de docentes para instalar el salario básico profesional para este gremio en un periodo de cuatro años, estableciéndose un reajuste del 16% de incremento anual, los docentes salen a manifestarse cada año para recordar el pacto.

Jorge Martínez, director general del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), refiere que el salario básico profesional para los maestros se instalaría en el 2021 y que actualmente un profesor de grado con categoría LCE gana G. 2.699.894 al mes por trabajar en un turno. Mientras que otro con categoría ZZ2, que tiene 130 horas en un turno y puede llegar hasta 260 horas distribuidas en 3 turnos, gana G. 3.545.490. Se calcula a razón de G. 27.273 por hora cátedra. “Este es el salario básico de un maestro de grado o catedrático de Educación Escolar Básica y Media, sin tener en cuenta el escalafón docente”, explica y agrega que el escalafón docente es un beneficio al que tienen derecho los educadores por el ejercicio de la carrera docente.

En función a este, se paga un porcentaje del salario total que percibe el docente y se hace un ajuste cada 5 años. Para acceder a este beneficio en el primer quinquenio, el educador debe inscribirse para el proceso de calificación en el 4º año. En este caso, se le paga en concepto de antigüedad 5% sobre su salario. Para el segundo quinquenio, ya se le paga 10% antigüedad y también se califica su formación académica, revela Martínez.

“Es justo que el docente tenga una remuneración digna y acorde a su profesión, que es un apostolado que se ejerce muchas veces con muchas dificultades. El docente paraguayo es muy sacrificado. Considero que con los ajustes que se realizarán hasta el 2021, como dice el acuerdo, el educador paraguayo tendrá un salario digno y acorde a las responsabilidades inherentes al ejercicio de la docencia. Claro, siempre que las condiciones referidas al poder adquisitivo de su salario se mantengan constantes”, resume Martínez.

Nancy Ovelar, ex viceministra de Educación, refiere que no hay una sola iniciativa que apunte a la transformación del desempeño del docente. “Debemos ocuparnos de los docentes en primer lugar y, obviamente, a través de ellos ocuparnos de los niños y jóvenes estudiantes”, asegura la ex viceministra y precisa que existe una gran población de educadores que está esperando propuestas inteligentes y orientaciones claras.

“La capacitación masificada, en la que se juntan en tinglados a al menos 400 docentes para desarrollar temas generales, no sirve. La solución sería capacitar por área, distrito, departamento del país, donde cada población vive una realidad distinta a las demás. Necesitamos territorializar la capacitación, conformar equipos de especialistas por áreas, de manera que se logre movilizar a los docentes. El aula es el laboratorio pedagógico del docente y es ahí donde tiene que llegar el MEC, con propuestas claras y con incentivos oportunos. Hay mucha gente valiosa en el sector educativo, que hoy está dispersa y desmoralizada porque no hay una política de incentivos”, concluye Ovelar.

En la UNA los recursos son cada vez más insuficientes. Hay carreras nuevas respondiendo al mercado, pero el Estado no las acompaña con presupuesto.

En la Facultad de Ciencias Económicas y Naturales los profesores que enseñamos cuatro asignaturas cobramos solo por tres y una lo hacemos ad honorem. Esto, sencillamente, porque no hay presupuesto. En el primer semestre enseño dos asignaturas y se me paga, en el segundo semestre enseño dos asignaturas y me pagan solo por una. En Facen esto es una condición. Cuando ganas la cátedra o rubro para que se te asigne, ya te dicen bien: El presupuesto no alcanza y por un rubro debes enseñar dos asignaturas. Todos los docentes enseñamos así desde hace más de 10 años.

En la UNA los recursos cada vez son más insuficientes. Tenemos carreras nuevas respondiendo al mercado laboral o las necesidades y el Estado no acompaña estas nuevas carreras con el presupuesto. Es decir, mientras tenemos el crecimiento de las facultades con nuevas ofertas académicas por los requerimientos del mercado, tenemos cortes de presupuestos o topes presupuestarios. Entonces, la única forma de paliar es buscando otros mecanismos. Facen encontró este mecanismo de la colaboración ad honorem de los profesores.

Es fundamental reivindicar la labor docente. Primero, porque si no se paga bien a los docentes de la Universidad Nacional, las universidades privadas van a llevarse a los mejores profesores. Ellos ofrecen salarios mejores de lo que percibimos aquí en la Universidad Nacional. Entonces, para mantener una calidad de enseñanza hay que tener profesionales altamente capacitados y muy preparados para enseñar. Lastimosamente, los docentes irán migrando a las casas de estudio privadas, entonces la gente que no tiene la capacidad o la solvencia económica para ir a una privada va tener una educación con bajo nivel de calidad en la UNA.

Si siguen asfixiando a la UNA van a pasar dos cosas: Los docentes vamos a migrar a universidades privadas, con lo que va a decaer la calidad educativa, conste que la Universidad Nacional actualmente es considerada por lejos la mejor universidad en Paraguay, por eso tenemos más de 1.000 postulantes a Medicina UNA cada año y solo hay lugar para 130. Quedan los mejores, lo mismo pasa en Veterinaria, Ingeniería, Agronomía y las demás unidades académicas. Entonces, la UNA, si quiere retener a sus buenos docentes, teniendo los laboratorios de gran calidad, va tener que alzar sus aranceles y, eso sería negarle la oportunidad de estudiar a los pobres, concluyó.

Unas 25 IFDs y universidades implementan desde agosto pruebas estandarizadas para el ingreso de futuros profesionales de la educación a la carrera docente.

La demanda por calidad educativa empuja a las autoridades a mejorar la oferta académica para los futuros profesionales de la educación y que estos a su vez puedan llegar al aula con visiones y formas de enseñar innovadoras a las nuevas generaciones. En este sentido, desde agosto pasado se aplican en 25 universidades e Institutos de Formación Docente (IFD) pruebas estandarizadas que determinan a la comprensión lectora y el pensamiento lógico matemático como requisitos para acceder a los cursos probatorios para ingresar a la carrera terciaria de formación docente, explica Celeste Mancuello, viceministra de Educación Superior.

La implementación de este nuevo y renovado plan de formación inicial docente inició en agosto pasado con el examen de admisión, o prueba estandarizada, en matemática, castellano y guaraní para los futuros docentes, donde un total de 5.492 postulantes se jugaron por convertirse en maestros simultáneamente en 23 sedes de todo el país. De ese total, lograron ingresar al curso probatorio 3.202 personas, quienes ya están dentro del cursillo y que deberán volver a rendir en diciembre próximo para realizar el curso de formación docente durante los próximos tres años. “Esta importante cantidad demuestra que hay una apuesta muy grande de los jóvenes a querer ser docentes. El objetivo es que los mejores sean los maestros, apostando a la excelencia mediante la formación durante tres años”, manifiesta.

El Ministerio de Educación lidera el proceso desde el Viceministerio de Educación Superior en la implementación de las pruebas estandarizadas para el curso probatorio y para el examen de admisión a la carrera docente mediante un convenio con los institutos de formación y universidades, donde se imparte la capacitación. También lideró el proceso de creación del nuevo currículo.

El plan maestro de formación contempla el cambio del currículo, donde se incorporará el idioma inglés con competencia de habla y escritura, al igual que el guaraní. También se incorporará la tecnología como competencia en robótica, pensamiento lógico y todo lo que tenga que ver con la revolución 4.0. Igualmente, serán insertadas al currículo las habilidades blandas.

El nuevo mecanismo de egreso de la formación inicial de docentes propone que al culminar la formación, al cabo de tres años, el estudiante que haya aprobado todas las evaluaciones de aprendizaje en su institución formadora y, con la certificación de esta, se presente a un examen de estado. El mismo estará constituido por procedimientos evaluativos (pruebas estandarizadas) que determinen los niveles de competencia profesional para la docencia: conocimientos, habilidades para la enseñanza, habilidades para la gestión educativa, actitudes para el relacionamiento con estudiantes y con la comunidad educativa. La aprobación de este examen de estado será condición para la obtención del título de docente y, por consiguiente, de la matrícula profesional docente. Además, la aprobación del examen de estado será suficiente determinación de la competencia del novel docente para incorporarse, sin más trámites, al banco de datos de docentes elegibles para los cargos en concurso.

La formación inicial de docentes cuenta con nuevo currículum (con asistencia técnica de una consultoría respaldada por la Unión Europea) con las siguientes características: Centrado en el aprendizaje de los estudiantes, que privilegia la metodología de enseñanza por sobre el contenido mismo; basado en desarrollo de competencias; construido con créditos académicos; trabaja las habilidades para la vida; permite la articulación con la formación de grado; permite la investigación acción; desarrollo de competencias comunicativas del inglés como lengua extranjera.

Atendiendo al juramento que hizo Petta, ayer un grupo de padres del colegio NSA lo denunció ante la Fiscalía por mal desempeño en sus funciones.

A siete meses del inicio de clases y a un mes del cierre del año lectivo, de forma inexplicable sigue la falta de docentes en aulas de 50 colegios, entre ellos el colegio capitalino Nuestra Señora de la Asunción, lo que afecta la educación de al menos 40.000 estudiantes de todo el país. Ante esta preocupante situación, que denota total desidia de las autoridades hacia la educación, un grupo de padres del Colegio NSA denunciaron al ministro de educación.

Eduardo Petta San Martín, quien habría jurado hace poco más de un año como ministro de Educación, exclamando “Que Dios y la Patria me lo demanden”, fue denunciado por mal desempeño de sus funciones en carácter de ministro y por violar el artículo Nº 73 de la Constitución Nacional del “Derecho a la Educación y sus fines”. La denuncia fue radicada en la Fiscalía General del Estado por parte de un grupo de padres, preocupados por la falta de clases de los estudiantes, lo cual representa un daño irreversible para su formación. Exigen una amplia investigación por la falta de docentes en instituciones educativas y una sanción penal y civil contra Petta.

“Siendo esto un compromiso asumido por las autoridades nacionales al asumir sus funciones, recordando lo jurado a la falta del cumplimiento en sus funciones: “Que Dios y la Patria me los demanden”, pues hoy la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, la patria lo demanda”, reza la denuncia presentada a la Fiscalía General.

El Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) presentó también una lista de 50 colegios donde existe faltante de docentes y lamentan que habiendo la figura –en la Ley Nº1.725 Estatuto del Educador– de convocar y contratar a maestros interinos para cubrir los faltantes sigan habiendo colegios sin docentes.