Por Adriana Zacarías, periodista adriana.zacarias@gruponacion. com.py

Inundaciones atípicas, sequías prolongadas e incendios de grandes proporciones, altas temperaturas y fuertes tormentas son efectos del daño que le estamos causando al lugar donde vivimos.

En julio de este año el mundo experimentó el mes más caluroso nunca antes registrado desde que empezaron las mediciones en 1880. Así lo confirmó la agencia NOAA de Estados Unidos. El incremento de la temperatura es un síntoma del daño que le estamos causando al lugar donde vivimos. Es un efecto del cambio climático.

La vida en la tierra está en peligro. En parte porque transformamos e invadimos territorios naturales, pero principalmente porque no cuidamos ni respetamos el planeta donde vivimos. El ser humano fue cambiando su entorno natural por los avances industriales y tecnológicos en detrimento de la calidad de vida, dando lugar a la progresiva aparición de contaminantes a su paso.

Así fue como en julio de este año la temperatura global llegó a los 0,95 ºC por encima del promedio del siglo XX, de 15,8 ºC. Y, lo que es peor, se prevé que siga subiendo entre 1,1 ºC y 6,4 ºC en este siglo. “Los cambios climáticos son variaciones que va teniendo el clima a través del tiempo. Subir un grado a nivel mundial es catastrófico”, aseguró Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).

La comunidad científica y ambientalista advirtió que si bien los cambios son cíclicos, no es menos cierto que la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, producidos por la acción del hombre, contribuyen a que estos fenómenos sean cada vez más intensos. En consecuencia, afectan a la biodiversidad y a la calidad de vida, así como al bolsillo del Estado, al que le cuesta caro reparar los daños por desastres naturales, sin mencionar las pérdidas de vida.

Ahora bien, para entender el cambio climático primero debemos aproximarnos a la causa, el calentamiento global, que se debe a dos factores, natural y antrópica, que aportan a la emisión de gases que producen el efecto invernadero en la atmósfera.

El efecto invernadero es un fenómeno en el cual la radiación de calor de la superficie del planeta es absorbida por los gases de la atmósfera, que luego regresan a la tierra en forma de calor. Cuanto más gases de invernadero hay, más calor es retenido. El incremento de absorción de dióxido de carbono (CO2) por parte de la tierra perjudica a la vida en el planeta.

“Los gases de fluorocarbono emitidos por aerosoles y vehículos hacen que se forme una capa por estos componentes, donde entra la luz del sol (radiactiva) y no sale. No puede salir debido a las longitudes de onda que tienen. Le dicen efecto invernadero porque entra la luz y no deja salir. Tenés un tatakua, calentás, después se queda con ese calor. Siguen las brasas”, ejemplificó Pérez.

Los principales gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera terrestre son el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4), el vapor de agua (H2O) y el ozono (O3). El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) mencionó en un informe de octubre del año pasado que para evitar más calentamiento será necesario reducir las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) en un 45% para el 2030.

AGENTES CONTAMINANTES

El ex ministro del Ambiente, arquitecto y etnógrafo Óscar Rivas, con cerca de 35 años de militancia ambiental y ganador del Premio Medioambiental Goldman, mencionó que los principales agentes contaminantes son el petróleo, carbón mineral y gas. Sin la interferencia del hombre, el carbono de los combustibles fósiles se liberaría a la atmósfera por la actividad volcánica. El proceso se acelera al quemar carbono, petróleo y gas natural.

“El tema del cambio climático es de las emisiones, gases de efecto invernadero que generan toda una capa de CO2 que no permite que la tierra se enfríe y devuelva los rayos del sol, por eso se llama efecto invernadero. ¿Quién emite eso? Mucha gente”, indicó y aseguró que en primer lugar están los cambios de uso de suelo, pues al cambiar este ecosistema se libera CO2, el carbono que está contenido en los bosques, en el suelo.

En Groenlandia, todo ese carbono que fue por millones de años acumulado en esa superficie viva de la tierra se está liberando y se intensifica con el cambio de uso de la tierra, reflejado en las minerías, megaagriculturas y ganaderías. “Cerquita está el uso de combustibles fósiles, o sea, todo lo derivado del petróleo y el carbón mineral, que también es concentración de carbono que se emite al quemarse”, enfatizó.

Los cambios climáticos son estudiados de acuerdo a la cantidad de efectos que tienen sobre la tierra en general. La variación climática se demuestra con precipitaciones (llueve mucho en poco tiempo y causa inundaciones). Toda acción del hombre tiene efecto en el medioambiente: tala de árboles; construir un edificio, en este caso cambia la dirección del viento, se hace un efecto remolino. En Argentina, glaciares que siempre estuvieron congelados se están derritiendo. “Pero esto puede ser algo cíclico porque son grandes espacios de tiempo, hablamos de 500 a 1.000 años”, aportó Pérez.

IMPORTANCIA DE LOS ÁRBOLES

“Los árboles, cuando están vivos en su tejido, no tienen carbono. Pero al cortar los bosques, ese carbono se libera y se combina con el oxígeno de la atmósfera y forma el dióxido de carbono (CO2). Este acto implica contaminar la atmósfera”, expuso Óscar Rodas, director de Cambio Climático de WWF. Agregó que el cambio de uso de suelo a su vez está asociado con la agricultura porque se usan fertilizantes que generan otros gases de óxido nitroso.

“El bosque durante miles de años fue aportante de materia orgánica al suelo. En nuestro país la agricultura mayoritaria fue la mecanizada, que está asociada con el cultivo de soja, girasol, maíz. Plantan otros cultivos para aportar materia orgánica al suelo. De esa manera sí se mantiene. Pero toda la cantidad de carbono que estaba en las raíces se pierde. Depende mucho del control del Gobierno en cuanto a las prácticas de cultivo”, explicó.

“Como país en vía de desarrollo, tenemos que seguir produciendo y trabajando. Pero acá lo que tenemos que apuntar es a las buenas prácticas agrícolas, relacionadas al manejo adecuado de los recursos naturales”, apuntó Gustavo González, jefe de Inventario de la Dirección Nacional de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).

AGRICULTURA ENCABEZA INFORME DE RUBRO CONTAMINANTE

El segundo informe bienal de actualización conforma estudios desde 1990 hasta el 2015 y señala que entre el 2014 y el 2015 la agricultura llegó al primer lugar como el sector que más contribuyó al total de emisiones de gases de efecto invernadero. Se presenta la misma situación en el 2011.

Los cálculos se basan en los mapas de cambio de uso de la tierra generados en el Instituto Forestal Nacional (Infona). Según ese mapa, hubo reducción de índice de deforestación. El último mapa tiene datos del 2013 y 2015.

Vale recordar que el Decreto 175/18, que reglamenta el Art. 42 de la Ley Nº 422/73 (Ley Forestal Paraguaya), establece que se debería conservar el 45% de la superficie boscosa (25% de sus bosques en estado natural, 15% de las franjas de protección y separación de parcelas. Se deberá preservar otro 5% de los bosques de galería o bosques protectores de cauces hídricos) de cada una de las propiedades rurales con más de 20 hectáreas de extensión en la zona del Chaco paraguayo, de acuerdo a lo que establece la legislación forestal nacional.

“En el último inventario, el sector de mayor emisión a nivel país es el sector de agricultura. Entonces, nos enfocamos en ese sector en cuanto a proyectos, planes y programas a nivel nacional. Tenemos líneas de acciones que tenemos que estar desarrollando con varias instituciones, Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) e Infona, a través de mesas de trabajo”, resaltó González.

Respecto a la actividad agrícola, desde el Mades enfatizaron en que se trabaja en la calidad de alimento a fin de evitar la fermentación entérica, que es la emisión de gas metano por exceso digestivo que se produce en el ganado. Eso depende de la cantidad y calidad del alimento. Otro factor es la acumulación de óxido nitroso, que se refiere a la aplicación de productos químicos al territorio que abarca la actividad. Sobre los nutrientes arrojados al suelo, son fertilizantes nitrogenados sintéticos y no agroquímicos, subrayan.

ACUERDOS Y SOLUCIONES GUBERNAMENTALES

Paraguay participa de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que desde 1990 creó la ONU. En este sentido, se compromete a elaborar cada dos años la actualización de datos sobre cambio climático y mejorar prácticas para reducir el impacto. La misma se realizará nuevamente en setiembre de este año. Todo esto está registrado en el Informe Bienal de Actualización (IBA), creado por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).

Existe la Ley 5.875/17 “Nacional de cambio climático”, que está abierta al proceso de construcción del Código Ambiental Paraguayo. “El cambio climático es un problema que fue descubierto por sociedades científicas internacionales a finales del siglo pasado y entendemos por sus observaciones que el problema se está agravando paulatinamente y que es necesario su conocimiento a los efectos de mitigar y adaptarnos a los eventos. El proceso de construcción del código ambiental está abierto a sectores ambientales y ciudadanía interesada”, invitó Ulises Lovera, director Nacional de Cambio Climático del Mades.

Empezar a adoptar buenas prácticas ambientales es fundamental para evitar seguir sufriendo inundaciones atípicas, calores infernales durante la temporada invernal o, incluso, embates climáticos extremos. Depende de nosotros prolongar la vida en el planeta.

Tenemos que comenzar a repoblar de vegetación los territorios”

Elías Díaz Peña, máster en hidrología y coordinador de la ONG Sobrevivencia Amigos de la Tierra Paraguay.

Tenemos que desconectar todas las cloacas que van a los arroyos, de modo de impedir que lleguen a los cauces. Aunque sea un pedacito de papel, a la larga, va a parar al arroyo. La vegetación disminuye la temperatura del lugar donde uno se encuentra, por lo tanto tenemos que comenzar a repoblar de vegetación los territorios. No es que las ciudades tienen que tener piso, techo y asfalto. Tenemos que tratar de construir, generar canteros, plazas, parques, avenidas con paseos centrales arbolados, veredas con canteros longitudinales llenas de árboles. La producción de agua limpia también es fundamental.

Gasto enorme en salud pública”

Carlos Morínigo, neumólogo, ex ministro de Salud.

El cambio climático en la salud humana perjudica especialmente a los alérgicos. Los pacientes que tienen cuadros alérgicos, sobre todo respiratorios, tienen en el epitelio bronquial una susceptibilidad a presentar irritación ante cambios bruscos de temperatura, a la mañana tenemos 10 grados y a la tarde 28. A esto se suma la humedad y la polución ambiental que ocasionan los vehículos diésel. La quema de pastizales se esparce por toda la atmósfera. Aparecen virus respiratorios y enfermedad emergentes como dengue, zika, chikungunya. La crisis implica un gasto enorme en Salud Pública para el Gobierno, incluso defunciones.

Paraguay tiene una de las tasas más altas de pérdida de bosques nativos”

Óscar Rodas, director de Cambio Climático de WWF.

Teníamos 9 millones de hectáreas de selva en la Región Oriental, quedaron 1 millón y medio. El carbono se fue a la atmósfera y permanecerá por más de 400 años. Paraguay es uno de los países del mundo con la tasa más alta de pérdida de bosques nativos y emite una parte de la contaminación en metano producida en ganado (erupciones en los estómagos de las reses en ausencia del aire). Acá hay el doble de vacas que de habitantes. El cambio de uso de la tierra incluye, en mayor porcentaje, eliminar bosques para hacer otro tipo de cobertura. En la Región Occidental está permitido tumbar bosques para hacer pastura de ganadería.

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