La influencer Lele Pons brindó sus primeras declaraciones tras su peligrosa caída en la fiesta de revelación de sexo de su bebé. El evento, que reunió a varias personalidades del espectáculo en Miami (EE. UU) este fin de semana último, asustó a más de uno, porque Pons resbaló en el piso cubierto de pintura rosa.

“Físicamente, estoy bien, todo tranquilo, todo perfecto... Es más, emocionalmente. No, no he estado bien... Sí, fui a chequearme por el estrés, el próximo día (de la fiesta)... Yo dije, inmediatamente: ‘Tengo que calmarme. Tengo que ir al lugar a calmarme. A que me ayuden’... Tenía que tomar mucha agua, porque estaba muy nerviosa. Las cosas que me decían eran muy fuertes”, relató Lele en el canal del periodista Javier Ceriani.

La famosa señaló que la opinión pública le afectó más, que la caída. “Estoy triste, pero dije: ‘No puedo estar triste, porque el bebé lo va a sentir. No puedo’. Por eso estaba con ayuda todo el tiempo. Físicamente, estoy bien, pero emocionalmente no estoy bien y también es un problema muy grande", agregó.

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La influencer, que suma más de 54.000.000 de seguidores en Instagram, remarcó que lo que más le afectó fue que las personas surgieron que se cayó a apropósito para lastimar a su bebé. “La gente me estaba diciendo que yo, intencionalmente, quería hacerle daño a mi bebé. Es como de: ‘Oh, my God’ (oh, Díos mío), yo que siempre he querido ser mamá... Eso sí, no”, indicó.

Algunas de las reacciones sobre la declaración de Lele fueron: “Seamos honestos, hay gente aquí en las redes que no mide sus palabras y ella estando embarazada le genera más impacto...“, ”Creo que está sufriendo una ansiedad, pobre. Las hormonas están a tope y debemos mandarle mucho amor, es difícil" o “Las personas cada día tienen menos empatía”.

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