Al estilo “Misión imposible”, Tom Cruise irrumpió en clausura de París 2024
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El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, declaró ayer domingo en su discurso de clausura de la quincena olímpica que “estos Juegos fueron ‘Sen(a)sacionales’”, haciendo un juego de palabras con la pronunciación en francés del río Sena, antes de que entrara en acción la estrella de cine Tom Cruise.
Al término del discurso se procedió a la entrega de la bandera olímpica de parte de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, a su homóloga angelina, Karen Bass, acompañada por la estrella de la gimnasia Simone Biles, en un gesto que marca el inicio de la próxima Olimpiada, que tendrá como punto culminante la próxima edición de los Juegos, en Los Ángeles en 2028.
La cantautora estadounidense H.E.R. cantó el himno de su país y luego apareció Tom Cruise, que bajó en rápel del techo del Estadio de Francia y tras tocar suelo y saludar a los deportistas, tomó la bandera olímpica de manos de Biles. Bandera en mano, Cruise salió del estadio a bordo de una moto y a través de un videomontaje, recorrió las calles de París hasta tomar un avión que le trasladó a Los Ángeles, desde donde salta para caer junto al famoso panel de letras ‘Hollywood’, cuyas dos últimas ‘oes’ estaban convertidas en dos de los cinco aros olímpicos.
En las alturas
Una luz iluminó entonces una figura en el techo del Estadio de Francia y desde ahí se descolgó Tom Cruise como en una de sus películas de “Misión imposible”. Aclamado por los fans, el actor estadounidense llegó hasta el escenario y recibió la bandera de manos de Biles antes de marcharse en moto a iniciar un viaje que acabaría conectando con Los Ángeles, donde los Red Hot Chili Peppers, Billie Elish y Snoop Dogg -estrella viral en París-2024- daban un concierto en la playa. De la noche parisina de unos Juegos que se acaban al sol ardiente de California y una olimpiada que amanece.
Sonaba la famosa canción “Sous le ciel de Paris”, en la íntima voz de la joven francesa Zaho de Sagazan, cuando apareció en el Jardín de las Tullerías el héroe francés de París-2024, Léon Marchand. Ganador de cuatro oros individuales en París, el nadador de 22 años fue el encargado de apagar el pebetero y de iniciar el fin de estos Juegos que han sido también los suyos.
Hasta aquí había llegado la llama bajo la lluvia el 26 de julio portada por la exatleta Marie-José Pérec y el judoca Teddy Riner, y de aquí se marchaba hacia el Estadio de Francia, donde le esperaban más de 71.000 espectadores.
Mientras, la pista se llenaba de atletas que venían a celebrar que ya pasó todo, que las interminables horas de entrenamiento, incertidumbres y caídas, al menos, les habían traído hasta aquí. Algunos lucían sus medallas, otros sencillamente sus ganas de festejar que había valido la pena.
Sonaron clásicos franceses, también “Freed from desire” o “We’re the champions” y el estadio se convirtió en una alegre discoteca antes de que las medallistas de la maratón femenina, que por primera vez cerraron unos Juegos, recibieran las últimas preseas de París-2024.
Viajero dorado
Se oscureció entonces el estadio mientras un personaje dorado se descolgaba por el techo entre una música apocalíptica. La llegada de este personaje venido del futuro, interpretado por el breakdancer francés Arhur Cadre, iniciaba un viaje distópico a una era en la que los Juegos Olímpicos habían desaparecido.
Empeñado en recuperarlos, como ya hiciera Pierre de Coubertin a finales del siglo XIX, este misterioso ser del futuro acabó consiguiendo su misión cuando junto a los 270 bailarines que participaron de la ceremonia consiguieron de nuevo levantar, como un gran trabajo colectivo, los aros olímpicos sobre el gigante escenario de 2.400 metros cuadrados.
Tras proyectar las imágenes de los héroes de estos Juegos, el estadio se convirtió entonces en un glamouroso club parisino mientras la banda francesa Phoenix ofrecía un concierto junto a varios artistas locales. “De un día a otro, París se convirtió en una fiesta”, se felicitó después el presidente del comité organizador, Tony Estanguet, que bromeó constatando que los Juegos convirtieron “a un pueblo de quejicas irreductibles en fans apasionados”.
También celebró el éxito de una edición “sensacional” el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, antes de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo le pasara la bandera olímpica a su homóloga de Los Ángeles, Karen Bass. Junto a ella estaba la estrella de la gimnasta Simone Biles, que se quedaría la bandera mientras desde el cielo venían a buscarla.
Despedida
Solo quedaba la entrada triunfal de Marchand en el Estadio de Francia para apagar la llama y que Bach cerrara oficialmente estos Juegos que mostraron un París más amable, que quiso abrirse a la gente y sacó por primera de un estadio la ceremonia de apertura y llevó sus polémicas pruebas de aguas abiertas -no para gusto de todos- al Sena.
El público respondió y 9,5 millones de espectadores acudieron a ver las competiciones, superando el récord de 8,3 millones de Atlanta-1996. París puso su exuberancia al servicio de sus terceros Juegos, y funcionó. Dentro de cuatro años esperan Los Ángeles y sus estrellas.
El programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana. Foto: Emilio Bazán
Cris Arana: “Hay que tener memoria para construir un país”
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Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana, quien estrenó recientemente el cortometraje documental “Emilio Barreto: ángeles y demonios”, que cuenta la vida del actor y perseguido político durante la dictadura. Además de compartir la experiencia del rodaje de esta y otras producciones, Arana hace un llamado a no olvidar el pasado como clave para construir el futuro de nuestro país.
–Te quiero agradecer primero por este importante aporte a la memoria en un país desmemoriado.
–La verdad es que estamos rescatando la memoria de una persona que vivió una etapa muy oscura de Paraguay, 35 años de dictadura tuvimos y 35 años de democracia se cumplen ahora. Me puse a reflexionar sobre esto y hay que tener memoria porque de eso se trata construir un país entero.
–Cuéntanos cómo empezó esto de contar la historia de Emilio Barreto.
–Yo vivo en España desde los 17 años. En plena pandemia, en 2020, vine para acá y entonces en ese momento me puse a buscar historias que contar. Me reuní con mi amiga Tana Schémbori y hablando así de cosas me dice “¿conoces a Soledad Barrett?”. Entonces empiezo a investigar digo “qué pasada de historia”. Entonces, hicimos ese ejercicio de hacerle entrevistas a personas que conocían la historia en concreto de Soledad. Y entonces me dice Tana “te tengo que presentar a Emilio Barreto porque él conoció a Soledad y él es un actor muy conocido”. Llegamos a su casa y él empieza a decir “cuando mataron a Soledad, creo que yo ya estaba en la cárcel”. Entonces fue como el punto de partida.
–Era puro testimonio.
–Sin parar contó todo lo que le habían hecho, el día que lo secuestraron, el día que secuestraron a su mujer. Yo le pregunté “¿por qué estuviste en la cárcel?”. Y él no sabía contestar. Una persona que pensaba diferente y por eso estuvo 13 años de su vida en la cárcel.
RECONEXIÓN CON PARAGUAY
–Antes de sumergirnos en el documental sobre Emilio, ¿puedes hablarnos un poquito de “Y”, tu trabajo anterior?
–Ese trabajo fue muy bonito porque fue inesperado totalmente. Gracias a York volví a conectar con Paraguay. Vine para aquí y York trabajaba en el mundo de la moda. Entonces él me dice “yo quiero hacer un corto contigo”. Yo tenía en la cabeza “yo quiero hacer esto”. En plena pandemia vine y hacía un calor de morirte, pero a las cinco de la tarde cortaban el agua. Y digo ¿pero por qué cortan el agua? Yo estaba obsesionada todo el rato con el tema del agua y venga bidones y venga botellas y venga cualquier cantidad de cacerola. Estábamos en la pandemia, necesitamos lavarnos todo el rato. Yo preguntaba a la gente y entonces me decían “no pasa nada con el agua”. Y luego empecé a entender. Se acostumbraron a vivir de esta manera. Nos acostumbramos a vivir de una forma precaria. No se puede vivir de esta manera.
–¿Cuál fue el siguiente paso?
–El director de fotografía Diego Benítez me dice “vamos a hacerlo ya”. Cuando eso ya habíamos conocido a Emilio y entonces yo estaba visualizando rodarlo en casa de Emilio y qué loco que Diego también me dice lo mismo. Esa conexión entre director y director de fotografía tiene que haber. Si no te lee la otra persona es muy complicado.
–¿Y en ese tiempo Emilio ya sabía que iba a ser centro de una película?
–No. Ya habíamos grabado el testimonio de Emilio, pero yo todavía no había vuelto a España. Veo todo el material que habíamos rodado con Emilio y me acuerdo que me dice mi editor y “¿qué hacemos con esto?”. Qué increíble su historia. Una hora y media un señor sentado contándote todo sobre su vida. Ves los brutos y no te levantas de la pantalla.
DUALIDAD
–Hay una frase emblemática del avance de la película donde habla de ángeles y demonios. ¿Qué ángeles y demonios existen al interior de esa película?
–Pobrecito. Él mismo lo dice: “Dentro mío hay un ángel y también hay un demonio”. O sea, entre el perdón y el no perdonar. Ese hombre tendrá un montón de cosas en la cabeza. Él dice en el documental “perdono a mis torturadores, pero no perdono a la gente que ordenaba hacer esto”.
–¿Qué te dejó esta historia?
–Ha sido un proceso de cuatro años y yo recién ahora me estoy dando cuenta también de la importancia de recuperar y de haber hecho este trabajo. Es importantísimo lo que hemos hecho, pero recién ahora soy conciente de ello.
En un momento dado yo lo veía también veía como guionista, como directora y como productora. Ahora cuando me estoy empezando a dar cuenta de la importancia que tiene todo esto, estamos recuperando la memoria de un señor de un pasado bastante oscuro. Y además, esta es la historia de amor de Emilio. Y 13 años de su vida estuvo en la cárcel sin haber sido juzgado. Entonces, es recuperar la historia de un país. Y creo que deberíamos hacer este ejercicio de reflexión. Bueno, ¿cómo estamos ahora?
–¿Te parece que está bastante ausente en la sociedad la mirada crítica sobre el pasado?
–Claro, es que no se habla del tema. Esto es un puente que se convierte en dos mundos. Es como una oda a la memoria y la historia, pero luego veo gente que dice “ojalá vuelva el general”. Digo entonces “creo que no se sabe mucho sobre esto”. Yo me acuerdo que cuando era pequeña decían “cuando estaba Stroessner se vivía mejor”.
–¿Ya conocías a Emilio como actor? ¿Cómo te impactó como persona?
–Pues no lo conocía. Me lo presentaron y empecé a investigar sobre él y después de haberme contado su historia, veo todo lo que aparece en internet, la información que hay es que él es actor. Había alguno que otro documento por ahí de que efectivamente él había estado en la cárcel, pero no solamente Emilio, un montón de gente desapareció, desapareció el padre de Emilio, el hermano de Emilio.
OLVIDO
–Eran desapariciones familiares.
–Hay un olvido permanente, aquí de esto no se habla. Y creo que es muy importante hablar de esto. En España le mostré a un amigo mío documentalista y me dice “tienes que ver esto, esto y esto. Madre mía, lo que le pasó a este hombre, pero que sepas que en España esto ha ocurrido cantidad de veces”. Empecé a ver documentales uno detrás de otro y luego digo “habrá que hacer este documental”.
La cineasta paraguaya Cris Arana
–Muy impactante también esta experiencia porque Emilio, después de relatar a través de de su actoría a miles de personajes, un día se encuentra con el desafío de relatarse él mismo.
–A esto es lo que iba. Le llamo por teléfono y le digo “oye, Emilio, ¿a ti te gustaría hacer un documental sobre tu vida”. Y me dice “por favor, yo necesito contar esto”. Entonces, fíjate lo que es la magia del cine, ¿no? O sea, si no hubiéramos llegado a conocer a Emilio, si no hubiéramos hecho ese trabajo de investigación sobre otra persona, el testimonio de Emilio se hubiera quedado allí. Y nadie más hubiera hablado de ello, excepto esos familiares, esos hijos, ¿no? Pero tener esto es muy importante, es recuperar la memoria, que es una forma también cultural y educacional. Cuando veas la película te darás cuenta.
–¿Que se trate de un profesional de la comunicación desde su condición de actor dio un plus para el relato de su vida?
–Él es actor, pero no está actuando esto que nos está contando. O sea, él vivió todo eso. A él lo secuestraron, lo torturaron. A su mujer también la secuestraron, perdió lo que podría haber sido su primer hijo. Le pasaron muchas cosas y todavía se sigue acordando. El otro día él me dice “Cris, te tengo que decir una cosa. El otro día me llamó un periodista de Argentina y esto no te lo he contado porque tenía muchísima vergüenza. A mi esposa le enviaban trocitos de mi oreja, pero que sepas que le he contado a este periodista, pero no te lo he contado a ti. Lo siento mucho”. Este hombre pidiéndome perdón porque no me había contado que le habían cortado la oreja. O sea, Emilio, ¡perdóname tú!
–¿Qué es lo que puedes contar de la peli?, ¿cómo está organizada?, ¿la locación?
–Empezamos a rodar en su casa. Fue cuatro años de rodaje entre que yo iba y venía. Y él siempre esperando. Cuando él acepta hacer el documental yo empiezo a hacer un cuestionario, una especie de escaleta. Para mí fue una escuela también, un aprendizaje. Es mi primer cortometraje documental. Y entonces empiezo a hacer ese trabajo de preguntas y llego a su casa. Entonces le digo “para romper un poco todo esto, ¿te importa que vayamos recorriendo lugares por donde habías estado?”. Entonces fuimos al río, fuimos a Emboscada, fuimos al Museo de las Memorias. Allí él iba relatando poco a poco, pero era complicado porque yo tenía tanta presión en el cuerpo.
–Y que no pareciera la búsqueda del dolor por el dolor, sino por la transmisión de la memoria.
–Exacto. De repente te cuento esto. Una anécdota que dice... Bueno, mejor habría que ver la película (risas).
HISTORIA DE AMOR
–Y supongo que el tratamiento de la peli tiene todo un cuidado especial.
–El otro día fue el preestreno. Emilio no lo había visto nunca y me dice “¿entonces ya me puedes enviar la película? Le digo no “Emilio, lo tengo que ver contigo”. El otro día lo vimos y fue muy emocionante. Tuvimos dos proyecciones. En la primera proyección, llegó un momento en que me agarra la mano y no me suelta hasta el final. La segunda proyección se rompe y llora. En la primera proyección estaba mirando los detalles, porque claro, él sabe toda su historia, él se acuerda de todo lo que habíamos grabado, entonces quería ver cómo estaba hecha la película, y efectivamente es que es una historia de amor que desborda emoción, simbolismo. Al terminar de rodar se lo envío a amigos míos que son programadores, que son distribuidores, y me dicen “Cris, es muy complejo este formato, tienes un mediometraje. Acuérdate que en los festivales o son largometrajes o cortometrajes. Ya me costó la primera vez el corte.
–Y cuál era tu disyuntiva, ¿alargarla o acortarla?
–Es que ya no teníamos dinero y no sabíamos qué cortar en la película. Vaya sufrimiento, rodar, editarlo. Ahora estoy feliz porque ya la hemos estrenado, ya se ve la peli, es maravillosa. Emilio lo quiere a su película y el equipo también está orgulloso del trabajo que hemos hecho.
–En gran medida para las diferentes formas de relato histórico en Paraguay, los grandes momentos son las guerras. Después empiezan los momentos oscuros que no salieron a la luz y creo que ese es un aspecto fundamental de tu película.
–Lo que no se cuenta no existe y como esto es un documental estamos contando algo que ha ocurrido, que es real y creo que aquí es donde tenemos que reflexionar al ver la película. Paraguay tiene algo pendiente con todo esto que ocurrió en aquel entonces. Hay víctimas, familiares. Creo que esto es como una grieta abierta y contándolo se sana. Esto es como cuando tú vas al psicólogo porque quieres sanar algo o porque quieres que te ayude en algo.
–Y también en 30 años, aunque ya no estuvieran las víctimas, la memoria es lo que tendría que ayudar para que los errores no se repitan.
–Se supone, pero eso es algo muy fantasioso. Se vuelve a repetir. Mira cómo está el mundo.
Cris Arana
LA REALIDAD COMO INSUMO
–A propósito del mundo, ¿cómo vive una realizadora paraguaya en España?
–Ahora mismo estoy centrada en la escritura, estoy escribiendo la película que quiero rodar aquí en Paraguay. Es ficción inspirada en hechos reales. O sea, cosas que me han ocurrido. A mí me gusta contar historias que en realidad ocurrieron o que han ocurrido o me han inspirado por una fotografía, o una historia que me han contado o una historia que haya visto. Y luego tengo otro proyecto, que es sobre el confinamiento. Esto lo empecé con un periódico en España. Lo que pasa es que nadie quiere hablar del confinamiento todavía. Entonces es un tema complejo. No sobre el covid, sino sobre el encierro.
–Tenés razón, se ha hablado muy poco de ese fenómeno social del confinamiento.
–Exacto, hubo un antes y un después de todo esto que vivimos.
–¿Cómo es el cine en Paraguay hoy?
–Pues creo que se están haciendo cosas muy chulas, ¿no? Bueno, poco a poco. Esto es como todo.
–Es una industria nueva, es un país nuevo.
–Exacto. Paraguay es un país muy joven. Entonces hay mucho por hacer, hay gente con muchísimas ganas. Mira todas las películas que se han hecho. Enfocados en calidad realmente.
Absuelven de culpa y pena al actor David Aaron Weil
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La jueza de sentencia, Mesalina Fernández, absolvió de culpa y pena al actor y conductor del programa “Cuenta Final “ del canal GEN, David Aaron Weil Cáceres, quien fue querellado por difamación por el director del teatro Guaraní Santiago Palumbo. El fallo de la referida magistrada se dio a conocer luego del juicio oral y público llevado a cabo en la sede del Palacio de Justicia.
Fernández sostuvo su decisión señalando que “la interpretación del video de David Weil no alcanza tener la relevancia jurídica penal o que incluso no afectó la honorabilidad de Santiago Palumbo por lo que no existió ningún hecho que pueda afectar el honor del querellante”. Añadió que se consideró como una causa de justificación el video que no pasa el límite de la crítica por un contrato donde se ha vulnerado la palabra al ser un contrato cuasi leonino.
Igualmente, la magistrada de sentencia sostuvo que “David Weil quedó absuelto ya que no afectó el buen nombre o reputación del querellante Palumbo, ya que muchos jóvenes de ese academia contaron que fueron a estudiar y terminaron trabajando para la academia o teatro y generando deudas”.
Del mismo modo, la jueza resaltó que el trato que tenía Santiago Palumbo con los alumnos becados haciéndolos trabajar tanto en la escuela incluso en su casa como servidumbre no es correcto, ya que ninguna persona que va a estudiar debe ser tratado de servidumbre para abaratar costos personales.
Por su parte, el actor Weil Cáceres señaló “me siento satisfecho pero es como una victoria con sabor amargo porque yo denuncié algo que me pasó en el teatro y a raíz de eso se destacó una caja de pandora, donde exalumnos y excolaboradores contaron cómo fue el manejo dentro de la escuela y la propia jueza dijo que no está bien”. Agregó que analizarán la eventual presentación de una demanda en el fuero civil y comercial,
Se presentará el libro “Las memorias de Emilio Barreto”
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El libro “Las memorias de Emilio Barreto” será presentado el jueves 19 de setiembre, a las 19.00, en el Patio Leonor de la Manzana de Rivera, ubicado en Ayolas 129 entre Benjamín Constant y El Paraguayo Independiente, en Asunción. El material, realizado por el escritor Hugo Mario Martínez Cardozo, recorre la vida del actor y militante social y político, quien ha conocido la persecución y la tortura del régimen de Alfredo Stroessner (1954-1989), sobreviviendo 13 años en prisión.
“Esta es la historia de Emilio Barreto, aguerrida, libertaria y digna. Esta es la historia de un pueblo entre rejas de azotes perversos, de crueles castigos, de gritos profundos, de llantos, de sangre de cuerpos sin vidas y desaparecidos”, destaca el autor Martínez Cardozo en la contratapa del libro, de 132 páginas, que fue diseñado y dagramado por el diseñador gráfico, editor y escritor César Barreto. La publicación está a cargo de la editorial Arandurá.
“Historia escondida, pero no perdida de días sin soles y noches sin lunas. Esta es la historia encubierta por viejos sabuesos y nuevos borregos. Silenciada, atroz e inhumana, historia que urge ser rescatada. Esta es la historia de Emilio Barreto de arte, teatro, canto y cultura. De un compañero combativo, militante y nunca vencido. Ni las bestias del imperio, ni los títeres rastreros pudieron acallar al creativo teatrero. Ni las celdas ni las cadenas ni los látigos asquerosos mataron la libertad del patriota compañero”, agrega el escritor, quien también es autor de “Eulogio Constantino Coronel Zorrilla” (2018) y “La tinta de mi pluma” (2021).
Actor y promotor cultural, desde muy joven Barreto participaba de gestas culturales y políticas, cuenta el escritor Julio Benegas Vidallet en el prólogo. “Estas gestas culturales y políticas terminaron el 22 de junio de 1965 cuando en una Caperucita Roja (la camioneta policial de la época), irrumpió, con metralleta, la policía para llevárselo, junto con su señora, a la prisión. A la usanza de aquellos tiempos, con escala en el Departamento de Investigaciones. Entre Investigaciones, la Guardia de Seguridad y finalmente la cárcel de Emboscada, su recorrido descubre casi todas las escalas de la tortura física y sicológica practicadas por la policía stronista, desde la picana eléctrica hasta la de cavar la propia tumba”, sintetiza.
En 2005, la artista escocesa Jennifer Hartley llevó la historia de Barreto al teatro con “El arte del silencio”, obra protagonizada por él mismo, que también tuvo formato de libro. La cineasta paraguaya Cris Arana también decidió relatar esa historia a través del cortometraje documental “Emilio Barreto: ángeles y demonios”, que se estrenará el martes 10 de setiembre, a las 19:00, en el Centro Cultural de España “Juan de Salazar” (Herrera 834 casi Tacuary, en Asunción), con libre y gratuita.
La cantante británica catalogó como “fantástica” la presentación olímpica a pesar de a las críticas que recibió en redes sociales. Foto: Captura de video
El breaking, danza conocida popularmente como breakdance que procede de la cultura hip-hop, tuvo su estreno olímpico en París, el pasado 9 de agosto, dejando una actuación viral y criticada de la australiana Rachel “Raygun” Gunn, de 36 años, que hasta la cantante británica Adele interrumpió un show para compartir con el público su obsesión por el curioso baile: “Es lo mejor que ha pasado en los Juegos Olímpicos”.
Durante su último concierto en Alemania, la intérprete de “Someone Like You” dijo: “Tengo que preguntarles porque es de lo único que mis amigos y yo hemos estado hablando anoche, después del programa y hoy -y no digo nada, ya sabes, creo que es lo mejor que ha pasado en los Juegos Olímpicos en todo este tiempo-, ¿alguien vio a la señorita del breakdance?”, indicó.
La exitosa artista, también de 36 años, aseguró que la actuación de la Bgirl australiana le dibujó una sonrisa e instó a sus seguidores que busquen la actuación olímpica en internet: “Si no lo han visto, por favor salgan del show y búsquenlo en Google, porque es realmente divertido”, concluyó Adele.
Por su parte, Raygun se defendió de los ataques reivindicando su “creatividad” y su libertad, pese a que no consiguió ningún punto en los tres enfrentamientos en los que participó en el escenario de la Plaza de la Concordia de la capital francesa. El canadiense Phil Wizard y la japonesa Ami ganaron el oro entre 33 competidores en esta primera y última competencia olímpica, ya que Los Angeles 2028 decidió descartar este deporte de su programa.
Los movimientos de esta profesora de la Universidad de Sídney provocaron una oleada de comentarios, a menudo hostiles y burlones, con internautas que la comparaban con un canguro saltando o con el personaje de animación Homero Simpson dando vueltas por el suelo. La decisión de Raygun de competir con el uniforme oficial de los deportistas olímpicos australianos, en vez de ropa de moda urbana como los otros competidores, también fue muy comentado.
En un mensaje en Instagram, Rachel Gunn dijo estar “deseando ver si el mismo nivel de exigencia de vestimenta se aplica a los chicos” en su competición del sábado 10 de agosto. “Hice lo que hago mejor, mostré mi creatividad, mi estilo, un poco del carácter australiano, para tratar de hacerme un hueco en la escena mundial”, dijo a la televisión austrlaiana Nine Network.
Sobre el uniforme australiano, afirmó que se trataba únicamente de “una cuestión de orgullo” hacia su país. “No tengáis miedo de ser diferentes, venga, mostraros, nunca sabes dónde puedes llegar así”, concluyó Raygun en Instagram. Después de seis horas de “battles” entre dieciséis Bgirls, la japonesa Ami, doble campeona del mundo (2019, 2022), se convirtió en la primera campeona olímpica de esta disciplina.