Felipe VI y Letizia de España, que celebran el miércoles 20 años de matrimonio, han cultivado una imagen muy alejada de los escándalos de la era Juan Carlos, con la que han buscado modernizar a la monarquía española. El 22 de mayo de 2004, Felipe de Borbón, entonces de 36 años, y Letizia Ortiz, una ex presentadora de noticieros de televisión de 31 años, se dieron el “sí, quiero” en la catedral de la Almudena de Madrid, ante famosos y cámaras de todo el mundo.
“Fue un hito en la historia contemporánea de España, porque ningún heredero de la Corona (...) se había casado con una persona llamada desigual, es decir, que no perteneciese a la realeza”, recuerda el periodista José Antonio Zarzalejos, un experto en la monarquía española. Felipe eligió a una plebeya divorciada de clase media a la que la familia real recibió con “desprecio”, según la periodista y autora de varios libros sobre la monarquía española, Pilar Eyre.
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Ascenso al trono
El 2 de junio de 2014, diez años después de la boda, el rey Juan Carlos I, debilitado por los escándalos, abdicó, por sorpresa, en favor de Felipe. Los españoles, en particular, no le habían perdonado al monarca su lujoso viaje de caza de elefantes a Botsuana dos años antes, cuando el país estaba sumido en una crisis económica histórica.
Además, su hija, la Infanta Cristina, había sido acusada de fraude fiscal, aunque posteriormente absuelta. “Felipe y Letizia encontraron la Corona en un estado deplorable” y con una popularidad en caída libre, recuerda Eyre. “Todo el mundo decía que no iban a durar y que la monarquía tenía los días contados”, añade.
Prometiendo “renovar” la institución, Felipe se puso a la tarea de mostrar que hacía exactamente lo contrario que su padre. Rápidamente, ordenó una auditoría de las cuentas de la Casa Real y publicó un código de conducta para sus miembros. Y cuando arreciaron las revelaciones sobre la opaca fortuna y el fastuoso estilo de vida de Juan Carlos, en 2020 renunció a su herencia y le retiró su asignación anual.
Aunque las investigaciones contra Juan Carlos se cerraron posteriormente en España, Felipe mantuvo las distancias con su padre, que se instaló en Emiratos Árabes Unidos a mediados de 2020. “Cuando ellos llegaron, la Corona estaba en crisis, y han remontado en estos diez años”, estimó Javier Ayuso, director de comunicaciones de la Casa Real del 2012 a 2014, que fue testigo de primera línea de la sucesión. Cuidando su imagen, la pareja real modernizó el protocolo y Letizia, personalmente, trajo “aire fresco” al aportar algo necesario para que una monarquía sobreviva: “que sea cercana” a la ciudadanía, señaló.
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El activo Leonor
Desde entonces, Felipe y Letizia han cultivado, junto con sus dos hijas, la imagen de una familia unida, en contraposición con los escándalos e infidelidades de Juan Carlos. Recientemente, la princesa de Asturias alcanzó la mayoría de edad, un momento importante en “el afianzamiento de la institución, de la monarquía en España”, a juicio de Abel Hernández, especialista en temas reales.
Al cumplir 18 años, el 31 de octubre, Leonor, heredera al trono, juró su fidelidad a la Constitución ante el Parlamento, un paso imprescindible para suceder a su padre en la jefatura del Estado. La princesa “ha caído muy bien entre la población, incluso entre la juventud, que es la más descreída, digamos, políticamente”, y el porvenir de la institución depende ahora “mucho más de Leonor que de Letizia”, según Hernández.
La Casa Real no programó ningún acto para el miércoles con motivo del aniversario de boda de los reyes, pero el sábado difundió una serie de fotos de la familia -que no de la pareja-: en ellas se ve a Felipe, Letizia, Leonor y Sofía sonrientes en los jardines del Palacio Real de Madrid.
Fuente: AFP.