Kamala Harris cumple 60 años el domingo en la recta final de una reñida campaña electoral contra Donald Trump quien, a los 78 años, es el candidato de más edad en buscar la Casa Blanca tras la retirada del presidente Joe Biden de la contienda. La edad ha sido un factor crucial en la campaña que Biden abandonó en medio de temores sobre su lucidez. Harris por su parte apuntó constantemente a la capacidad mental del propio Trump de ejercer la Presidencia.
A menos de dos semanas de los comicios del 5 de noviembre, la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano están enfrascados en una dura lucha, que según las encuestas está empatada. Este domingo los dos estarán en Pensilvania, el estado que es considerado central entre los siete distritos clave para decidir la elección.
Antes, Harris tiene previsto asistir a dos cultos religiosos el domingo en la región de Atlanta. Se trata de iglesias de la comunidad afroamericana, un sector del electorado donde tiene una intención de voto decepcionante. La acompañará el músico Stevie Wonder. Trump planea ir a un restaurante McDonald’s en Pensilvania, donde brevemente hará las veces de empleado, para asimilarse a Kamala Harris quien, según el republicano, miente cuando afirma que trabajó en su juventud en un comercio de esa cadena.
Biden pasó la antorcha a Harris luego de un desastroso debate contra Trump que despertó preocupaciones sobre su lucidez. Pero la edad de Trump no aparece para los votantes como un factor central. En Atlanta, Harris acusó el sábado a Trump de “eludir debates y cancelar entrevistas por agotamiento”. “Cuando responde a una pregunta o habla en un mitin, ¿se han dado cuenta de que tiende a salirse del guion y a divagar, y en general, no puede terminar una idea?”, lanzó.
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Harris también buscó provocar a Trump a partir de un reporte del 12 de octubre que describía su “excelente (estado de) salud”, pero la campaña del expresidente destacó que el millonario está “en perfecta y excelente salud para ser el comandante en jefe” de las fuerzas armadas estadounidenses. El republicano, que busca un segundo mandato en la Casa Blanca, contrarrestó las acusaciones de Harris con un maratónico discurso en Pensilvania el sábado, un día después de decir que ella “no tiene la energía siquiera de un conejo”.
Trump subrayó la importancia de los delegados electorales que otorga ese estado del noreste del país: “Si ganamos Pensilvania, ganamos todo el maldito asunto”. Los dos candidatos están utilizando sus últimos días de campaña en estados que pueden volcarse a uno u otro partido, y también lo hacen sus emisarios. El fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, se unió personalmente a la campaña de Trump en Pensilvania, con una serie de eventos.
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Hablando en Harrisburg, una ciudad del sureste del estado, anunció que comenzará a distribuir aleatoriamente premios en dinero -un millón de dólares por día hasta el 5 de noviembre- para electores del estado que firmen la petición de su organización de respaldar a Trump. Harris tuvo el apoyo de estrellas de la música como Lizzo y Usher para acercarse a los votantes.
Lizzo arrancó aplausos cuando dijo que Estados Unidos está más que preparado para su primera presidenta, haciendo alusión a un verso de uno de sus éxitos: “It’s about damn time!” (¡Ya es la maldita hora!, en español). Una de las principales estrellas de Atlanta, Usher, dijo allí a los votantes que cuenta con ellos para que la aspiración de la vicepresidenta “llegue a la meta” en Georgia.
Fuente: AFP.