Este es el increíble momento en que la decidida Carrie Redhead se levantó de su silla de ruedas y caminó hacia el altar el día de su boda. Foto: Youtube -Videlo- Shannon Pickett
Una mujer en silla de ruedas hace realidad su sueño de llegar al altar a pie
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Este es el increíble momento en que la decidida Carrie Redhead se levantó de su silla de ruedas y caminó hacia el altar el día de su boda. La novia, de 27 años, quería llegar al altar caminado cuando hace dos años se puso enferma y perdió la movilidad en las piernas.
A pesar de tener que depender de su silla de ruedas, practicó fisioterapia todos los días antes de la boda y el gran día fue increíblemente capaz de caminar hacia el altar con la ayuda de su padre. “Sabía que quería hacerlo desde el momento en que reservamos la boda, pero no sabía si mi cuerpo me lo permitiría hasta el momento en que me puse de pie en el altar”, expresó.
En 2021 enfermó repentinamente de una enfermedad intestinal que fue empeorando progresivamente, a la vez que, su salud y Carrie quedó paralizada de cintura para abajo. En los últimos dos años, no ha podido moverse sin su silla de ruedas y todavía tiene que someterse a varias pruebas para averiguar si algún día se recuperará del todo.
Cuando su pareja, Joel Redhead, de 29 años, se arrodilló para pedirle matrimonio, ella empezó a preguntarse cómo podría participar en la tradición de pasar por el altar. Dice que le costó aprender a andar de nuevo, pero que era algo que tenía que hacer no solo por ella, sino por su familia.
Cuando llegó el gran día, el padre de Carrie estuvo a su lado para ayudarla a hacer realidad su sueño. “Practiqué mucho antes de la boda, incluso con mi padre, sobre cómo subir y bajar de la silla, quería que fuera lo más elegante posible”, contó.
Asegura que “estar de pie fue increíble, pero lo mejor fue anunciar el cambio de nombre de mi hija, no es biológicamente hija de Joel, pero le cambiamos el nombre el día de nuestra boda”.
Los contrayentes se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos. La ceremonia se celebró en un parque-templo de la ciudad de Gimcheon-si
Paraguayo da el sí en una boda tradicional, en Corea del Sur
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La pareja conformada por el paraguayo Rodrigo Rotela y Jiyoung Park llegó al altar en el Parque Ambassador en Samyeong, Corea del Sur. El 27 de abril, los enamorados celebraron una boda tradicional coreana que congregó a unos 70 asistentes, incluyendo familiares, amigos y visitantes de otras naciones. Aquí te mostramos todos los detalles de este evento lleno de ritos y tradiciones ancestrales.
La joven coreana, quien flechó de amor al compatriota, es originaria de la ciudad Gimcheon-si. Ante esto, la boda de Rodrigo Rotela y Jiyoung Park se convirtió en la 78.ª ceremonia de boda tradicional organizada por la ciudad natal de la novia.
a ceremonia, organizada por la mencionada ciudad y el Centro Cultural, comenzó con una vistosa procesión en un palanquín (silla cerrada utilizada por las clases altas y nobles) desde el molino de agua de Samyeongdaesa. Acompañados por el grupo Gireuk-abeom y Pungmul (tradición de música folclórica coreana) los novios, transportados en un palanquín, recorrieron el camino hasta Choryecheong, ante Bukamru. Se realizó el baile de abanicos coreanos, para luego ver descender a la novia del palanquín.
La boda fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. Algunos de los rituales que realizaron fueron: el Chinyeongrye, donde el novio es recibido en la residencia de la novia; el Jeonanrye, en el que el novio presenta un ganso salvaje y hace una reverencia; el Gyobae-rye, el primer intercambio de alcohol entre los novios; y el Geun-bae-rye, donde ambos beben de una taza de calabaza, según informó el portal coreano Kimcheon.
Rotela (34) reside en Tokio, Japón, desde hace 8 años. Allí realizó un posgrado en Administración de Empresas; tras la maestría recibió una importante propuesta laboral en una empresa. Es jefe del Departamento de Ventas Internacionales de una compañía de ingeniería. En 2016 llegó a tierras japonesas coincidiendo con el arribo a ese país de quien hoy es su flamante esposa de 27 años, una ciudadana de Corea del Sur. Ella está en el Departamento de Marketing de una firma de cosméticos muy importante de Tokio. Se conocieron estudiando en una universidad japonesa y tras varios años de relación, decidieron dar un paso más en su compromiso.
Los novios Jiyoung Park y Rodrigo Rotela, ataviados con hanbok nupcial tradicional, lucen radiantes en su boda celebrada en Corea del Sur
PROMOCIÓN CULTURAL
“Nosotros celebramos nuestra boda tradicional coreana en un parque-templo de la ciudad natal de mi esposa Gimcheon-si. La ciudad apoyó nuestra boda como parte de las actividades de promoción cultural de la ciudad, al año apoyan unas cuantas”, explicó Rodrigo Rotela, en conversación con La Nación del Finde.
Hay que decir que unos 70 extranjeros, especialmente japoneses y paraguayos, participaron de la boda intercultural. Asimismo, tuvieron invitados locales de Gimcheon-si; también los visitantes del parque se sumaron al festejo, creando un ambiente cálido y festivo.
El paradisíaco Parque Ambassador, de ensoñadores jardines, albergó la ceremoniaEl cortejo nupcial llegando al escenario de la boda, arropado por una exuberante vegetación.
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera (especialmente de Japón) y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”, expuso Rotela.
El casamiento, que se compuso de ritos y tradiciones ancestrales de Corea, contó con un detalle nacional muy significativo. “Incluimos una bandera paraguaya, que estaba junto a una bandera coreana, en la mesa de recepción”, destacó.
“Últimamente en Corea acostumbran a celebrar las bodas en un estilo más occidental, entonces disfruté mucho los comentarios de los coreanos, jóvenes y no tan jóvenes, de que finalmente pudieron disfrutar de una verdadera boda tradicional coreana”, contó el compatriota.
La novia fue transportada en palanquín, siguiendo la milenaria tradición.El novio Rodrigo Rotela, durante el ritual del kireogi
RITUALES DE UNA BODA ANCESTRAL DE COREA
Previa: los festejos se realizan para amenizar el ambiente y como previa a la ceremonia principal.
Saludo a los padres: acto en el cual el novio va a la casa de la novia a buscarla. Cuando el padre de la novia recibe al novio en el jardín, se da por iniciada la ceremonia de boda.
Kireogi: acto en el cual el novio ofrenda un kireogi (gansos salvajes) a la familia de la novia. Luego, el novio realiza dos reverencias ante el kireogi, que simboliza varias virtudes que la pareja debe seguir en su vida matrimonial: fidelidad, armonía, etc. Luego la novia hace entrada.
Encendido de las velas: momento en que las madres de ambas familias encienden las velas. Este acto simboliza que el futuro de la pareja de recién casados estará brillantemente iluminado.
Reverencia: los novios realizan un gesto de reverencia mutuamente. Se lavan las manos para limpiar el cuerpo y la mente, y se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos.
Cierre: los novios intercambian alcohol desde una misma taza de calabaza. Los recién casados beben 3 veces de la taza de calabaza y se comprometen a vivir como marido y mujer ante los antepasados y las deidades del cielo y la tierra.
La bella Jiyoung Park es presentada por su madre y otro familiar, todas ellas enfundadas en trajes típicos de CoreaUna mesa con ofrendas y dos gansos salvajes (kireogi) que simbolizan las virtudes que la pareja debe fomentar en su vida matrimonialLa ceremonia fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. La boda se enmarcó dentro de las actividades de promoción cultural de la ciudad
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera, especialmente de Japón, y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”.
Falleció la paciente oncológica que se casó en Martes Santo
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El Instituto Nacional del Cáncer (Incan) informó este lunes que la paciente oncológica Liana, quien contrajo matrimonio el martes pasado en la sala de internación, falleció ayer domingo por la tarde. “Su historia de amor y lucha fue un ejemplo para la comunidad y todo el país, dejando un mensaje de esperanza y fortaleza frente a la adversidad. Descansa en paz, Liana“, publicó el instituto en Facebook.
La pareja Liana y Fermín, que llevaba 26 años juntos y tenía 4 hijos, decidió unir sus vidas durante el Martes Santo en una emotiva ceremonia rodeada de familiares, personal médico y de enfermería, a pesar del avance del cáncer de cuello uterino que enfrentaba. Ella había iniciado su tratamiento contra la enfermedad un año atrás en el Incan, donde recibió cuidados paliativos durante sus últimos días.
“Es una paciente a quien le cumplimos el sueño con la ayuda del capellan de la institución, que presidió la ceremonia, el sacerdote Gustavo. Fue un momento muy emotivo y la unión de dos personas luego de 26 años de estar juntos”, había comentado el diácono Bernardo Figueredo, en entrevista con La Nación/Nación Media, sobre la ceremonia que estuvo a cargo del padre Gustavo González.
El religioso detalló que desde hace un año cuenta con una capilla y que realizan visita a los pacientes dando la unción como confesión y consejo de vida en su lugar de internación. “Este es un servicio que estamos prestando desde el ingreso del nuevo director y tenemos misa todos los viernes a las 6:30″, puntualizó.
“Una noticia que nos llena de esperanza. En su lucha contra el cáncer, Diana, una paciente del Incan, contrajo matrimonio esta mañana con su compañero de vida, Fermín. Este acto nos demuestra que en los momentos difíciles el amor es nuestra mayor fuerza. ¡Mis felicitaciones!’, dijo la ministra María Teresa Barán, en sus redes sociales, la semana pasada.
Zuckerberg pasea por Asia entre katanas, cascos y una boda india
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El jefe de Meta, Mark Zuckerberg, adelanta el lunes en Japón una minigira asiática que incluye la fabricación de espadas, cascos de realidad virtual en Seúl y, al parecer, una celebración previa al matrimonio del hijo de un multimillonario indio. Zuckerberg divulgó el domingo imágenes en las redes sociales de “una tarde especial aprendiendo a hacer katanas” con un maestro espadero. En una imagen, aparece martillando hierro fundido y en otra está ondeando una espada.
El empresario de 39 años estuvo esquiando en Japón con su familia y debía encontrarse lunes y martes con personal de Facebook en Tokio, según Bloomberg News. Tiene previsto viajar posteriormente a Corea del Sur, donde espera reunirse con el presidente Yoon Suk Yeol y autoridades de los gigantes tecnológicos Samsung y LG, según la prensa surcoreana.
“Mark planea una visita breve al país (Corea del Sur) y está programando algunas reuniones clave”, dijo Meta en un comunicado enviado a la AFP, sin más detalles. Corea del Sur es sede de algunas de las mayores tecnológicas, como Samsung Electronics y SK Hynix, líderes mundiales en chips de memoria. Ambas son de las pocas empresas del mundo que fabrican circuitos de memoria de alta gama para procesadores de inteligencia artificial.
En ese país, Zuckerberg se reunirá con el jefe ejecutivo de LG Electronics para discutir el desarrollo de unos cascos de realidad mixta para competir con el Vision Pro de Apple, según el diario Korea Economic Daily. En India, Zuckerberg tiene previsto asistir del 1 al 3 de marzo a las celebraciones previas a la boda del hijo de Mukesh Ambani, presidente de la empresa Reliance Industries, según Bloomberg.
Meta, Google y otros han invertido miles de millones de dólares en la unidad digital Jio Platforms, de Reliance, que busca competir con Amazon y Walmart en el mercado indio de comercio electrónico. Ambani, de 66 años, es la décima persona más rica del mundo, según la lista de multimillonarios de Forbes, mientras que Zuckerberg es el cuarto.