Hace tiempo, conductores de plataformas de viaje comparten a través de redes sociales transmisiones en vivo de sus trayectos. Los lives empezaron como una herramienta de seguridad, pero poco después, se convirtieron en contenido de entretenimiento para los internautas.
Este es el caso de Álvaro Licítra, quien se volvió viral después de compartir un video que actualmente cuenta con más de 1,7 millones de reproducciones. El chofer tiktokero menciona a La Nación/Nación Media que empezó a transmitir en vivo después de ver que un colega lo hacía, y le pareció una excelente herramienta de seguridad para implementar en sus horas de trabajo.
“En enero yo había subido un vídeo de mi hija que se hizo re viral y eso me dio los seguidores necesarios para empezar a transmitir. Así empecé con 1.000 seguidores y hoy, dos meses después, ya somos una comunidad de 30.000 seguidores”, agrega. Álvaro comenta que al inicio le pedía permiso para transmitir en vivo a sus pasajeros, pero con el paso del tiempo, se dio cuenta de que generaba incomodidad.
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Confianza y comodidad
“Es muy cansador explicar porque la gente no entiende el contexto y a veces se malentiende y el viaje se vuelve incómodo. Al final, me di cuenta de que al 99% de los pasajeros no les molesta, entonces, ya no aviso que estamos, pero dejo a la vista mi celular transmitiendo para que el pasajero se dé cuenta; cuando me pregunta si estoy transmitiendo, le digo que sí, que siempre transmito por mi seguridad, entonces está como más justificado y entienden”, explica a LN/NM.
Respecto al video viral, Licítra cuenta que es un extracto de la transmisión en vivo y que la pasajera no se volvió a comunicar con él. “De la pasajera nunca supe nada, ni se comunicó conmigo. Pero hace unos días, una persona me contó que conoció a una persona cercana a ella y que ella sabe que se hizo super viral y todo, pero nunca se contactó ni me reclamó, así que creo que está todo bien”.
El conductor tiktokero siempre se mantiene abierto a atender cualquier pedido de sus pasajeros, incluso ya le pasó de que alguien le dio consentimiento de grabar y después se arrepintió. “Hace un par de semanas, una persona estaba un poco ebria y dijo muchas cosas, aun así me dijo que podía publicar. Lo compartí y a los 2 días me dijo que él sabe que me dio consentimiento, pero que por favor borre el video porque estaba teniendo problemas en su trabajo, quedamos bien”.