Grisel Duarte, una usuaria de Twitter compartió la imagen de “Se busca”, acompañada de la fotografía de un peluche. La publicación se volvió viral, ya que se trata de un peluche de apego de una pequeña de 4 años.
La publicación sumó más de 112.000 reproducciones. “Mi bebé llora por ella, la tiene desde que nació”, escribió la paraguaya en su perfil de Twitter. La publicación “fue polémica” para muchos internautas, ya que no entendían la importancia del peluche de apego.
“Cinto le falta, pero a los padres”, “Por la salud física y mental de esa criatura ojalá no encuentres más. En mi época no pasaban estas cosas.”, “Esto es broma o real”, “¿Hay recompensa?”, “Que suerte que se perdió esa cochinada”, escribieron.
Ante la publicación viral de Duarte, la psicóloga Nilda Maggi explicó la importancia del juguete de apego para un niño. “Para los niños es muy importante, especialmente a la hora de dormir, porque ellos en el peluche de apego tienen confianza, ellos fuera de dormir o no estando con mamá, o con los padres, ya empiezan a independizarse, tienen ese peluche de apego y se sienten seguros, se sienten con confianza, siente como si mamá está con él”, explicó Maggi para La Nación/Nación Media.
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Tips en caso de extravío
La especialista indicó que con el peluche de apego los menores no tienen miedo a la oscuridad, u otras situaciones. “Para ellos es importante, porque básicamente encuentran consuelo en ese peluche, al abrazar y dormir con ellos”, subrayó.
En el caso de extravío del peluche, la psicóloga dijo que hay que contener al niño. “No minimizar su dolor, porque ellos sienten una enorme tristeza, es como que están perdiendo a una mascota, como perder a un ser querido, alguien en que ellos tuvieron mucha confianza. Entonces muchas veces queremos minimizar y nos burlamos, al contrario, hay que tener mucha empatía”, explicó la especialista a LN/NM.
Maggi aconsejó dar muchas muestras de cariño y afecto al niño en estos casos. Sobre la edad para abandonar el peluche de apego, la psicóloga dijo que el niño lo deja a los 11 o 12 años, pero que el menor puede dejarlo cuando se sienta preparado. “Es variable, un niño puede sentirse preparado a los 7, otros a los 9, otro a los 10, pero generalmente lo dejan a los 11 o 12 años, porque ya están en la pre adolescencia”, puntualizó.
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