Tras la polémica que desataron en redes con su separación, Marilina y Will Fretes compartieron que ya lograron resolver sus diferencias. Además, se disculparon con sus seguidores por preocuparlos. “Es la primera vez que llegamos a este punto”, aseguró la reina de la cumbia.
Hasta hace algunas horas, todo parecía indicar que la relación entre los artistas Marilina Bogado y Will Fretes habría terminado, según dio a entender la artista tras eliminar de su feed todas las fotos con su expareja. Por su parte, el músico lanzó un sugestivo mensaje en redes. “El que nada debe, nada teme”, escribió Will y causó furor.
Luego de días de polémica, Marilina compartió en redes que ya logró arreglar sus diferencias con Will y que ambos ya se encuentran juntos nuevamente. “Cometimos el error de que esto se haga público. Me arrepiento, porque podíamos solucionarlo hablando, pero me ganaron los nervios y actué sin pensar en las consecuencias”, indicó la cantante en Instagram.
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La “reina de la cumbia” compartió detalles muy íntimos del conflicto, como por ejemplo que ya no lograba conciliar el sueño a raíz de la preocupación. “Les pido mil disculpas a todos ustedes, que se preocuparon demasiado por nosotros. Solo les digo que ya estamos bien nuevamente”, aseguró Marilina.
A su vez, Will Fretes hizo una serie de videos para aclarar que el conflicto “se les salió de las manos”, pero que ambos se aman mucho y continuarán luchando por su relación, en especial por Melody, la pequeña que tienen en común. “Sí, estuvimos mal en estos días. No nos hablamos y la pasamos mal. Lo hablamos ayer y estamos bien ahora. Tenemos una hija hermosa por la que vamos a luchar siempre”, recalcó.
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Arte pop de barrio: Marilina, Zuni y Lucas We
Este domingo, Toni Roberto realiza un recorrido a pie por la ciudad y, entre las numerosas muestras de arte callejero, rescata un mural que representa un enfrentamiento viral en un reality show.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
¿Qué es el arte? Es una pregunta común a la que mucha gente trata de darle una respuesta. Tamaño trabajo en esta época que ni siquiera ya es contemporánea, a la que muchos pensadores prefieren llamarla “actual” por la rapidez con la que transcurre todo. Es probable que algunos superdotados aventureros se sientan capaces de contestar pontificando una complicada respuesta.
Parafraseando a mi amigo Yito Morra, ¿qué es el futuro? Empujar el pasado hacia delante. Así, siguiendo sus sabias instrucciones, camino a contramano varias calles del centro de Asunción y sus alrededores, donde además voy contra la corriente.
De esta manera, veo gente mirando la llegada de su micro, algún alquimista prometiendo alguna cura mágica, malabaristas y en las paredes, de los más variados grafitis, reconociendo el trabajo de muchos autores, entre ellos los de connotados como el mismo Lucas We, Juanma Cabarcos u Oz Montanía, hasta algún mensaje de odio en un anónimo grafiti de un malogrado amor.
“NENA, YO SOY LA JURADA”
Bajo el amparo de estas últimas palabras, de repente me sorprenden unas voces televisivas del “Baila conmigo Paraguay” en la pantalla del celular. “Nena, nena, soy yo acá la jurada”, dice una y la otra responde “yo soy acá la participante”. Dos conocidas mujeres de la farándula vernácula y sus respectivas voces.
De fondo, la esquina de Mcal. López y Gral. Bruguez. El artista, Lucas We, en una unión impensada hace unas pocas décadas: tecnología, arte, la voz en off de estas damas en disputa, sumada a las paredes o cerco que otrora fuera la Embajada del Uruguay en la época de un malogrado representante del país charrúa, que fuera asesinado equivocadamente en 1976, carga aún más la emoción de mi viaje en la pequeña pantalla del ya vetusto Samsung S9 Plus.
Las convenciones se han roto. Lucas We, un valeroso joven formoseño nacido en 1986, de abuelos paraguayos, hijo de una modista y un boxeador de origen carapegüeño, criado y por sobre todo educado en el glorioso sistema educativo argentino del otro lado del charco, primero en el Colegio Nacional de Comercio de Formosa y luego en la UNNE (Universidad del Nordeste de Resistencia), nos propone una pieza del “pop art paraguayo”, tal vez la más potente de los últimos tiempos.
UNA OBRA DECLARADA “HIJA DE LA CALLE”
En el camino, del otro lado, lo que nos brinda la contemporaneidad. El público que va dándole forma e interacción a la acción callejera de We; amor y odio recibe en ese trayecto telemático. El artista se desentiende del proyecto y declara a su recién nacida efímera obra “hija de la calle”, que además va recibiendo declaraciones de todo tipo in situ, desde improperios hasta declaraciones religiosas.
Los artistas hablan, nos recalca siempre la antropóloga Fátima Martini, y en una charla, café de por medio, LW me da algunas concisas respuestas a mis preguntas: “Me desperté el sábado a las 7 de la mañana y salí a pintar. Les dije vuelvo a las 12. En el camino encontré una esquina con varios carteles semiabandonados. Miré qué había en las redes y escuché algo muy simpático. Decidí hacer una secuencia y salió esto. Es mi manera de homenajear a la gente que espera micro y no va a una galería, es mi respeto a lo popular, un diálogo con la gente trabajadora”.
La pieza se volvió tendencia en todas las redes. Las mismas dos protagonistas de la historia la replicaron, también lo hizo Milva, la tercera en esta historia, a la que algunos internautas la llamaron “la metida”. Los mensajes no pararon, pero We, fiel a su forma de ser, repite: “La obra ya no es mía, es de la gente, que es la que terminará de amar o de odiar”.
Lucas We, cuyo nombre es Lucas Mendoza, por las dudas ya cerró, por el momento, la cuenta desde la que se popularizó la obra y repite: “La obra ya no es mía, es de la gente, de aquel público que espera un micro o que simplemente camina por la ciudad”. Y yo remarco que ellos la terminarán, ellos también son los artistas.
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Ganadora del oro, Imane Khelif presentó denuncia por ciberacoso
La campeona olímpica argelina de boxeo, Imane Khelif, presentó una denuncia el viernes pasado en París por ciberacoso, tras haber sido víctima de una polémica sobre su género, anunció el sábado su abogado Nabil Boudi en un comunicado. “La boxeadora Imane Khelif, que acaba de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, decidió librar un nuevo combate: el de la justicia, la dignidad y el honor”, escribió Nabil Boudi.
El letrado indicó que el viernes “presentó una denuncia por hechos de ciberacoso agravado” ante el área de lucha contra el odio en internet de la fiscalía de París. “La investigación penal determinará quién estuvo al frente de esta campaña misógina, racista y sexista, pero también deberá centrarse en aquellas y aquellos que han alimentado este linchamiento digital”, añadió.
Para el abogado, “el acoso inicuo sufrido por la campeona de boxeo quedará como la mayor macha de estos Juegos Olímpicos”. La boxeadora Imane Khelif ganó el viernes la final en peso wélter (-66 kg) que se celebró en Roland Garros. Tras competir sin hacer ruido en Tokio-2020, Khelif se vio envuelta en París a su pesar en una polémica sobre el género liderada por los círculos conservadores, con el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional de Boxeo (IBA) enfrentados sobre el tema.
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La controversia comenzó el año pasado, cuando Khelif y la boxeadora taiwanesa Lin Yu-Ting, también en la mira por la misma cuestión, habían sido descalificadas del Mundial femenino. Según la FIBA, Imane Khelif no superó un test destinado a establecer su género. La Federación rechazó precisar qué tipo de prueba le había realizado.
El COI sotiene que la argelina puede participar en los Juegos Olímpicos en la modalidad femenina. La polémica resurgió en París cuando su contrincante en la primera ronda, la italiana Angela Carini, abandonó el combate en el primer minuto. En las redes sociales, la boxeadora fue víctima de una campaña de odio y de desinformación, que la presentó como “un hombre que combate mujeres”.
“Soy una mujer fuerte con poderes especiales. Desde el ring, envié un mensaje a quienes estaban contra mí”, declaró el viernes Imane Khelif a los medios tras conquistar el oro. “Soy totalmente elegible para participar, soy una mujer como las demás. Nací mujer, he vivido como mujer y he competido como mujer”, insistió la boxeadora.
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Boxeadora taiwanesa gana el oro
La boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting venció ayer sábado en la final de los 57 kilos de París-2024, completando un pleno de oros de las dos boxeadoras que se vieron inmersas en una polémica de género en estos Juegos. Lin, de 28 años, derrotó a la polaca Julia Szeremeta, de 20, por decisión unánime sobre el ring de la pista central de Roland Garros, donde el público aplaudió su triunfo.
La taiwanesa y la argelina Imane Khelif fueron objeto de críticas durante todo el torneo por parte de algunas rivales y políticos conservadores como Donald Trump, que pidieron su salida de los Juegos debido a que el año pasado no superaron una prueba de elegibilidad de género en el Mundial femenino.
Un día después del triunfo de Khelif en la final de los 66 kg, Lin tuvo también la oportunidad de alzarse con su primer título olímpico. La espigada púgil taiwanesa arrancó la pelea guardando las distancias con Szeremeta y aprovechando que, con sus diez centímetros más de altura, sus brazos podían alcanzar a su rival desde la distancia.
La taiwanesa tomó una ligera ventaja en el primer asalto que le dio confianza para enzarzarse en varios intensos intercambios de golpes con su joven oponente. Szeremeta, que en semifinales sorprendió a la filipina Nesthy Petecio, subcampeona de Tokio-2020, se desesperaba ante el certero juego de contragolpe de Lin.
Bajo escrutinio
La polaca se vio obligada a remontar en el asalto final y llegó a provocar una breve caída de Lin, pero la taiwanesa supo salir del aprieto y mantenerse después lejos del alcance de Szeremeta. Al igual que en sus tres combates anteriores, Lin fue declarada vencedora por los cinco jueces.
Después de que el árbitro alzara su brazo, Lin hizo cuatro reverencias para agradecer los aplausos de la grada, cercana al lleno de 15.000 asientos, y se arrodilló sobre el ring. Una noche antes, la pista Philippe-Chatrier sí se abarrotó de aficionados argelinos que celebraron por todo lo alto el triunfo de su boxeadora Imane Khelif.
Tras competir sin hacer ruido en Tokio-2020, tanto Lin como Khelif se vieron en París en el centro de una ola de críticas por parte de algunas rivales y políticos conservadores como Donald Trump, así como de numerosos usuarios en redes sociales, que cuestionaron su condición de mujeres debido a que el año pasado no superaron una prueba de género en el Mundial femenino cuyos detalles se desconocen.
Ambas fueron descalificadas de ese torneo por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), organismo que está enfrentado al Comité Olímpico Internacional (COI). El COI le ha retirado a la IBA la organización del boxeo en los Juegos por problemas de ética y transparencia y su propio presidente, Thomas Bach, defendió la presencia de Lin y Khelif en el torneo femenino de París.
Fuente: AFP.
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Taiwán apoya a su boxeadora Lin Yu-ting ante polémica de género
En un bar de Taipei, los clientes empiezan a aplaudir con fuerza para festejar la victoria en un combate olímpico de la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting, que se encuentra inmersa en una polémica sobre su género en París-2024. Lin Yu-ting venció ayer viernes en octavos de final de la categoría -57 kg a la uzbeka Sitoria Turdibekova. Se enfrentará el domingo en cuartos de final a la búlgara Svetlana Kamenova Staneva.
Lin y otra boxeadora, la argelina Imane Khelif (-66 kg), han sido admitidas para participar en estos Juegos por el Comité Olímpico Internacional (COI), después de haber sido excluidas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) de los Mundiales de 2022 y 2023 por no haber superado dos “tests” de género.
La naturaleza de esas pruebas nunca fue precisada por la IBA y las dos púgiles habían podido competir con normalidad en todas las competiciones anteriores, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021. La controversia, en el marco de las relaciones execrables entre el COI y la IBA, ha adquirido relevancia mundial con la oleada de comentarios sobre la presencia de ambas boxeadoras en París-2024.
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Orgullo nacional
El asunto ha adquirido además ecos políticos, con reacciones hostiles de figuras conservadoras como la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, el presidente argentino Javier Milei y el expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump. En Taiwán, la polémica no ha hecho más que reforzar la unidad en bloque en apoyo a su deportista.
“No ha hecho nada malo, ella es así. Es inútil atacar su apariencia”, estima Hannah Huang, ingeniera informática, que animó a distancia el viernes a la boxeadora mientras veía su combate en un bar deportivo de Taipei. Su amiga Tracy Wu cree que Lin es una gran competidora y que ese es el auténtico motivo: “Quizás por eso la atacan”. “Entiendo que mis rivales tienen quizás miedo de mi fuerza. Rendiré más en el ring”, reaccionó Lin en declaraciones a una cadena de televisión local al ser preguntada sobre cómo vive esta tormenta mediática.
“Es muy valiente”
Tracy Wu se alegra del espíritu “positivo” de la boxeadora de 28 años, recordando que decidió dedicarse al boxeo para proteger a su madre de un padre violento. “Es muy valiente”, sentencia. Connor Wang también ha acudido a este bar de Taipei para ver el combate en una pantalla de televisión. Este empleado de una compañía de seguros, de 35 años, cree que esta cuestión no merece una polémica así.
“No creo que haya realmente materia de debate con esto”, dice. En Taiwán, el respaldo a Lin es férreo y los líderes políticos, de diferente signo, están unidos en este tema. El presidente Lai Ching-te ha pedido a sus compatriotas que se mantenga “unidos y animen” a la boxeadora. El alcalde de la ciudad de Nuevo Taipei, Hou yu-ih, del partido de oposición Kuomintang, también manifestó su respaldo: “Todos estamos a su lado”.
Fuente: AFP.
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Broma de Lula causa indignación en Brasil
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva desató polémica en Brasil al bromear sobre la violencia contra las mujeres, en momentos en que el país registra un aumento de las violaciones.
El comentario ocurrió el martes ante un grupo de ministros y empresarios reunidos en el Palacio de Planalto, sede del gobierno en Brasilia, cuando el líder izquierdista elogiaba la cantidad de mujeres presentes.
Lula habló del incremento de la violencia de género como una “triste noticia”, e hizo referencia a un estudio según el cual esas agresiones se disparan después de los partidos de fútbol.
“Increíble”, afirmó en la reunión, que estaba siendo transmitida en vivo. Y agregó en tono de broma: “Si el tipo es hincha del Corinthians, todo bien”.
En sus frecuentes discursos y entrevistas, el mandatario de 78 años suele mezclar temas políticos y económicos con anécdotas personales, como su pasión futbolística por el Corinthians de Sao Paulo.
Su desliz no pasó desapercibido.
“Además de no ser gracioso, el comentario de Lula normaliza una tragedia brasileña que debería preocupar a todos, especialmente al presidente: al menos 10.600 mujeres han sido víctimas de feminicidio desde 2015″, escribió Amnistía Internacional en la red social X.
La ONG se refirió al informe aludido por Lula y recordó que los días de juegos, las agresiones físicas contra mujeres aumentan 21%. “Y no, no está todo bien”, subrayó.
El expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), criticado durante su mandato por comentarios considerados misóginos, arremetió contra su archirrival.
“Imagínese si uno apenas se acercara a decir las tonterías que este tipo dice todos los días”, escribió en X junto al video de la reunión. Incluso su esposa, Michelle Bolsonaro, se sumó a los reproches.
El desatino de Lula cayó mal también en sus propias filas. La diputada Fernanda Melchionna, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), escribió en X: “Violencia doméstica no es broma”.
El presidente, ya criticado anteriormente por comentarios sobre las mujeres y minorías, acusó recibo: durante un evento el miércoles con personas con discapacidad dijo que, a sugerencia de la primera dama Janja, leería su intervención “para no decir ninguna palabra” que pueda causarle “problemas”.
Brasil sufre un aumento de la violencia contra las mujeres, que el año pasado dejó una media de una violación cada seis minutos, 6,5% más que en 2022, según un informe divulgado el jueves por la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública.
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Fuente: AFP