Una modelo y empresaria norteamericana de nombre Emily Adonna, es una de las celebridades que más arrastre tiene actualmente en le red social TikTok en donde realiza videos dando charlas motivacionales a las demás chicas que desean ser como ella, pero dejó a todos sorprendidos al decir que está harta de recibir elogios por su indudable atractivo.
Mediante una serie de posteos salió a decir que ser linda tiene varios privilegios, que eso es algo que siempre agradeció, en cambio ella decidió resaltar los aspectos negativos con las que viene viviendo desde hace mucho tiempo por el simple hecho de ser “perfecta”.
Emily comenzó diciendo que a ella siempre le costó un montón conseguir un empleo en donde la valoren por su capacidad como modelo, esto porque siempre terminó lidiando con los acosos sexuales de parte de los empresarios que la contratan para sus marcas y que al principio no le daba mucha importancia hasta que esto se volvió un verdadero dolor de cabeza.
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“Estoy completamente preparada para que TikTok me odie. Puedo verlo ahora. Ser bonita es muy difícil. Nunca he estado en un trabajo en el que no me hayan acosado. Rara vez he estado en situaciones sociales en las que no me hayan acosado”, expresó la modelo muy alarmada por la cantidad de chicas que creen que ella tiene todo resuelto gracias a su linda apariencia.
Pero eso no es todo, argumentó que la belleza es un peligro porque en su caso se vio envuelta en situaciones muy densas cuando se niega a ceder a los pedidos de algunos hombres quienes creen que por tener dinero y poder pueden pasar una noche con ella. “La gente no pregunta antes de tocarme en público, me agarran regularmente”, dijo refiriéndose que algunos ni siquiera le piden permiso para tocarla, lo hacen directamente como si fuera de su agrado.
Recordó que en una ocasión fue a buscar trabajo porque necesitaba pagar unas deudas pendientes y el alquiler de la casa donde vivía, su esperanza era la de ser contratada en una compañía como vendedora y en plena entrevista laboral le dijeron que su perfil no era la adecuada para estar en una empresa seria porque su rostro y cuerpo podría generar distracción entre sus compañeros como también con los posibles clientes.
Cansada de esta situación ella decidió hacerse tatuajes en los brazos y colocarse piercing en la nariz alegando que de esa manera se vería menos atractiva porque según ella “están diseñados culturalmente para destruir la belleza”.