Hace poco más de un mes se dio a conocer la noticia de que la pareja conformada por Sylvester Stallone (76) y Jennifer Flavin (54) se separarían luego de 30 años de relación. Este anuncio causó conmoción en el mundo del espectáculo por tratarse de una de las parejas más queridas de Hollywood. Lo que se sabe es que recientemente Stallone y Flavin lograron reconciliarse y dejaron de lado la opción del divorcio.
La revista People recogió datos por parte de una fuente anónima que le aseguró que los dos decidieron dejar atrás las diferencias y volver a darse una oportunidad. “Ellos decidieron probar otra vez. Simplemente dieron marcha atrás y volverán a intentarlo”, precisaron. “Por su parte, un miembro del equipo de prensa del actor agregó que ambos pudieron dialogar y ser capaces de trabajar en sus diferencias y están extremadamente felices”, indica el medio.
En agosto, Flavin había manifestado que acudió a la corte de Palm Beach en Florida para pedir la disolución de su matrimonio después de 25 años de unión civil. “Me entristece anunciar que después de 25 años de matrimonio, me divorcié de mi esposo Sylvester Stallone. Si bien ya no estaremos casados, siempre apreciaré la relación de más de 30 años que tuvimos y sé que ambos estamos comprometidos con nuestras hermosas hijas”, expresó.
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Con este posteo comenzaron a instalarse las dudas sobre acuerdos prematrimoniales, cuestiones financieras, por todo lo que ambos ganaron a lo largo de estos años. Pero según el portal TMZ no contaban con ningún acuerdo prenupcial desde su casamiento, en 1997.
También se divulgó que el actor de 76 años “participó en la disipación intencional, el agotamiento y el despilfarro de los activos maritales, lo que tuvo un impacto económico adverso en el patrimonio conyugal”, según Flavin, acusaciones que Stallone desmintió.
En ese sentido, su equipo legal respondió a la solicitud de divorcio declarando en los documentos judiciales que Stallone “no se ha involucrado en ninguna conducta que constituya una disipación intencional, el agotamiento o el despilfarro de los activos maritales”.