En medio de la gira que se encuentra realizando el rey Carlos III, una nueva polémica gira en torno a su nuevo mandato. El medio británico The Guardian informó que docenas de empleados de Clarence House, la residencia oficial de Carlos y Camilla antes de la muerte de Isabel II, fueron notificados por despido.

Además, un centenar de funcionarios de la residencia oficial donde vivía el entonces Príncipe de Gales, recibieron la notificación de que podrían ser desvinculados, pese a que muchos de ellos trabajan allí hace décadas, y pasan las 24 horas al servicio de Carlos III. A todo esto se le debe sumar el hecho de que todos los empleados se encuentran haciendo duelo por la partida de la reina Isabel II a quien le rendían mucha devoción.

“El cambio de papel asignado a nuestros superiores supondrá también un cambio para esta casa. Toda la carpeta de trabajo asumida por esta casa para gestionar los intereses privados del Príncipe de Gales, así como las operaciones y gestiones desplegadas en el pasado, ya no seguirán en marcha. Clarence House se cierra. Es previsible que la mayoría de los puestos que estaban basados en Clarence House ya no sean necesarios”, es la carta que escribió el principal secretario privado y mano derecha de Carlos III, Clive Alderton.

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Esto claramente causó mucha inquietud e incertidumbre para todos los trabajadores de Clarence House, y una portavoz de la casa salió a “intentar apaciguar” la situación con esta declaración: “Como exige la ley, ha comenzado un proceso de consultas. Nuestro personal ha desplegado durante este largo tiempo un servicio leal, y aunque algunos despidos serán inevitables, trabajamos ya de modo urgente para identificar puestos alternativos a los que podamos asignar al mayor número posible de empleados”.

Aún no se dio a conocer si Carlos y Camila utilizarán el Palacio de Buckingham para su residencia formal, ya que es sabido que el rey no es particularmente aficionado al palacio, pero que sí lo usaría con fines oficiales. Mientras tanto, conservará la Clarence House. Cabe mencionar que Buckingham seguiría siendo la sede de la monarquía y el hogar oficial del soberano.

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