Un matrimonio de Canadá ha decidido emprender una aventura viajera junto a sus cuatro hijos, de los cuales tres han sido diagnosticados con una enfermedad rara en la visión, que tiene como efecto la pérdida de la vista con el correr del tiempo. Por lo mismo, los padres de los chicos decidieron viajar por el mundo, para que los pequeños conozcan diferentes paisajes antes de perder la visión.

Los padres de los niños son Sébastien Pelletier y Edith Lemay. La primera hija del matrimonio, llamada Mía (12), fue la primera diagnosticada con retinosis pigmentaria, un padecimiento genético que desemboca en la pérdida de la vista. Luego, sus dos hijos, Colin (7) y Laurent (5), también fueron diagnosticados con la misma enfermedad de su hermana mayor, por otra parte, su hijo Leo (9), es el único que no tiene dicha dolencia.

“No hay nada que puedas hacer realmente. No sabemos cuán rápido avanzará, pero prevemos que se quedarán completamente ciegos en la mediana edad”, explicó Lemay, la madre de los niños a un medio local. Tras el diagnóstico, los niños han iniciado un entrenamiento para su posterior condición. Pero la mamá de los niños decidió: “No voy a enseñarle un elefante en un libro, voy a llevarla a ver un elefante de verdad. Y voy a llenar su memoria visual con las mejores y más bellas imágenes que pueda”.

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En 2020 quisieron iniciar su aventura viajera, ya que el diagnóstico de los menores fue en el año 2019. Pero la pandemia detuvo sus planes. Fue en marzo del 2022 que comenzaron su viaje. “En realidad nos fuimos sin itinerario. Teníamos ideas de dónde queríamos ir, pero planeamos sobre la marcha. Quizá con un mes de anticipación”, dijo la madre.

El primer destino fue Namibia, donde observaron jirafas, cebras y elefantes. Luego fueron a Tanzania y a Zambia, siguieron el tramo en Turquía donde se quedaron por un mes. Los siguientes destinos fueron Mongolia e Indonesia. “Nos centramos en las vistas. También nos centramos mucho en la fauna y la flora. Vimos animales increíbles en África, pero también en Turquía y otros lugares. Así que intentamos que vean cosas que no habrían visto en casa y que vivan experiencias increíbles”, comentó el padre.

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“No importa lo dura que vaya a ser su vida, quería mostrarles que son afortunados por tener agua corriente en su casa y poder ir a la escuela todos los días con bonitos libros de colores. Nunca sabemos qué les va a impresionar. Nos decimos que [pensarán] que algo es maravilloso y luego ven cachorros en la calle y es lo mejor de su vida”, expuso Lemay, mamá de los niños.

La familia canadiense estableció un calendario de viajes hasta marzo del 2023. “Este viaje nos ha abierto los ojos a muchas otras cosas, y realmente queremos disfrutar de lo que tenemos y de la gente que nos rodea. Si eso puede continuar cuando volvamos, incluso en nuestras rutinas diarias, será un logro realmente bueno”, indicó el papá.