Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com.
El conductor de TV y radio Dany Pereira, en una divertida charla con La Nación, comentó sobre sus juegos de infancia y el “tuka’e kañy” que marcó la anécdota favorita de su niñez con su familia. Relató sobre su miedo a la tormenta y su incursión a la actuación, con la cámara digital de un tío. El conductor de “Tercer Tiempo”, con mucho humor recordó su infancia para el especial del “Día del niño” de la Nación.
“La anécdota que siempre en familia cuentan y ahora recordamos, fue cuando yo me escondí de ellos y me buscaron desesperadamente, en una tarde que mis padres estaban en el trabajo, yo me había quedado con la chica que me cuidaba, de repente, desaparezco de ella y ella obviamente con la desesperación empieza a buscar por toda la casa y no me encuentra, de tanta desesperación se va junto a la vecina, le comenta que me perdí y si le podían ayudar a buscarme”, relató Dany Pereira para La Nación-Nación Media.
“Empezaron a buscarme por toda la casa, como ya no había de otra, tuvieron que llamarle a mi mamá, mi mamá vino del trabajo y empezó también a buscarme, lo que sí, casi el barrio ya me estaba buscando. Todo el mundo gritaba: ´Dany, Dany, Dany´, en un momento dado se dijo, ´voy a tener que llamarle a su papá´, yo, según mi mamá, escuché eso y salí, estaba escondido dentro del ropero, pero con ropa, cubriéndome, salgó y les dije ´gua´, obviamente ligué muchísimo”, comentó con humor.
Leé también: “¿Mamá, te casarías con papá?”: la más tierna sorpresa viral
El conductor de “Tercer Tiempo” recuerda su infancia, desde los 5 años. “Vagos son los recuerdos, pero tengo algunos recuerdos impregnados”, dijo. Dany además mantiene a sus amigos de infancia, “A veces hacemos algo, como un encuentro, para recordar esos momentos de infancia”, comentó. Tiene amigos del barrio, de su casa de infancia, de la escuela, “Incluso tengo amigos que terminamos juntos el Tercer año y desde preescolar eran mis compañeros”, explicó.
Su serie favorita de infancia fue “Chespirito”, les gustaba el “Chavo del 8″ y “Chapulín”. “Siempre cuando terminaba el colegio, digamos, salía corriendo para ir a ver el Chavo del 8, todo el mundo de Chespirito, era muy fan en esa época”, comentó. El comunicador se recuerda como un niño ´Akahata´ y charlatan en la escuela, sumando quejas en su contra por parte de sus docentes, pero siendo destacado como un niño muy inteligente en las materias.
Dany incluso recordó que en el boletín de calificaciones, tenía escrito: “Muy aplicado Dany, solamente charla mucho”. Su fiesta favorita de cumpleaños, fue su festejo de sus siete años, “Era súper grande, había payasos, fueron todos mis amiguitos y también compañeritos. Yo no sé si hasta ahora se hace eso, pero siempre al varón se le festejaba grande los siete años, entonces mi cumple más grande, hasta ahora fue el de los siete años”, explicó.
En su infancia tuvo miedo por las tormentas, “Cuando empezaba a prepararse el tiempo, como para llover, ya estaba súper preocupado, si por ahí no estaba en casa. Incluso lloraba si estaba en la escuela, porque una vez con mi papá, viniendo de la casa de mi abuela en la moto, nos agarró la tormenta, fue una tormenta gigante que tuvimos que parar porque estábamos en moto y esperamos a que escampé, nunca más quise volver a ese momento, me agarró un trauma por lo visto”, dijo.
En su infancia soñaba con ser actor y de ser parte del ambiente artístico. “A mí me regalaron una computadora y tenía una cámara digital que usaba de un tío, grababa videos con mis amigos y editaba, hacía como cortos, cuando tenía 10, 12 años. Desde chico me gusto actuar, estaba siempre en los escenarios, entonces mi sueño siempre fue todo lo que es el mundo del arte y la comunicación”, confesó Dany para LN/NM.
Asimismo, la figura del Trece afirma que mantiene vivo su espíritu de niño, puesto que era un pequeño muy soñador y sus metas ya las trazó en la infancia. El comunicador expresó que se siente muy feliz, puesto que actualmente está cumpliendo sus sueños que en su infancia estaban en su imaginación.
Leé también: Una mujer ganó por primera vez el campeonato de asado en Argentina