Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com.

La querida periodista y figura del Trece, Yolanda Park, recordó su infancia, su vida en el campo en Santa Rosa del Mbutuy, departamento de Caaguazú, e incluso su primer día de clases en preescolar en su querida escuela María Auxiliadora en Asunción. En una emotiva charla, rememoró con cariño su niñez y el espíritu de la ´mini Yota´ que sigue presente hasta hoy en su vida.

“Yo tengo un montón de anécdotas de infancia, pero sobre todo porque vivía en el campo, hasta los 5 años, entonces en mis fotos de infancia, estoy llena de golpes, siempre toda rota, mi brazo roto, mi pierna rota”, contó entre risas Yolanda Park para La Nación. “Lo que recuerdo es que yo vine a Asunción para el preescolar, a María Auxiliadora, imagínate, 40 nenas chuchis alrededor, cuenta siempre mi profe de preescolar, la querida Liliana López, que lloré como una condenada, en su vida vio una niña que lloró tanto, un día continuado como yo”, relató la periodista.

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Según la conductora del programa “Será un gran día”, ella se encontraba con miedo, ya que lloró en su primer día de clases, desde que llegó al aula hasta la hora de salida. “Al segundo día, cuando me porté mejor, la profe me regaló una de esas gallinitas, tipo de artesanía, esas de barro, que guardé durante muchísimos años de mi vida”, confesó la figura del Trece. La misma aseguró que recuerda su vida en el campo en Santa Rosa del Mbutuy, por lo que tiene memorias de su infancia desde los 4 años.

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Hermanas de la vida

Park afirmó que conoció a sus hermanas de la vida en preescolar: “Conozco a mis mejores amigas, que son Mari y Moni, madrinas de mi hijo, comadres, hermanas de la vida, nos conocemos desde que tenemos 6 años, conservo estas amistades que son las más lindas, que estuvieron en los momentos más duros, compartimos los momentos más lindos, así que son amistades bellísimas”, dijo.

Su apodo de infancia que la acompaña hasta hoy, es Yota, según la querida periodista, desde su versión mini es Yota. Además, explicó que el apodo no tiene ningún significado. “Se le ocurrió a mi hermanito, ya tiene 35 años y yo le sigo diciendo hermanito, que como no podía pronunciar la ´L´, de Yolanda, entonces me decía ´Yota´, desde esa época soy ´Yota´”, expresó.

La figura del Trece es la tercera hija de cuatro hermanos. La misma comentó que su mamá la recuerda tímida y muy poco sociable. “Dentro de mi timidez, yo era muy juguetona, hacía muchas macanadas, por eso que todas mis fotos de infancia, son con el brazo roto, llena de curitas, llena de mercuro cromo, la mayoría de mis fotos, no hay una presentable”, confesó.

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"Yo soy la niña de casi 42 años más juguetona, la primera que se va a tirar al globoloco", indicó Yota para LN/NM. Foto: Gentileza.

Dibujitos y Fórmula 1

En sus horas frente al televisor disfrutaba de “Thundercats” y “He-Man”, luego creció viviendo Fórmula 1. “Era una suerte tener tele en la casa. A mis hermanos les encantaba ver Fórmula 1, yo a los 5 años, ya crecí viendo Fórmula 1, por eso le tengo tanta admiración a Ayrton Senna”, mencionó. La comunicadora recordó además que en sus cumpleaños, hacían chocolatada con galletitas e invitaba a los niños de su zona para compartir con ella, su fecha feliz.

“Todos fueron muy lindos, porque era el encuentro con los amiguitos”, dijo. Por otra parte, en la infancia, tuvo miedo a la oscuridad. La figura del Trece, además, se recuerda como una niña muy soñadora: “Yo quería ser todo, quería ser profe, astronauta, diseñadora, quería trabajar en la tele; porque veía las noticias, es más tengo varias fotos parada al lado de la tele, viendo como Miguel Ángel Rodríguez hacia el noticiero, así que tenía muchísimos sueños”, relató.

La periodista expresó que mantiene vivo su espíritu de niña. “Yo soy la niña de casi 42 años más juguetona, la primera que se va a tirar al globo loco, la primera que va a querer hacer las macanadas con los chicos, esa soy yo”, confesó. La conductora de “Será un gran día” brindó un consejo para mantener el espíritu de la niñez. “No perder nunca la inocencia que tenemos cuando somos peques, la pureza del alma, esas ganas de soñar y creer que los sueños son posibles”, expresó.

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