Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com
Una de las figuras más queridas de Nación Media, Marilé Unger, recordó su infancia en el especial por el Día del Niño de La Nación. La popular locutora rememoró su fiesta de cumpleaños favorita en la infancia, incluso los juegos con la pelota junto a sus primos en su natal Villarrica. En una divertida charla, la presentadora de “Poderosas” se sinceró sobre sus sueños en la infancia y brindó un mensaje sobre cómo mantener vivo el espíritu de la niñez.
“Mi anécdota más divertida es que, como había muchos varones entre la ‘nietada’ en la casa de mi abuela, mis primos para ‘incluirme’ me hacían jugar de arquera y cada pelotazo que recibí. ¡Ay Dios! Hay algunos que, de pensar, me duelen todavía”, comentó, entre risas, Marilé Unger para La Nación-Nación Media. La querida comunicadora recuerda su infancia desde los 4 a 5 años y confesó que en su niñez tuvo miedo a la oscuridad.
Sobre las relaciones de amistad de su infancia, Marilé aseguró que sigue manteniendo dichos lazos: “Sí, es más, mis mejores amigas de la vida, hasta hoy en día, fueron amigas mías desde niñas. Nos tratamos y sentimos como familia. Es de los lazos de los que más orgullosa estoy”, declaró la locutora del “Megáfono”, que se emite por HEi/Nación Media. Sobre sus sobrenombres en la infancia, recordó que un tío la bautizó Lile: “Un tío mío, con muchísimo cariño, me decía Lile. Hasta el tono de su voz diciéndome así recuerdo”, mencionó Marilé para LN/NM.
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Demasiado tranquila
La figura de Nación Media se recuerda como una niña tranquila. “Demasiado tranquila, nunca me subí a un árbol ni jugué juegos extremos. No tenía moretones, siempre estaba en la mesa de la gente mayor”, expresó Unger, siempre sonriente. En las horas de entretenimiento de su infancia, la presentadora de “Poderosas” disfrutaba del show de “Topo Gigio”, que marcó mucho su niñez, según aclaró, además les gustaban “Los ositos cariñositos” y mucho contenido de Disney.
Su fiesta favorita en la infancia fue una de la temática de la pata Daisy: “Mi mamá, en ese entonces hacía ella misma las invitaciones, a mano, siempre tan talentosa mi mamá, trabajaba el papel vegetal y las tarjetas eran pequeñas obras de arte, no exagero. Hay gente que hasta ahora tiene esa tarjeta porque es bellísima”, comentó Marilé.
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Por otra parte, la locutora recordó cuál era su sueño de infancia: “De muy niña quería ser cajera de súper. Yo creía que la caja que tenía ‘más fila’ era porque la cajera ganaba más dinero, es más, pensaba que las cajeras eran las dueñas. Entonces yo quería ser una ‘muy buena cajera de súper’ para tener muchísima fila”, confesó.
Sobre si mantiene su espíritu de infancia, Marilé expresó: “Creo que en muchas cosas sí, principalmente en mantener siempre despierta la curiosidad, me encanta sorprenderme, emocionarme, no esconder mis emociones”. Como consejo para mantener viva la llama de la niñez, indicó: “De la niñez lo más lindo creo que es vivir sin prejuzgar, deberíamos de imitar más eso, para nuestra vida y más aún para la de los demás”.