Lucas Ovelar es un traductor y profesor de inglés paraguayo, que trabajó como guía turístico e intérprete para los integrantes de la banda Foo Fighters durante su estadía en nuestro país entre los días 21 y 22 de marzo. El compatriota escribió una nota ayer como columnista invitado del sitio de noticias especializado en el mundo de la música llamado “Consequence of Sound”. En la misma, relató su experiencia con la banda y en particular, con el ahora ya fallecido baterista Taylor Hawkins.
Escrita en inglés, la columna de Ovelar comenzó de la siguiente manera: “Hola, mi nombre es Lucas. Soy un profesor de Paraguay, Sudamérica, y la semana del 21 de marzo probablemente fue la semana más loca de toda mi vida. Todo comenzó el lunes, cuando mi banda favorita de todos los tiempos, llegó a mi país por primera vez en la historia”.
Continuó relatando: “Imaginen mi emoción cuando me enteré de que los increíbles Foo Fighters, quienes para mí fueron la banda sonora de mi vida desde que era un adolescente, finalmente iban a llegar a mi país, a mi ciudad natal. Para mí, se sintió como si fuera una visita papal”.
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Fanáticos incondicionales
Siguió con su relato diciendo que “había sido fanático de los Foo Fighters desde los 13 años, y todos los años de mi adolescencia fueron marcados por la banda. Tanto es así que mi novia Ailyn y yo nos íbamos a verlos cada vez que venían de gira por Sudamérica, a países como Argentina o Brasil. La pasión que compartíamos por los Foo Fighters hizo que nuestro vínculo se fortalezca. Nuestros viajes nos llevaron a lugares como Colombia y Chile, e inclusive llegamos a viajar a Europa para ver a la banda en sus shows llevados a cabo en España, Bélgica y Francia”.
“Cualquiera hubiera dicho que estábamos locos, pero los Foo Fighters trajeron demasiada alegría y emoción a nuestras vidas. Todo eso cambió cuando empezó la pandemia, ya que no los pudimos ver durante todo ese tiempo, así que con el tiempo volver a ver a la banda tocar en vivo se volvió a poner en el primer lugar de nuestra lista de prioridades”, afirmó.
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El trabajo de sus sueños
Contó que “luego de ser contratado por la productora local para trabajar como traductor y guía turístico de la banda, llegué al hotel donde se iban a hospedar los Foo Fighters en Asunción el 21 de marzo. Luego de su llegada, cada miembro de la banda me saludó personalmente, empezando por los coristas: Bárbara, Samantha y Laura. Luego por el mánager de la banda, seguido por su equipo, y finalmente, los integrantes principales de la banda: Rami, Pat, Chris, Nate, Dave (Grohl), y Taylor (Hawkins)”.
Comentó además que esa noche, los miembros del grupo musical querían probar carne paraguaya, de modo que acudieron al mejor restaurante de la ciudad para tal efecto. “Les encantó la comida, y estaban súper entusiasmados, hablaban muchísimo, y era muy fácil comunicarse con ellos. También era obvio lo mucho que ansiaban tocar en Paraguay al día siguiente. Pero nadie imaginaba lo que el destino nos tenía preparado”, sentenció.
Noche de lluvia
“El martes, los Foo Fighters tenían previsto ser la principal atracción en el festival musical más importante de nuestro país, el Asunciónico. Debido a la pandemia, en Paraguay no se había realizado dicho concierto desde el 2019, así que todo el país vibraba con anticipación. A su vez, la banda se preparaba para hacer su mejor show”, relató.
“Tristemente, la tormenta empañó la noche. Justo cuando el grupo se preparaba para dirigirse al lugar del evento, una lluvia torrencial inundó las calles de Asunción, dejando a la ciudad bajo agua. Fue la misma tormenta que hizo que un rayo impacte el avión de Miley Cirus. Por medidas de seguridad, el festival se canceló”, lamentó.
“Esa noche, un gran número de fans de los Foo Fighters se congregó a las afueras del hotel donde se hospedaba la banda, y empezaron a corear su nombre. Entre los presentes, se encontraba una niña de 9 años llamada Emma Sofía, que llevó consigo un kit de baterías y empezó a tocar canciones de los Foo Fighters en plena calle”, relató.
Continuó su experiencia vivida diciendo que “en apenas minutos, el mismísimo Taylor (Hawkins) salió de su hotel, saludó a los fans y prometió volver a Paraguay lo más pronto posible. Se sacó fotos con la gente, incluyendo la pequeña Emma, luego de lo cual regresó al hotel”.
Viaje a Colombia
“Al día siguiente, los Foo Fighters tenían previsto volar a Colombia para participar de otro festival musical. Aunque los miembros de la banda seguían deprimidos por no haber podido tocar el día anterior en Paraguay por el diluvio, también se mostraron emocionados de poder continuar su gira latinoamericana. Taylor, en particular, hablaba felizmente con su compañero de grupo Pat Smear sobre su reciente colaboración con Perry Farrell”, prosiguió relatando Ovelar en su columna.
“Minutos antes de su partida, les pedí una foto, a lo cual accedieron felizmente. Sin saberlo, capturé uno de los últimos momentos felices de la banda mientras todos seguían juntos. Dos días después, el 25 de marzo, las malas noticias llegaron. Taylor Hawkins había fallecido en su habitación de hotel de Bogotá. Me sentí en shock y devastado cuando me enteré de la noticia. Y sigo estando así”, reveló.
Inspiración
“Hay un dicho que dice, ‘nunca conozcas a tus héroes, porque te decepcionarán’. Pero eso no se aplicó a Taylor Hawkins. Aún antes de conocerlo en persona, él había tenido un enorme impacto en mi vida. Él era prueba viviente de que podías ser un baterista espectacular, una estrella del espectáculo, y un ser humano increíble al mismo tiempo, siempre permaneciendo humilde. Él fue la razón por la cual decidí convertirme en baterista”, afirmó.
“Es como dice la canción de Dave Grohl, ‘es en tiempos como estos que aprendes a vivir de nuevo, es en tiempos como estos en los cuales sigues dando más y más, es en tiempos como estos cuando aprendes a volver a amar’. Espero que la banda y sus fans puedan encontrar paz en sus corazones ante este hecho desafortunado. Te amo, Oliver Taylor Hawkins, y para siempre voy a extrañar tu amable alma”, concluyó.