Hace unos días se volvió viral en las redes la foto de una hermosa niña ucraniana sentada en una ventana con un chupetín en la boca y un rifle en la mano en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
La imagen muestra a la nena de cabello castaño trenzado con una cinta que tiene los colores azul y amarillo, igual que la bandera ucraniana, sentada en la ventana de un edificio con daños estructurales, la pierna derecha estirada y la mirada atenta hacia afuera, como si estuviera vigilando, como un soldado en guardia, un soldado de tan solo 9 años que no parece estar aterrorizado.
La imagen fue tomada por el propio padre de la nena, el fotógrafo Oleksii Kyrychenko, y publicada en sus cuentas de Facebook e Instagram con el título “Young girl with candy”, “niña con una golosina”.
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Su padre afirmó que compartió esa imagen para “llamar la atención del mundo sobre la agresión rusa contra Ucrania. El mundo tiene que saber”, y también confirmó que la foto se trató de una puesta en escena. Según dijo, el arma es suya y no estaba cargada.
Aunque se trató de un montaje, la foto es tan fuerte que Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo, la reposteó y escribió: “¡Por favor, no digan que sanciones más duras serían demasiado costosas para Europa!”.
La imagen que impactó al mundo se viralizó febrilmente en las redes sociales y en pocos minutos solo los retuits de la publicación de Tusk superaron los 5 mil.
Cabe mencionar que desde el inicio de la guerra no se reportaron casos de niños combatiendo, la imagen solo busca ser representativa de la tragedia de los niños ucranianos, desplazados, privados de la escuela, incluso golpeados por las bombas.
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