La eterna diva de la televisión argentina, Mirtha Legrand, cumplió ayer 95 años y lo celebró en su casa junto a un selecto grupo de invitados; además, la protagonista de los famosos almuerzos, se tomó un tiempito y salió hasta la puerta a saludar a periodistas y admiradores.
“La Chiqui” organizó una íntima recepción con 26 invitados entre amigos y familiares en su departamento situado sobre la avenida del Libertador, en el barrio de Palermo de Buenos Aires, donde no faltó la elegancia ni el glamour como nos tiene acostumbrados.
Desde temprano inició el preparativo con sofisticados detalles cuidados por Ramiro Arzuaga, conocido ambientador de eventos. Para la ocasión se eligieron finos manteles en color crudo con volados y como sobre mantel encaje en tono rosa suave de la firma La Dama de los manteles.
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Como centro de mesa fueron colocadas bandejas espejadas en forma redonda y rectangular con floreros de cristal en tono golden rose adornado con rosas, lisianthus, nardos y cresta de gallo, que le daban un toque encantador.
Los servilleteros fueron hechos a mano con cintas de organza color natural y bordes dorados, además las mesas fueron engalanadas con copas de cristal, vajillería fina y velas elaboradas especialmente para la gran noche.
El catering estuvo a cargo del staff de Schuster que preparó un menú especial compuesto por varios platos, como entradas se sirvieron chipá con mermelada de cebolla, mini tarta de remolacha con humus de avellanas y pickles de cebolla, portobellos rellenos de pistacho y ricota.
El plato principal fue ñoquis de sémola a la Romana con fileto rústico dulce, pesto de albahaca y nueces; otras opciones fueron crostinis de vitelo tonnato, mini hamburguesas con frijoles, queso crema, gravlax y palta, bomba vasca de asado braseado, frutillas con salsa romesco, escamas de jamón parma y quesos argentinos con miel y uvas picantes.
La torta de cumpleaños con forma de la letra M y detalles de flores, permaneció guardada durante toda la cena en el camión refrigerado de la empresa que la elaboró, ya que debido a su tamaño no había lugar suficiente en la heladera de Mirtha.
Entre los invitados de Mirtha figuraban su hija Marcela, sus nietos, bisnietos, y un listado encabezado por Susana Giménez, la gran ausente de la noche; Héctor Vidal Rivas, Gino Bogani, Coca Calabró, Carlos Rottemberg y Teté Coustarot, cada uno de ellos recibió una invitación escrita de puño y letra por la conductora.
Según revelaron en Intrusos (América), la diva exigió un protocolo para los invitados a la celebración, era obligatorio presentar el hisopado negativo y llevar un detalle de color rosa, su color preferido.