Para los que no sabían, la acuarela es una de las pasiones del príncipe Carlos, la que lo lleva ahora a presentar una de las muestras más importantes de su vida a través de la exposición de 79 de sus obras en una capilla del siglo XIX situada en Londres y que podrá ser visitada hasta el próximo lunes 14 de febrero.
El heredero a la corona británica lleva más de cuatro décadas pintando al aire libre los diferentes lugares que ama, como ser Escocia, Tanzania, Suiza, Francia y Grecia, entre otros muchos otros sitios; además, sus viajes también forman parte de su fuente constante de inspiración.
Según publicaciones de medios internacionales, Carlos de Gales, de 73 años, es un apasionado de las montañas, los ríos y el mar. Escogió la técnica de la acuarela porque la “fotografía le resultaba insatisfactoria”, describe en un texto junto a su obra en la capilla Garrison, en el elegante barrio londinense de Belgravia.
Costado solidario de su arte
“Requiere la concentración más intensa y, por tanto, es uno de los ejercicios más relajantes y terapéuticos que conozco. Me lleva a otra dimensión, que refresca partes del alma a las que no llegan otras actividades”, es otra de las reveladoras expresiones escritas por el artista real, quien durante todo este tiempo ha sido creador de unas 680 acuarelas.
Hasta el momento, ninguna acuarela del príncipe Carlos ha estado a la venta, pero algunas, reproducidas como litografías, pueden alcanzar miles de libras en internet. También se venden algunas litografías en su finca de Highgrove y todo lo recaudado con las ventas es destinado a la fundación que organiza esta exposición o a sus otras obras benéficas.
En este contexto se resalta que anteriormente, en el año 1998, ya fueron expuestas 50 obras del príncipe Carlos, pero en aquella ocasión tuvo como escenario el Palacio de Hampton Court, con motivo de su 50 cumpleaños. Mientras que otra de sus muestras fue en la Galería Nacional de Australia en el 2018, al cumplir 70, con la presentación de 30 pinturas.
Con información de AFP.
Leé también: Eterna juventud: la miss Universo que no envejece