El papa Francisco nuevamente alborotó las redes sociales luego de visitar una tienda de discos llamada Stereosound, ubicada cerca del célebre panteón, en el centro de Roma. A su salida fue descubierto por el periodista español Javier Martínez-Brocal, reportero de Rome Reports, quien logró capturar algunas imágenes de aquel momento y la información se volvió viral.
Gran amante de la música clásica, fue sorprendido saliendo de la tienda, un gesto especial de afecto con los dueños, amigos de vieja data. Se trató de una nueva escapada del pontífice argentino, realizada sin preaviso, tal como lo hizo en otras contadas ocasiones, para visitar el martes, hacia las 19:00, la tienda Stereosound, menciona el medio.
“Fue una visita rápida, inmensa, grande, humana, maravillosa. No tengo otras palabras, de verdad no las encuentro. Era su deseo venir a visitarnos. Ha sido un privilegio que nos escogiera. Algo maravilloso que no suele ocurrir”, declaró uno de los propietarios de la tienda a una agencia internacional de noticias.
Esta no es la primera vez que el sumo pontífice se pega una escapada sin previo aviso, ya que en el año 2015 fue a una óptica de la Vía del Babuino, en Roma, para cambiar un detalle de su anteojo; en tanto que en el 2016 fue hasta la ortopedia Fisioitop para comprar unos zapatos nuevos.
En este contexto, cabe destacar que el Santo Padre había expresado que sufre por no poder salir a caminar por la calle como cualquier persona. Por otra parte, se resalta que además de ser catalogado como una persona muy especial, el papa también es conocido por su gran pasión por la música clásica y el tango.
El papa Francisco es amigo de los propietarios de la casa de discos desde hace varios años, antes de ser elegido pontífice. “Venía como obispo, como arzobispo y como cardenal a comprar música clásica, para él o como regalo. Es un amante de la música, de la ópera, de las voces. Ama en particular Wagner, eso se sabe”, reveló Tizian Esposito, hija de los dueños del local. La máxima autoridad de la iglesia católica permaneció unos veinte minutos aproximadamente en la tienda, donde adquirió discos de música clásica y no se retiró de ella sin antes haberla bendecido.
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