Los periodistas se casaron ante la presencia de un selecto grupo de invitados en el marco de una íntima ceremonia realizada el viernes 31 de diciembre, el último día del año 2021, alrededor del mediodía en Factoría Hotel de Asunción. Foto: Gentileza.
El viernes 31 de diciembre, el último día del año 2021, se casaron los periodistas Yolanda Park y Jorge “Chipi” Vera en el marco de una celebración muy íntima. Se trata de una de las parejas más queridas y populares del país. La ceremonia se llevó a cabo alrededor del mediodía en el hotel La Factoría de Asunción y contó con un selecto grupo de invitados, entre ellos algunos famosos como Dani da Rosa, Andrea Quatrocchi, Male Caballero, Mario Ferreiro, por citar algunos.
La noticia fue confirmada luego de que Yota hiciera oficial al publicar en sus redes sociales el álbum del casamiento, donde escribió “Y así cerramos el 2021. Te amo @chipivera89. Gracias a todos por haber acompañado nuestra historia y por sus hermosos deseos, que tengan todos un gran 2022! Los queremos siempre!”.
El día de su boda, Yolanda lució radiante con una creación exclusiva del reconocido diseñador argentino Javier Saiach, complementando su look nupcial con un peinado semirrecogido y un bouquet de flores naturales en tonos pasteles.
Además del sorpresivo acontecimiento, cabe destacar que el evento tuvo como testigo a un personaje muy especial, quien fue uno de los protagonistas de la tarde, ya que se trata de uno de los integrantes de la familia, el bóxer llamado Rocco.
“¿Y cómo no iba a estar él? Los que tenemos mascotas lo entendemos, son parte fundamental de nuestras vidas y son familia. Así es que como un hijo más, estampó su patita derecha nuestro testigo de honor!”, expresó la comunicadora al mostrar la pata estampada del peludo en un documento. Y al mismo tiempo reveló que inclusive Rocco tomó clases especiales de comportamiento, exclusivamente para la ocasión, de manera de poder compartir y disfrutar de la velada junto a los novios e invitados.
Los contrayentes se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos. La ceremonia se celebró en un parque-templo de la ciudad de Gimcheon-si
Paraguayo da el sí en una boda tradicional, en Corea del Sur
Compartir en redes
La pareja conformada por el paraguayo Rodrigo Rotela y Jiyoung Park llegó al altar en el Parque Ambassador en Samyeong, Corea del Sur. El 27 de abril, los enamorados celebraron una boda tradicional coreana que congregó a unos 70 asistentes, incluyendo familiares, amigos y visitantes de otras naciones. Aquí te mostramos todos los detalles de este evento lleno de ritos y tradiciones ancestrales.
La joven coreana, quien flechó de amor al compatriota, es originaria de la ciudad Gimcheon-si. Ante esto, la boda de Rodrigo Rotela y Jiyoung Park se convirtió en la 78.ª ceremonia de boda tradicional organizada por la ciudad natal de la novia.
a ceremonia, organizada por la mencionada ciudad y el Centro Cultural, comenzó con una vistosa procesión en un palanquín (silla cerrada utilizada por las clases altas y nobles) desde el molino de agua de Samyeongdaesa. Acompañados por el grupo Gireuk-abeom y Pungmul (tradición de música folclórica coreana) los novios, transportados en un palanquín, recorrieron el camino hasta Choryecheong, ante Bukamru. Se realizó el baile de abanicos coreanos, para luego ver descender a la novia del palanquín.
Acompañados por sus padres en esta hermosa postal para la posteridad. Rodrigo es hijo de Alcides
Rotela y Mara Rotela
La boda fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. Algunos de los rituales que realizaron fueron: el Chinyeongrye, donde el novio es recibido en la residencia de la novia; el Jeonanrye, en el que el novio presenta un ganso salvaje y hace una reverencia; el Gyobae-rye, el primer intercambio de alcohol entre los novios; y el Geun-bae-rye, donde ambos beben de una taza de calabaza, según informó el portal coreano Kimcheon.
Rotela (34) reside en Tokio, Japón, desde hace 8 años. Allí realizó un posgrado en Administración de Empresas; tras la maestría recibió una importante propuesta laboral en una empresa. Es jefe del Departamento de Ventas Internacionales de una compañía de ingeniería. En 2016 llegó a tierras japonesas coincidiendo con el arribo a ese país de quien hoy es su flamante esposa de 27 años, una ciudadana de Corea del Sur. Ella está en el Departamento de Marketing de una firma de cosméticos muy importante de Tokio. Se conocieron estudiando en una universidad japonesa y tras varios años de relación, decidieron dar un paso más en su compromiso.
Los novios Jiyoung Park y Rodrigo Rotela, ataviados con hanbok nupcial tradicional, lucen radiantes en su boda celebrada en Corea del Sur
PROMOCIÓN CULTURAL
“Nosotros celebramos nuestra boda tradicional coreana en un parque-templo de la ciudad natal de mi esposa Gimcheon-si. La ciudad apoyó nuestra boda como parte de las actividades de promoción cultural de la ciudad, al año apoyan unas cuantas”, explicó Rodrigo Rotela, en conversación con La Nación del Finde.
Hay que decir que unos 70 extranjeros, especialmente japoneses y paraguayos, participaron de la boda intercultural. Asimismo, tuvieron invitados locales de Gimcheon-si; también los visitantes del parque se sumaron al festejo, creando un ambiente cálido y festivo.
El paradisíaco Parque Ambassador, de ensoñadores jardines, albergó la ceremoniaEl cortejo nupcial llegando al escenario de la boda, arropado por una exuberante vegetación.
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera (especialmente de Japón) y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”, expuso Rotela.
El casamiento, que se compuso de ritos y tradiciones ancestrales de Corea, contó con un detalle nacional muy significativo. “Incluimos una bandera paraguaya, que estaba junto a una bandera coreana, en la mesa de recepción”, destacó.
“Últimamente en Corea acostumbran a celebrar las bodas en un estilo más occidental, entonces disfruté mucho los comentarios de los coreanos, jóvenes y no tan jóvenes, de que finalmente pudieron disfrutar de una verdadera boda tradicional coreana”, contó el compatriota.
La novia fue transportada en palanquín, siguiendo la milenaria tradición.El novio Rodrigo Rotela, durante el ritual del kireogi
RITUALES DE UNA BODA ANCESTRAL DE COREA
Previa: los festejos se realizan para amenizar el ambiente y como previa a la ceremonia principal.
Saludo a los padres: acto en el cual el novio va a la casa de la novia a buscarla. Cuando el padre de la novia recibe al novio en el jardín, se da por iniciada la ceremonia de boda.
Kireogi: acto en el cual el novio ofrenda un kireogi (gansos salvajes) a la familia de la novia. Luego, el novio realiza dos reverencias ante el kireogi, que simboliza varias virtudes que la pareja debe seguir en su vida matrimonial: fidelidad, armonía, etc. Luego la novia hace entrada.
Encendido de las velas: momento en que las madres de ambas familias encienden las velas. Este acto simboliza que el futuro de la pareja de recién casados estará brillantemente iluminado.
Reverencia: los novios realizan un gesto de reverencia mutuamente. Se lavan las manos para limpiar el cuerpo y la mente, y se inclinan mutuamente en reverencia para expresar el compromiso de vivir 100 años juntos.
Cierre: los novios intercambian alcohol desde una misma taza de calabaza. Los recién casados beben 3 veces de la taza de calabaza y se comprometen a vivir como marido y mujer ante los antepasados y las deidades del cielo y la tierra.
La bella Jiyoung Park es presentada por su madre y otro familiar, todas ellas enfundadas en trajes típicos de CoreaUna mesa con ofrendas y dos gansos salvajes (kireogi) que simbolizan las virtudes que la pareja debe fomentar en su vida matrimonialLa ceremonia fue dirigida por Song Gi-dong, secretario general del Centro Cultural de Gimcheon-si. La boda se enmarcó dentro de las actividades de promoción cultural de la ciudad
“Decidimos tener una boda tradicional coreana, ya que íbamos a tener muchos invitados de afuera, especialmente de Japón, y queríamos que experimenten y disfruten parte de la cultura coreana a través de nuestra ceremonia de bodas”.
Falleció la paciente oncológica que se casó en Martes Santo
Compartir en redes
El Instituto Nacional del Cáncer (Incan) informó este lunes que la paciente oncológica Liana, quien contrajo matrimonio el martes pasado en la sala de internación, falleció ayer domingo por la tarde. “Su historia de amor y lucha fue un ejemplo para la comunidad y todo el país, dejando un mensaje de esperanza y fortaleza frente a la adversidad. Descansa en paz, Liana“, publicó el instituto en Facebook.
La pareja Liana y Fermín, que llevaba 26 años juntos y tenía 4 hijos, decidió unir sus vidas durante el Martes Santo en una emotiva ceremonia rodeada de familiares, personal médico y de enfermería, a pesar del avance del cáncer de cuello uterino que enfrentaba. Ella había iniciado su tratamiento contra la enfermedad un año atrás en el Incan, donde recibió cuidados paliativos durante sus últimos días.
“Es una paciente a quien le cumplimos el sueño con la ayuda del capellan de la institución, que presidió la ceremonia, el sacerdote Gustavo. Fue un momento muy emotivo y la unión de dos personas luego de 26 años de estar juntos”, había comentado el diácono Bernardo Figueredo, en entrevista con La Nación/Nación Media, sobre la ceremonia que estuvo a cargo del padre Gustavo González.
El religioso detalló que desde hace un año cuenta con una capilla y que realizan visita a los pacientes dando la unción como confesión y consejo de vida en su lugar de internación. “Este es un servicio que estamos prestando desde el ingreso del nuevo director y tenemos misa todos los viernes a las 6:30″, puntualizó.
“Una noticia que nos llena de esperanza. En su lucha contra el cáncer, Diana, una paciente del Incan, contrajo matrimonio esta mañana con su compañero de vida, Fermín. Este acto nos demuestra que en los momentos difíciles el amor es nuestra mayor fuerza. ¡Mis felicitaciones!’, dijo la ministra María Teresa Barán, en sus redes sociales, la semana pasada.
Yolanda Park compartió sus recuerdos de Semana Santa: “Que no mueran las tradiciones”
Compartir en redes
La periodista Yolanda Park se mostró nostálgica este Jueves Santo y compartió sus mejores recuerdos de cómo se vivía la Semana Santa en el interior del país: el tradicional chipa’apo no faltó entre sus memorias. Al reflexionar, la famosa instó a sus seguidores a incluir a los más chicos en las costumbres populares a fin de que trasciendan a través de las generaciones. “Que jamás mueran las tradiciones”, pidió.
“Todavía recuerdo los olores. A esta hora, los vecinos llegábamos con nuestros ingredientes para hacer la chipa comunitaria. Una vez que la masa estaba lista, todos los niños estábamos convocados a darle forma a las chipas. Todo el ruido es hoy, porque el Viernes Santo es de silencio absoluto. Son esos recuerdos imborrables de nuestro Paraguay de tierra adentro”, señaló la conductora de “Será Un Gran Día” del Trece al recordar cómo vivía la Semana Santa durante su infancia en Ñati’ûrymi, Caaguazú.
Según señaló la periodista en Instagram, la Semana Santa es de las festividades más importantes en la tradición paraguaya, por lo que es importante esforzarse por cultivar las tradiciones. “Te cuento todo esto porque me agarra la nostalgia, pero sobre todas las cosas, porque está en nosotros, en esta generación que tenemos hijos chicos, seguir manteniendo nuestras hermosas tradiciones. No hay nada más lindo que eso”, agregó.
La famosa pidió a sus seguidores incluir a los niños y niñas en costumbres tan lindas como el chipa’apo para que no se pierdan con el tiempo. “Ya sé, estás cansado. A veces, hasta puede ser hincha hacer la masa, la chipa no te sale rica. No pasa nada. Comprá no más hecha, pero por favor no dejes de hacerlo, de compartir momentos y que jamás mueran nuestras tradiciones”, recalcó.
El mensaje cargado de nostalgia de Yolanda Park generó gran repercusión en redes sociales. Fueron varios los internautas que aprovecharon la publicación de la famosa para recordar cómo se vivía la Semana Santa en tiempos pasados. “Yota, al leer tu posteo me llegan recuerdos de la reunión familiar gigante del Jueves Santo” y “Qué lindos recuerdos, Yota”, comentaron.