Al son de la música y la danza paraguaya fue recibida nuestra vicerreina universal, Nadia Ferreira, quien causó gran revuelo a su retorno a Paraguay, en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. Su presencia provocó algarabía y mucha emoción no solo de sus fans, sino de todo un país al que cautivó con su belleza, su inteligencia, su audacia pero sobre todo con su humildad y sencillez. Apenas se abrieron las puertas de migraciones, la joven de 22 años se detuvo unos minutos para dar algunas entrevistas y escoltada por algunas personas de seguridad emprendió su caminata hacia la salida.
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Nadia Ferreira bailó junto al elenco de danza que la recibió y emocionada hasta las lágrimas manifestó su alegría y agradecimiento al pueblo paraguayo: “El mundo está hablando de Paraguay y eso es lo que yo quería. Voy a seguir llevando la bandera en alto”. Una de las cosas que se propuso fue representar a Paraguay en su máxima expresión, y lo logró pero aún queda mucho por hacer, dijo la vicerreina del universo.
“Es importante que cultivemos nuestro espíritu y corazón para que eso se pueda reflejar en nuestra belleza exterior. Hay que amarnos y respetarnos”, dijo en una parte del inspirador mensaje. En la explanada del aeropuerto se preparó un escenario donde la joven villarriqueña tuvo la oportunidad de saludar al público que al unísono coreaba “miss universo, miss universo”.
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Sin dudas, uno de los momentos más emocionantes de esta bienvenida fue cuando Nadia Ferreira coronó a su mamá, Ludy Ferreira, como la “reina madre” y con la voz temblorosa le agradeció en público por todo el apoyo incondicional y el sacrificio que siempre hizo por ella. “Yo les quiero decir que todo es posible, todo se puede lograr. Sueñen muy alto porque sí se puede”, expresó. Nuestra representante de la belleza guaraní, recibió de regalo un hermoso cuadro pintado con su retrato. Sus seguidores, quienes desde tempranas horas estuvieron apostados en el lugar, le hicieron pancartas, le entregaron flores, cartas, y ella como siempre con la calidez de persona que la caracteriza hizo algunas fotos y no paró de sonreír.