Después de dos años sin estrenar película y sin acudir a un estreno, la actriz Jennifer Lawrence (31) volvió a pisar la alfombra roja en la presentación de la película “No mires arriba” que protagoniza junto con Leonardo DiCaprio. La actriz llegó al Lincoln Center de Nueva York luciendo su avanzado embarazo, enfundada un vestido dorado de Dior, largo, con flecos y capa.
La última vez que se la vio en un evento similar fue en junio de 2019, en Los Ángeles, en el estreno de “X-Men: Fénix oscura”. Después ya no se la volvió a ver; es que ella y esposo, el galerista Cooke Maroney, prefieren llevar una vida tranquila, alejados de las cámaras, en especial desde que la actriz se enteró de que estaba esperando un hijo. Recién en septiembre se hicieron públicas las primeras imágenes de Jennifer paseando su tripita por las calles de la Gran Manzana.
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En el avant premiere de la nueva producción de Netflix, la intérprete de “Los juegos del hambre” evitó hacer cualquier tipo de comentario sobre su embarazo con la prensa; sin embargo, hace unas semanas se había prestado para ser la tapa de noviembre de la revista Vanity Fair, edición estadounidense. En la entrevista para la publicación ya había dicho que no pretendía compartir nada de su futuro hijo con el mundo exterior, y mucho menos con la prensa.
“Si estaba en una cena y alguien me decía: ‘Anda, estás esperando un bebé’, yo no le iba a decir algo como: ‘¡Dios mío, no voy a hablar de ello, aléjate de mí, psicópata!’. Pero todos mis instintos quieren proteger su privacidad durante el resto de su vida, tanto como me sea posible. No quiero que nadie se sienta bienvenido a ser parte de su existencia. Y siento que eso empieza con no incluirlo en esta parte de mi trabajo”, señaló.
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En la oscura sátira “No mires arriba”, que se estrenará en cines el 10 y en Netflix el 24 de diciembre, Lawrence y DiCaprio interpretan a dos astrónomos cuyas advertencias sobre la inminente catástrofe caen en saco roto en un Estados Unidos crudamente partidista y dividido, dirigido por una presidenta incompetente interpretada por Meryl Streep. La película también cuenta con actuaciones de Ariana Grande, Cate Blanchett, Mark Rylance y Jonah Hill.
Con este proyecto, la actriz ganadora de un Óscar retoma su trabajo en la gran pantalla; también tiene otros estrenos pendientes (“Bad Blood”, “White and Water” o “Mob Girl”) que probablemente se concreten una vez que Jennifer se haya estrenado en su papel más importante: el de mamá.