El afamado diseñador correntino Javier Saiach, en una entrevista exclusiva concedida al prestigioso portal argentino Infobae, habló del mundo de la moda en paralelo a la gastronomía. Y lo que significaría la chipa, el mate, la sopa paraguaya; además de comparar al tereré con un vestido fresco de verano.

Javier vivió muchos años en nuestro país y conoce muy bien la tradicional bebida paraguaya. En la ocasión se expresó respecto al amor, la envidia, entre muchas otras cosas; así también, reveló que se encuentra en plena creación de una nueva colección para Saiach Intimate, una cápsula que propone ropas de dormir o pijamas.

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Para el modisto de alta costura, un vestido terminado deja un sabor a “algo dulce que genera placer inmediato. Más bien sería un fondant, esa pasta comestible empleada en pastelería. Y pienso en ella porque sería mi elemento para hacer los bordados. También utilizaría mucho pastillaje, una lluvia de merengue, algunas frutas rojas”, destacó.

En cuanto a cuál es su utensilio en la cocina y el favorito a la hora de crear, declaró: “Sin dudas el horno. Para mí todo va al horno. Desde una milanesa, una tarta, un pollo. Y con respecto a mi profesión, sería la máquina bordadora, que no es mágica. Por supuesto que luego todo depende de nuestras manos”.

Durante el espacio también le cuestionaron “¿cómo debe ser el chipá perfecto? ¿Y el vestido?”, a lo que él respondió: “Debe existir un balance correcto en la mezcla. Porque cuando está desproporcionado queda rico en caliente pero luego, cuando se enfría, es una goma. Lo mismo pasa con la alta costura”.

Una creación de lujo de Javier Saiach. Foto: Gentileza.

“¿Qué significa esto? Que el vestido está hecho a mano. Que engloba todas aquellas piezas que han sido confeccionadas manualmente desde su principio a fin. Y desde ya las pruebas. Más de una. Las suficientes para que el bordado sea el adecuado, las pinzas, el dibujo”, explicó.

Tampoco pudo faltar la pregunta “¿Tomás mate? ¿Cómo sería un vestido ‘tereré’?” y él respondió fiel a su estilo: “Soy un correntino medio trucho que no toma mate pero sí tereré, ya que viví mucho tiempo en Paraguay. Lo imagino fresco, con transparencias, bordados tropicales y que dé sensación de saciedad veraniega”.

En torno a la sopa paraguaya, dijo que si fuera una prenda la compararía con una falda de alta costura en shantung. Porque es un género que parece armado, pero permite movimiento, se siente agradable. Como el pastel, que aparenta ser durito pero dentro es pura crema.

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También contó que el asado y el choripán, al igual que el arroz con leche y la pastafrola, son sus salados y dulces preferidos. Por otro lado, indicó que si el amor fuera una opción, sería un dulce de leche, y la envidia un jugo de limón. Para cerrar con broche de oro le preguntaron ¿el gran diseñador? “Quien les habla: Javier Saiach”, puntualizó.


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