Con mucha alegría, Gabriel Insfrán contactó con La Nación para contarnos que gracias a una nota que le hicimos meses atrás, hoy tiene un trabajo digno y seguro. Hay que recordar que Gabriel en el 2013 fue víctima de un asalto, y a consecuencia de esa tragedia quedó en silla de ruedas y no pudo volver a trabajar. El hombre había utilizado su cuenta de Facebook mostrando sus calificaciones y pidiendo trabajo a las autoridades, rápidamente su historia se viralizó en las redes sociales.
Hoy ese esfuerzo dio sus primeros frutos, Insfrán agradeció el espacio que brindado en La Nación, contando su historia de superación. Días después de la publicación en nuestro medio conoció a Julio González, presidente del gremio Asonadis Paraguay, quien lo ayudó bastante. “Luego de tanta lucha se me dio la oportunidad, hoy estoy trabajando en IPS San Antonio, cumpliendo una función en el área de admisión, como apoyo administrativo”, contó.
“Le debo muchísimo al señor Julio y a Asonadis Paraguay, y a ustedes porque sin la prensa no se hubiese conocido mi historia”, comentó muy entusiasmado. Insfrán todo momento demostró su alegría y sostuvo que quiere orientar a todas las personas, sobre todo los que sufren alguna discapacidad que no se rindan y no bajen los brazos. “En Paraguay hay muchas personas de buen corazón y que si uno pone el pecho siempre va salir adelante”, puntualizó. Hay que mencionar que Insfrán es presidente de la comisión vecinal de su barrio, cargo por el que también está dispuesto a dar lo mejor de sí. Además continúa realizando sus trabajos de palets por las mañanas y los sábados, los interesados pueden contactar al número 0984-730277.
Esfuerzo
Gabriel Insfrán tiene 37 años, tras aquella tragedia de la que fue víctima y sus piernas se vieron afectadas, el hombre ya no tuvo la posibilidad de conseguir un buen trabajo. Él y su esposa se vieron obligados a vender su casa para costear los tratamientos. Desde entonces la pareja ha atravesado situaciones muy complicadas, pero Gabriel no dio el brazo a torcer y continuó avanzando. Muy orgulloso nos contó que se puso como meta terminar sus estudios; para poder encontrar un trabajo estable y poder acceder a un seguro médico. Trabajó como vendedor ambulante de comidas (minutas) por las calles de Ypané. Pero con la pandemia y el confinamiento se redujeron las ventas, comentó. Luego se dedicó a la producción de muebles y artículos de palets comercializándolos a través de las redes sociales.