La prensa de Japón viene siguiendo con atención los preparativos de la boda de la princesa Mako (29), quien renunciará a los privilegios de la familia imperial por amor a un abogado a quien conoció en la universidad.
Después de años de controversia, finalmente la sobrina del emperador de Japón se casará el 26 de octubre con Kei Komuro (29), pero sin los ritos tradicionales ni la asignación que suele concederse a las mujeres de la casa imperial que se casan con plebeyos.
La unión no se iniciará en las mejores circunstancias, ya que según la prensa japonesa, la hija del hermano menor del emperador Naruhito sufría un trastorno de estrés postraumático debido a la gran cobertura mediática que la rodeaba a ella y a su familia. El príncipe Akishino dijo el año pasado que apoya el matrimonio de su hija, pero que ella necesita ganarse el apoyo de la opinión pública japonesa.
Mako perderá su título si se casa con un plebeyo. Además, su prometido se vio envuelto en un problema porque su madre habría pedido dinero prestado a un antiguo prometido y no lo devolvió. La expareja de la señora Komuro la acusa de no devolver más de 4 millones de yenes (unos 35.000 dólares), suma que supuestamente le pidió prestada para financiar parte de la educación de su hijo.
Después de que los diarios sensacionalistas informasen de la denuncia, estalló un furor sobre la joven pareja, que decidió aplazar la boda anunciada previamente para el 2018. Kei Komuro se marchó ese año a Estados Unidos para cursar la carrera de Derecho, decisión interpretada por Japón como un intento de aliviar la presión.
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Tras su boda, la pareja iniciará una nueva vida en Nueva York, lejos de las presiones que implican formar parte de la familia imperial japonesa. Mako es hermana del príncipe Hisahito, de 14 años, el único varón elegible en la línea de sucesión al trono, además de su padre.