“Escribo esta carta para bajar el ruido externo de mentiras, maltratos y miradas inclinadas en la construcción de historias manipuladas para, una vez más, ser el chivo expiatorio de la violencia mediática”.

De esta contundente manera inicia la extensa nota que María Eugenia “China” Suárez publica en sus redes sociales, hablando por primera vez y de manera oficial, sobre el mediático caso “Wandagate” en el que se la involucra. En un posteo del fin de semana, Wanda Nara dejó entrever que la actriz era la tercera en discordia en su matrimonio con el futbolista Mauro Icardi.

“He guardado por mucho tiempo silencio por varias razones, la principal por miedo e inexperiencias. Por no saber cómo nombrar el nivel de mentiras y atrocidades que se dicen para sustentar el minuto a minuto televisivo”, señala.

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“Lo que está sucediendo hoy tiene detrás una historia mucho más grande y profunda, de la que seguramente muchas mujeres van a sentirse identificadas. Me ha tocado relacionarme con hombres a los que les he creído siempre sus palabras: que estaban separados o separándose y que no había conflictos”, expresa la actriz en su escrito.

“Siento en esta situación un deja vu infernal, donde vuelvo a pagar con mi reputación cuestiones que son del dominio personal de cualquier mujer”, dice. Suárez hizo referencia a sus pasadas relaciones sentimentales: “Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y sobre todo una profunda credibilidad que le di a estos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos”.

Y continúa: “Parece que es más creíble para esta sociedad, sabiendo cómo se manejan ellos siempre, que yo sea la mala, la que engaña y no la engañada. Y también parece que es más fácil para una mujer pegarme a mí para descargar. El costo de sostener la imagen de una familia feliz lo pago yo, no el hombre que fue irracional o tuvo un desliz. En ese precio todos quedan bien parados”

En su descargo, la China repite que su silencio constante es para resguardar a sus vínculos familiares que siempre fueron su prioridad: “Me jugó en contra. Pero hoy no quiero callar más porque sé que somos muchas mujeres a las que esto nos ha sucedido y a las que la mirada externa juzga”, expresa visiblemente molesta.

“No provoqué, no alenté”

“Lo que sucedió es una situación que yo no comencé, no provoqué y no alenté. Tener que contar esto habla de la poca privacidad que tenemos las mujeres. Mientras tanto un montón de calificativos dañinos pidiendo mi cabeza desde hace tiempo, en donde el peso de cómo se me juzga a mí es totalmente asimétrico. Caso contrario se sabría que yo no fui quien insistió y propició esta situación”, sostiene.

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“Asumo mi inexperiencia, falta de entendimiento sobre mucho que seguramente deba aprender de ahora en más. Pero no voy a hacerme cargo por mí y por todas las mujeres que son juzgadas siempre, de las actitudes de conquistadores seriales que tienen aprendidas estos varones, y que después bien saben esconder”, agrega.

“Me resulta llamativo que las mujeres no vean que los mismos agravios que me escriben a mí son los que una sociedad entera usó (y sigue usando) para referirse a ellas. La reproducción de esa violencia que recibiste en el pasado hacia otra mujer para limpiar tu imagen no se hace más astuta, solo nos vuelve a poner a todas en el mismo lugar”, añade.

Amenaza

Hacia el final de su escrito, la figura argentina también se tiró contra los programas de farándula de su país que fueron implacables con ella: “Quienes están con esto lucrando a costa de mi vida personal y mi carrera artística, serán también intimados por la reproducción de información falsa, maliciosa y con fines de reproducir violencia de género mediática hacia mi”.

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