Tremenda polémica se generó días atrás en Argentina a consecuencia de un insólito llamado a licitación presentado por el Ministerio de Salud del mencionado país. La convocatoria consistía en la compra de 10.000 penes de madera, por un monto superior a los $13 millones, como parte de un kit utilizado para la promoción y educación sexual.
Al respecto, el diario La Nación Argentina en su versión digital publicó que la adquisición de “los insumos solicitados permitirán asegurar una amplia disponibilidad de materiales de promoción cuya finalidad sea concientizar y evitar la propagación de enfermedades de transmisión sexual, tales como el VIH y otras ITS, en el marco de la Ley N° 23798″.
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Así mismo, el prestigioso medio detalló que se tratan de kits educativos para la promoción y prevención; contienen preservativos, dispenser para la accesibilidad de los preservativos y maletines donde se transportan los elementos para las capacitaciones. También hay gel lubricante y materiales de comunicación, que deben ser destinados a los profesionales de la salud
Como resultado del llamativo pedido se desencadenó una serie de cuestionamientos y debates en torno al caso; además de tener en cuenta que la pandemia de COVID-19 afectó gravemente a toda la región y continúa causando estragos en todo el mundo.
En este contexto, el portal Infobae también publicó un informe que dice que el artefacto no es una novedad, ya que desde hace 16 años la ciudad de Buenos Aires distribuye este artículo en las escuelas, para que los docentes impartan clases sobre Educación Sexual Integral (ESI).
“Fuentes porteñas confirmaron a Infobae que, entre 2005 y 2019 (Ibarra, Telerman, Macri y Larreta), la ciudad repartió penes de madera a sus escuelas públicas. En realidad, forman parte de un kit de herramientas que contiene otros materiales como preservativos, gráficos y recursos didácticos para trabajar los métodos anticonceptivos en el aula”, dice parte la noticia.
La solicitud de compra se dio en respuesta al área de VIH, ITS, hepatitis virales y tuberculosis, por lo que serán destinados a la población en general y a los profesionales de la salud, a distribuirse en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), regiones sanitarias, programas provinciales, municipales y otros establecimientos del vecino país.
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Esto, considerando la cantidad de diagnósticos de enfermedades sexuales, especialmente en adolescentes y jóvenes, de manera que la adquisición de estos materiales formen parte de la implementación de políticas públicas para la prevención y el cuidado de las personas.